Lectura fácil
En la era del consumo masivo y las compras online, cada vez más ciudadanos descubren que muchas de las supuestas “ofertas irresistibles” y rebajas esconden estrategias calculadas para aparentar descuentos mayores de los reales.
Durante los últimos años, las autoridades europeas y españolas han detectado un patrón preocupante: varios comercios online inflan los precios de sus productos poco antes de las temporadas de rebajas, para luego devolverlos casi a su importe original mientras los presentan como grandes chollos. Con esa maniobra, los consumidores creen estar ante reducciones significativas, cuando en realidad apenas existe diferencia alguna.
La respuesta europea ante falsas rebajas con un control tecnológico
Consciente de la magnitud del problema, la Comisión Europea ha puesto en marcha una herramienta digital denominada Price Reduction Tool. Se trata de un sistema diseñado para verificar en tiempo real si las ofertas que se anuncian durante periodos de alta demanda, como el Black Friday o las rebajas de invierno, respetan la normativa comunitaria sobre la presentación de precios.
Gracias a esta herramienta, los organismos de consumo de los diferentes países de la Unión pueden detectar irregularidades de manera inmediata. En España, la Dirección General de Consumo, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, ha utilizado el sistema con eficacia. En una de sus investigaciones sobre la campaña del Black Friday 2023, descubrió un caso paradigmático que ilustra cómo operan este tipo de engaños.
Entre el 18 y el 19 de noviembre de 2023, unas zapatillas deportivas se vendían por 29,99 euros. Apenas un día después, el 20 de noviembre, el precio subió repentinamente hasta los 48,95 euros. Llegado el 24 de noviembre, fecha exacta del Black Friday, el mismo producto volvió a ofrecerse “en rebajas” a 29,99 euros.
A simple vista, parecía una descontada de casi 19 euros, pero la realidad era otra: el precio ofertado como rebajado no era más que el mismo que tenía antes de la subida artificial. Desde el Ministerio de Consumo explicaron que estas maniobras inducen al error, creando en el comprador la falsa creencia de que está aprovechando una oportunidad única.
Los consumidores, víctimas de percepciones falsas
La Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN) también ha denunciado estas tácticas engañosas. Según un estudio realizado por la organización, los precios de algunos productos aumentaron notablemente justo antes de las rebajas de verano. Los incrementos llegaron a ser del 4 % respecto a los precios de tres meses atrás y del 1,52 % en comparación con los del mes anterior.
ASUFIN advierte de que estos movimientos generan la ilusión de una bajada de precios en las primeras semanas de, cuando en realidad los consumidores están adquiriendo artículos a costes iguales o incluso superiores a los habituales.
La normativa española es clara respecto a cómo deben presentarse los descuentos. Según el artículo 20 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, el precio rebajado solo puede calcularse sobre el importe más bajo que haya tenido el producto durante los 30 días anteriores al inicio de la oferta. Además, la ley obliga a mostrar siempre, junto al precio reducido, el importe anterior para que el consumidor pueda valorar el descuento real.
No hacerlo supone una infracción, ya que oculta información esencial y vulnera los derechos del comprador. Esta regulación pretende garantizar la transparencia y evitar que los comercios jueguen con los números para crear impresiones de ahorro inexistentes.
Sanciones y decisiones judiciales
El Ministerio de Consumo ha actuado con firmeza ante estos fraudes. En la última campaña de Black Friday, sancionó a siete empresas con multas de hasta 350.000 euros por simular descuentos falsos. De ellas, tres reconocieron haber incurrido en esas prácticas y aceptaron la sanción, mientras que las cuatro restantes optaron por recurrir ante los tribunales.
Sin embargo, la justicia ya ha comenzado a pronunciarse. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado en dos autos las decisiones del Ministerio, avalando así la actuación administrativa y dejando claro que las “falsas rebajas” son prácticas sancionables.
Hacia un consumo más transparente
El auge del comercio electrónico, las compras impulsivas y las campañas masivas como el Black Friday hacen imprescindible una mayor vigilancia. Las herramientas digitales, como la Price Reduction Tool, junto con la acción de las asociaciones de consumidores, son medidas clave para proteger a los ciudadanos frente a la manipulación comercial con falsas rebajas y ofertas engañosas.
Aun así, la responsabilidad final recae también en el propio consumidor. Comparar precios, revisar historiales y desconfiar de descuentos demasiado espectaculares son pasos básicos para evitar caer en ofertas engañosas. Al fin y al cabo, como recuerda el viejo refrán, las mentiras comerciales tienen las piernas cortas.
Añadir nuevo comentario