Estas son las cinco etapas del cerebro humano a lo largo de la vida

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08/12/2025 - 16:00
Cerebro humano y todas sus etapas

Lectura fácil

El cerebro humano no permanece igual a lo largo de la vida. Desde la infancia hasta la vejez, atraviesa cinco etapas claramente definidas, en las que sus redes neuronales se reorganizan para adaptarse a nuevas capacidades cognitivas y desafíos. Comprender estas fases permite explicar cómo aprendemos, recordamos y envejecemos, y por qué algunas habilidades se fortalecen mientras otras se deterioran con el tiempo.

Las cinco etapas de la vida del cerebro humano

Varios investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han descubierto que el cerebro humano atraviesa cinco fases principales desde el nacimiento hasta la vejez. Estas transformaciones reflejan cómo la estructura neuronal se reorganiza para adaptarse a nuevas formas de pensar, aprender y recordar, a medida que las personas crecen y envejecen.

El estudio, publicado en Nature Communications, analizó resonancias magnéticas de difusión de 3.802 individuos entre 0 y 90 años, permitiendo mapear las conexiones neuronales y la movilidad del agua a través del tejido cerebral.

Infancia y niñez: consolidación de redes

La primera etapa del cerebro humano abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente los nueve años. Durante este período, las redes neuronales se consolidan: las sinapsis menos utilizadas desaparecen y las más activas se fortalecen.

La materia gris y blanca crece rápidamente, y el espesor cortical alcanza su punto máximo mientras el plegamiento cortical se estabiliza. Esta fase establece las bases cognitivas fundamentales y determina gran parte de la futura eficiencia cerebral.

Adolescencia: optimización de conexiones

Alrededor de los nueve años, se produce un primer punto de inflexión. La etapa adolescente, que se extiende hasta los 32 años, se caracteriza por una reorganización de las vías neuronales y un aumento en la eficiencia de la comunicación entre diferentes regiones del cerebro.

La materia blanca continúa creciendo y las redes de información se refinan, lo que mejora la capacidad de procesamiento, el aprendizaje y la memoria. Esta es la única fase en la que la eficiencia de las conexiones sigue aumentando de manera notable.

Adultez: estabilidad prolongada

A partir de los 32 años, el cerebro humano entra en su etapa adulta, la más duradera. La arquitectura cerebral se estabiliza y los cambios significativos son mínimos durante unas tres décadas.

Durante este tiempo, la inteligencia y la personalidad tienden a mantenerse estables, reflejando un equilibrio entre la experiencia acumulada y la plasticidad neuronal disminuida.

Envejecimiento temprano: reorganización gradual

El tercer punto de inflexión ocurre alrededor de los 66 años. Aunque no se observan cambios estructurales drásticos, las redes neuronales comienzan a reorganizarse lentamente. La conectividad general disminuye y la degeneración de la materia blanca se hace más evidente.

Esta fase refleja el inicio de la vulnerabilidad cognitiva y explica por qué algunas funciones mentales pueden declinar mientras otras permanecen relativamente intactas.

Envejecimiento tardío: dependencia regional

Finalmente, a los 83 años aproximadamente, el cerebro entra en su última fase. La conectividad global disminuye aún más y la actividad neuronal depende cada vez más de áreas específicas, en lugar de redes extensas. La plasticidad es limitada, y la función cognitiva depende de mantener activas las pocas conexiones robustas que permanecen.

Estos hallazgos muestran que la vida mental del cerebro humano está marcada por etapas claramente definidas, cada una con sus fortalezas y vulnerabilidades.

Desde la infancia hasta la vejez, el cerebro se adapta, reorganiza y optimiza su funcionamiento. El hecho de comprender estas fases puede ayudar a explicar diferencias individuales en aprendizaje, memoria y resiliencia cognitiva.

Según los investigadores, estas cinco edades del cerebro humano no solo reflejan cambios biológicos, sino también experiencias de vida que nos acompañan desde la niñez hasta la ancianidad.

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