Tras dos años de pandemia la mortalidad global por covid se encuentra en su punto más bajo

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21/04/2022 - 09:39
Una sanitaria pone el EPI a otra para recoges test de Covid-19 en el Centro de Salud Universidad, el 21 de diciembre de 2021

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Los datos oficiales indican que el Covid-19 se ha llevado la vida de alrededor de 5,5 millones de personas en todo el mundo a lo largo de los dos últimos años.

Pese a que actualmente, la mortalidad global por covid se encuentra en su punto más bajo, esa cifra de fallecidos podría ser sensiblemente más elevada, según defienden diversos estudios científicos que apuntan a que, en el peor de los escenarios, el virus habría provocado ya cerca de 20 millones de muertes.

Repasamos la evolución de la incidencia.

Los investigadores advierten que hay tantas incertidumbres que sigue siendo casi imposible sacar conclusiones firmes sobre la tasa de mortalidad global por covid

Conocer la dimensión real de los fallecimientos provocados por el coronavirus es una tarea ardua debido entre otros factores a la opacidad de algunos países que o bien no proporcionan datos o los que dan son poco fiables, como en el caso de China, que desde el inicio de la pandemia apenas ha notificado 5.000 muertes por covid.

Pero lo cierto es que actualmente, la mortalidad global por covid se encuentra en su punto más bajo.

El 26 de enero de 2021 fue el día en el que murieron más personas a nivel global por la covid-19. Esa jornada se contabilizaron 14.783 fallecidos en todo el mundo. Estábamos en plena tercera ola. Las primeras navidades tras el inicio de la crisis sanitaria habían disparado el número de casos y tres semanas después la curva de muertes se desbordaba. Fue uno de los momentos más duros de la pandemia.

Ahora, 15 meses después, la mortalidad global por covid  bajó el 18 de abril hasta 2.578, la menor cifra en los últimos 25 meses. El mundo no afrontaba un número de muertes por el Sars-Cov-2 tan bajo desde el 27 de marzo de 2020, justo cuando comenzaba la pandemia. 

Estar detrás en la curva les da a los países más tiempo para prepararse para un brote y aprender de los errores de los demás

Por ejemplo, al principio Países Bajos solo contaba a los positivos en coronavirus que fallecían en hospital mientras Bélgica incluía a también a quienes tenían síntomas.

Ni siquiera la información extraída de los documentos de excesos de mortalidad aseguran un dato certero debido a que no tienen en cuenta con los cambios estructurales de la población. Entre ellos, el del incremento del grupo de la tercera edad. 
Nature recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está ya trabajando en una primera estimación global más certera de la mortalidad global por covid, pero, a la espera de que se complete, las investigaciones más exhaustivas provienen de institutos, universidades e incluso medios de comunicación. En este sentido, la revista británica The Economist ha realizado un estudio sobre el número real de fallecimientos por coronavirus en el mundo en el que defiende que el montante es entre 2 y 4 veces mayor que el que se desprende de las cifras oficiales.

La bajada en picado tras el pico de la sexta ola

Lo que estamos viendo actualmente se explica por un motivo principal: la vacunación masiva. A finales de diciembre de 2020 comenzó la campaña de inmunización a nivel global (en España, el día 27). Tres semanas después, se alcanzó el pico de fallecimientos, pero a partir de ahí comenzó a bajar. Y aunque ha habido varios picos, la caída de la mortalidad global por covid ha sido progresiva, hasta alcanzar en este mes de abril el dato más bajo de toda la pandemia. 

Este descenso de mortalidad, coincide también con los datos positivos de ocupación de UCI y ocupación hospitalaria. Esa mejoría de la situación, junto a la amplia vacunación, han provocado que buena parte de los países del mundo hayan relajado sus medidas preventivas. Reino Unido y Dinamarca fueron los primeros que lo hicieron en Europa, pero prácticamente la inmensa mayoría les ha seguido en esa vuelta a la vida prepandémica. 

Y recuerda: también es una consecuencia directa de que las vacunas funcionan y que el virus hace cada vez menos daño a las personas a las que contagia. 

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