Sin inversión en infraestructuras no hay crecimiento ni desarrollo económico

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15/04/2020 - 08:00
La necesaria inversión en infraestructuras en el tercer mundo.

Lectura fácil

Nuestro planeta cuenta con numerosos retos por delante y así lo marca la Agenda para el Desarrollo sostenible 2030 que cuenta con un total de 17 objetivos. Pues bien, el objetivo número 9 tiene como pilares la industrialización, la innovación y la inversión en infraestructuras.

Los motores para el crecimiento y el desarrollo económico pasan por impulsar a las economías menos desarrolladas a realizar inversiones que favorezcan su mejora económica.

Inversión en infraestructuras básicas en países en desarrollo

En todo el mundo, unos 2.500 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de saneamiento, pero es que unos 800 millones de personas tampoco tienen acceso al agua.

Esto es una realidad en la que hay que trabajar para reducir esta desigualdad motivada por la ausencia de infraestructuras básicas en algunas zonas del mundo.

En el mismo sentido, es imprescindible que un país cuente con una red de carreteras, saneamientos, energía eléctrica y agua, así como acceso a tecnologías de la información y la comunicación. Aunque es cierto que son muchas las economías que todavía no cuentan con estos elementos.

Para que te hagas una idea, según datos oficiales de la ONU más de mil millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios de telefonía fiables.

La industrialización es necesaria para salir de la economía de subsistencia

Otro objetivo muy importante al que tienen que llegar todos los países es a mejorar la productividad, ya que solo el 30% de la producción agrícola de los países en desarrollo pasa por algún proceso industrial. Esto quiere decir que el 70% de los productos se cultivan para su consumo directo, economías de subsistencia.

Por esta carencia de industria, por ejemplo, en algunos países de bajos ingresos del continente africano, las limitaciones de infraestructuras reducen la productividad de las empresas en alrededor del 40%.

La importancia de la industria es tal que cada empleo generado crea 2,2 empleos en otros sectores. De ahí la necesidad de promover una industrialización inclusiva y sostenible de aquí a 2030, aumentar significativamente la contribución de la industria al empleo y al producto interno bruto.

Actuar frente a la inacción

De acuerdo con los expertos, no hacer nada para poner fin a la pobreza en el mundo tendría consecuencias peores también en el medio ambiente. Y es que la inversión en realizar mejoras en la industria contribuyen a un uso más eficiente y sostenible de la energía, reduciendo su impacto en el medio ambiente.

En resumen, sin inversión no hay crecimiento y desarrollo económico. Los países pobres no pueden salir de la pobreza si ni siquiera cuentan con servicios básicos como la luz eléctrica o el agua corriente.

Son los países desarrollados los que al contar con mejores medios económicos pueden ayudar a reducir las desigualdades y fomentar que el resto del mundo se quede rezagado.

En este contexto mundial, apostar por la innovación como respuesta y los avances tecnológicos y la investigación, son esenciales.

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