Un estudio determina el tipo de fauna vulnerable por envenenamiento en España

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17/09/2022 - 10:00
Jabalíes, fauna vulnerables

Lectura fácil

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB) y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), junto a la ONG portuguesa Palombar y al Parque Nacional de Monfragüe, estima por primera vez la fauna realmente expuesta al envenenamiento ilegal y concluye que el perro, el zorro y el jabalí figuran entre las especies más amenazadas.

El trabajo, publicado en la revista 'Biological Conservation', se basa en un experimento de campo a gran escala con cebos simulados distribuidos por los principales ecosistemas de la península Ibérica.

Sus resultados ayudarán a:

  • Conocer la verdadera dimensión del impacto del envenenamiento de fauna en los ecosistemas.
  • Mejorar las tareas de inspección de cebos y animales intoxicados en el medio natural.
  • Combatir con mayor eficacia esta seria amenaza para la biodiversidad.

El problema del envenenamiento de la fauna nos incumbe a todos

Los cebos colocados en el medio natural no son selectivos y actúan indiscriminadamente, por lo que pueden afectar de manera directa o indirecta (por envenenamiento secundario) a gran cantidad de animales, desencadenando una amplia cascada de mortalidad críptica de especies en los ecosistemas.

De hecho, se estima que tan solo se detecta una fracción muy pequeña de los casos de envenenamiento que ocurren en el medio natural.

Aunque esta alta mortalidad críptica era sospechada, no se había estimado su magnitud con precisión, es decir, la cantidad de fauna que puede verse realmente afectada en los ecosistemas o en cada evento de envenenamiento.

Los investigadores realizaron un experimento de campo a gran escala utilizando casi 600 cebos simulados distribuidos por los principales ecosistemas de la Península Ibérica, monitorizados con cámaras de fototrampeo.

Los datos obtenidos se analizaron usando técnicas estadísticas basadas en el criptoanálisis para estimar, a partir de la biodiversidad observada, la fracción de fauna no detectada, empleando ecuaciones similares a las desarrolladas por los matemáticos Ian G. Good y Alan Turing para descifrar el código secreto del ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial.

El estudio registró cerca de 3.100 individuos que consumían los cebos, y determinó que hasta 47 especies de vertebrados son susceptibles de envenenamiento en la Península Ibérica, desde pequeños roedores como ratones y lirones, a grandes depredadores como lobos, osos y grandes águilas, pasando por culebras, lagartos y otros reptiles.

Además, un 25 % de la fauna observada que consumió los cebos están catalogadas como amenazadas a nivel nacional o internacional.

El tipo de cebo y dónde se ubica, influyeron en la investigación

Las especies que más frecuentemente consumieron los cebos simulados -más susceptibles de envenenarse en consecuencia- fueron el zorro, el cuervo, el buitre leonado, la marta, la garduña, varias especies de ratones, el jabalí y el perro.

Además de revelar la identidad de la fauna susceptible de envenenamiento, el estudio desarrolla modelos estadísticos capaces de predecir el número de especies e individuos afectados en un evento de envenenamiento según el tipo de cebo utilizado y el hábitat donde se coloca. El estudio también muestra cómo el tipo de cebo y el hábitat donde éste se encuentre influyen en la identidad de las especies susceptibles de envenenarse.

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