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Lo que hasta hace poco parecía propio del mundo fantástico de Avatar ya es posible aquí en la Tierra. Un grupo de investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China ha logrado que ciertas plantas suculentas emitan luz sin necesidad de cables ni bombillas, gracias a un sistema que se recarga con la energía del sol.
Las plantas luminosas son un descubrimiento pionero
El estudio, publicado en la revista Matter y dirigido por Shuting Liu, documenta por primera vez plantas vivas capaces de generar luminiscencia multicolor visible tras exponerse únicamente a la luz solar. Y no se trata de un único tono: estas suculentas pueden emitir diferentes colores al mismo tiempo, creando un auténtico arcoíris luminoso.
La técnica empleada es sorprendente pero sencilla en concepto: los científicos inyectaron en las hojas diminutas partículas de aluminato de estroncio, el mismo tipo de fósforo que se usa en las pegatinas fluorescentes. Estas partículas absorben la luz y la liberan de manera gradual, ofreciendo un resplandor que puede durar hasta dos horas.
El equipo probó inicialmente con plantas de hojas finas, como la Dieffenbachia, pero los resultados fueron irregulares. Finalmente descubrieron que la estructura de la Echeveria ‘Mebina’, con hojas carnosas y canales intercelulares bien distribuidos, era perfecta para dispersar las partículas de manera uniforme. Según Liu, “en cuestión de segundos, una hoja completa se iluminaba”.
Diferencias con la ingeniería genética
A diferencia de otros experimentos anteriores, este trabajo no modifica el ADN vegetal. En lugar de alterar el genoma, se recurre a la inyección directa de materiales sintéticos, lo que permite obtener un brillo más intenso y una mayor variedad cromática: verde, azul, rojo, naranja e incluso blanco.
No todos ven el hallazgo con buenos ojos. El periodista Michael Le Page, en New Scientist, lo calificó de “truco barato” y lo comparó con prácticas cuestionables como teñir peces o pintar flores. A su juicio, si las plantas produjeran su propia luminiscencia biodegradable, el avance sería mucho más relevante.
Por su parte, Keith Wood, director ejecutivo de Light Bio, expresó en Nature su preocupación por la toxicidad potencial de estos materiales si fueran ingeridos y por sus efectos a largo plazo en los ecosistemas.
¿Un futuro iluminado por plantas?
A pesar de las críticas, los investigadores plantean un horizonte ambicioso: árboles capaces de sustituir a las farolas y servir como una alternativa de iluminación sostenible. Sin embargo, las limitaciones biológicas son evidentes: la fotosíntesis convierte menos del 2 % de la luz solar en energía útil, gran parte de la cual se destina simplemente a mantener viva la planta.
El experimento abre un campo prometedor, pero todavía queda un largo camino para saber si estas “plantas de luz” podrán algún día iluminar nuestras ciudades.
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