No al envenenamiento de conejos de monte

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13/04/2023 - 10:30
Conejos de monte europeo

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La organización ambiental WWF consideró “inaceptable” que algunos representantes del sector agrícola hayan propuesto el uso de veneno para terminar con los daños a la agricultura producidos por poblaciones de conejos de monte.

Para WWF, se trata de una propuesta con “alto impacto sobre la biodiversidad que no va a solucionar una cuestión compleja que debe abordarse holísticamente, aplicando varias medidas de prevención adaptadas a las circunstancias de cada zona y recuperando el equilibrio biológico”.

La polémica viene dada porque las poblaciones de conejo causan daños a cultivos en comarcas agrícolas, lo que genera graves pérdidas a la economía local. Por ello, algunas voces del sector agrario demandan medidas drásticas como el uso de sustancias de alto riesgo, como el fosfuro de aluminio, como una solución eficaz para el control de la especie.

Las poblaciones de conejos se deben controlar de manera sostenible, para cuidar de los ecosistemas

WWF mostró su oposición al uso de este producto por “su alta toxicidad” y su “nula selectividad”, al tiempo que indicó que puede conllevar “consecuencias muy graves para el ser humano y el medio natural”.

En 2019, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró el conejo de monte como especie en peligro en su área original de distribución, centrada casi exclusivamente en la Península Ibérica.

“Dicha declaración se basa en la reducción del tamaño de la población, con un descenso del 90 % en los últimos 70 años y un descenso del 70 % en la década de 2008-2018”, subrayó Ramón Pérez de Ayala, coordinador del proyecto PreVeCo para prevenir daños en la agricultura producidos por los conejos en Castilla-La Mancha y Extremadura, liderado por WWF España.

Pérez de Ayaña añadió: “Sin embargo, en ciertas zonas agrícolas donde el hábitat ha sido alterado, los conejos encuentran su paraíso y experimentan explosiones demográficas. Son zonas gravemente alteradas donde los depredadores no encuentran refugio y el conejo tiene alimento en abundancia”.

En estos escenarios es complicado aplicar soluciones a corto plazo, según WWF, ya que es necesario recuperar el equilibrio ecológico del hábitat y de las especies presentes para que exista una regulación natural de las poblaciones de especies como el conejo.

La aplicación de medidas de prevención, unidas a un incremento en la presión de capturas de conejos, pueden aliviar parcialmente los daños producidos, pero WWF descartó aplicar medidas drásticas y no selectivas como el veneno, que contribuyen a alterar los equilibrios biológicos.

“El uso del veneno en el medio natural es un delito ecológico al tratarse de un método no selectivo que amenaza a todo el ecosistema y cuyas consecuencias para la biodiversidad desaconsejan su uso en la gestión de explosiones demográficas de cualquier especie”, destacó Laura Moreno, responsable del Programa de Especies de WWF España.

Entre 2006-2007 y 2014, el uso indiscriminado de clorofacinona y bromadiolona en Castilla y León durante las explosiones demográficas cíclicas propias del topillo campesino produjeron la debacle de la perdiz roja, la liebre ibérica y la intoxicación de rapaces (como milanos reales, ratoneros, cernícalos), y carnívoros, (como zorros y comadrejas), tal y como demostraron estudios científicos que se llevaron a cabo posteriormente.

El veneno acaba perjudicando a otras especies necesarias en los ecosistemas naturales

Aunque el fosfuro de aluminio está autorizado por los Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Sanidad en condiciones muy controladas, en áreas no agrícolas y por personal profesional especializado, es una sustancia altamente tóxica para el medio ambiente y para el ser humano.

“Su uso garantiza la muerte de cualquier animal que entre en contacto con la fosfina, el gas en el que se transforma esta sustancia. Dado que el uso de este compuesto implica su aplicación enterrándose en los túneles o madrigueras, su especificidad es imposible de controlar”, indicó Moreno, quien señaló que las madrigueras de conejos pueden ser ocupadas por anfibios, reptiles o mamíferos como tejones y zorros.

Por este motivo, WWF avisó de que actuará legalmente contra quien cause la muerte de cualquier especie protegida al usar este producto. “Desde WWF apostamos por medidas preventivas y una restauración de los hábitats agrarios”, concluyó Pérez de Ayala, que mencionó que para controlar los conejos se pueden usar los vallados perimetrales, los pastores eléctricos o los ahuyentadores como métodos de prevención de daños.

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