La fauna silvestre, más cerca de las ciudades y la fauna urbanizada con riesgos por la falta de alimento

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
04/04/2020 - 07:15
La fauna silvestre se adentra en la ciudad

Lectura fácil

La fauna silvestre se pasea por las zonas urbanas, y es que la cuarentena por el COVID-19 ha dejado las calles vacías y sin a penas tráfico.

Y es que según señalan algunos expertos, explorar el entorno es un impulso intrínseco de la fauna, pues tienden a tener pánico al vacío. Por eso, cuando ven que hay un nicho disponible, lo ocupan.

Así que por eso, durante estos días se han podido ver cabras montesas en pueblos de Albacete, corzos paseando por Ciudad Real y hasta una familia de patos atravesando Zaragoza.

La fauna silvestre se adentra en las ciudades cuando nos toca quedarnos en casa

El espacio que normalmente ocupa el ser humanos ha quedado libre, y para ellos resulta muy atractivo, ya que cuentan con una amplia disponibilidad de alimento, es decir, la basura, y es un lugar seguro porque los depredadores naturales no están.

El caso es que los expertos afirman que, aunque ahora ni humanos ni animales se molestan, debido a que los primeros nos encontramos encerrados, muchos especies son peligrosas porque provocan accidentes de tráfico, y este problema puede agravarse cuando concluya la cuarentena.

La presencia de la fauna silvestre ocurre porque la naturaleza tiene un instinto de pánico al vacío. Según comentaba Jorge López Olvera, profesor del departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UAB, hasta en Chernóbil, tras el accidente nuclear la radioactividad no ha impedido que la fauna y la flora hayan conseguido desarrollarse en ese territorio abandonado.

Pero, tal y como afirman los expertos, en caso de alargarse esta situación, es posible que los daños vayan aumentando, con el consiguiente habituamiento a zonas urbanas y periurbanas.

Por otro lado, esperan que aumente el conflicto entre los animales silvestre y las personas al concluir el confinamiento, pero será algo breve.

Por ejemplo, la tolerancia de los jabalíes a las zonas urbanas, se desarrolla de manera transgeneracional, según van reproduciéndose van naciendo las crías en zonas más cercanas a las urbes.

El confinamiento podría propiciar las plagas que acabarían con las cosechas

Los investigadores indican que las consecuencias podrían haber sido mayores si la cuarentena se hubiera producido un par de meses antes. Y es que la temporada principal de caza mayor va de octubre a febrero, por lo que al estar concluida ya se tiene el control de poblaciones de determinadas especies.

Aunque la temporada del corzo está a punto de comenzar, y suponiendo que las restricciones duren solo unos meses las consecuencias no serán excesivas.

Pero con respecto a la caza menor, en el caso del conejo, la primavera si que podría propiciar estragos en cultivos en zonas en las que haya plaga. Dichas zonas sería Toledo, Zaragoza o el corredor de la A-6 en Castilla y León.

La fauna que ya está urbanizada corre peligro

Aquellos animales que viven en las ciudades, como los patos de los parques, las palomas o los pequeños roedores están viendo su alimentación escasa, ya que ellos comen los restos que tiramos los humanos.

Es por eso, que en diversas ciudades se han visto a los pavos reales paseando, o a una mamá pata con sus cinco patitos. Estos se salen de sus lugares habituales en parques y estanques porque deben de buscar alimento. Antes tenían a alguien que les daba de comer.

Por otro lado, los gatos semidomésticos que viven en colonias en parques lo van a pasar peor, pero siguen contando con el acceso a rodedores y aves.

Ya hay ayuntamientos que están permitiendo la alimentación de aquellos animales que viven en parques, pero el caso, es que cuando se alimentan a palomas o gatos, se mantienen niveles artificialmente elevados de una especie, lo que supone efectos negativos sobre otras.

Y así lo demostró un estudio científico, donde se calculó que cada año, las colonias de gatos que crecen sin parar y que cuentan con acceso a la calle, matan a millones de aves, roedores y minimamíferos solamente en EEUU.

Es cierto que el parón de la acción humana está dejando respirar a nuestro planeta, cosa que es muy beneficiosa para todos. Y está claro que el ser humano ha causado muchos estragos a la naturaleza y la biodiversidad.

Debemos respetar la fauna y cuidar de nuestros ecosistemas, aunque sepamos que entre todos realizamos un equilibrio que también es necesario, pero debemos de aprender a hacerlo de una manera sostenible y no agresiva.

Añadir nuevo comentario