Solo 2 de cada 10 niños pobres acceden a campamentos de verano con comida

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23/06/2025 - 17:30
Niños en un comedor

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Cada verano, mientras miles de menores disfrutan de campamentos de verano, viajes y actividades al aire libre, una gran parte de la infancia en España queda al margen del ocio educativo, el descanso e incluso la alimentación básica.

Así lo refleja un informe de la ONG Educo, que acaba de presentar los resultados de una encuesta realizada a 2.316 familias con hijos e hijas de entre 6 y 13 años. El estudio evidencia una situación de desigualdad estructural que vulnera derechos esenciales de la población infantil en situación de vulnerabilidad.

Los campamentos de verano solo al alcance de unos pocos

Según los datos recogidos, solo el 21,7 % de los niños y niñas procedentes de hogares con escasos recursos participan en campamentos de verano de verano donde reciben al menos una comida completa y nutritiva al día. La proporción aumenta ligeramente al 36,2 % en el caso de aquellos que durante el curso reciben becas comedor, a pesar de tratarse de un colectivo oficialmente identificado para recibir apoyo alimentario.

La mayoría de estos menores, por tanto, quedan desatendidos durante los 80 días de vacaciones escolares, sin garantías de acceder a una alimentación equilibrada. Para Educo, esta realidad representa una grave vulneración de derechos básicos para la infancia en riesgo de pobreza.

Una cobertura insuficiente durante el verano

Incluso para aquellos que logran acceder a campamentos de verano o actividades estivales que incluyen alimentación, la duración media de la experiencia no llega a superar los 15 días, según refleja la misma encuesta. Esto supone que, para muchos niños y niñas, quedan más de dos meses sin cobertura adecuada durante el verano, un periodo en el que, a menudo, sus familias deben continuar trabajando y no pueden garantizarles ni supervisión ni los recursos básicos.

El informe señala que la principal razón de esta exclusión sigue siendo la falta de recursos económicos. En los hogares con menos ingresos, el 45,23 % de las familias indica que no puede permitirse pagar colonias o actividades organizadas, como campamentos de verano, una cifra que desciende al 20,71 % en las familias con una situación financiera más favorable. A esta barrera se suman otras, como la escasez de oferta en la zona (25,2 %) o la incompatibilidad de estos servicios con los periodos de vacaciones familiares o la ausencia de una red de apoyo sólida.

Por esta situación, casi 6 de cada 10 niños y niñas de familias con menos recursos no participan en ninguna actividad organizada durante el verano, incluidos campamentos de verano. Esto no solo afecta a su descanso y a su alimentación, sino también a su desarrollo emocional, social y escolar. “Cuando vuelven al colegio en septiembre y no tienen nada que contar, se sienten diferentes, menos importantes. Es como si la sociedad les estuviera diciendo que divertirse solo es para quien puede pagarlo”, señala Orenes.

La encuesta señala que más de un 6,9 % de los niños y niñas en España —casi 550.000 en total— no pueden permitirse comer carne, pescado o un equivalente vegetal rico en proteína cada dos días. Esta cifra se ha multiplicado por cuatro en los últimos 20 años, según datos del INE. Al mismo tiempo, la pobreza infantil sigue estancada desde hace más de una década: uno de cada tres menores vive en riesgo de pobreza o exclusión social.

Vacaciones: un privilegio para pocos

A esta realidad se añade la falta de vacaciones para muchos. Mientras que solo un 5,97 % de los hogares con ingresos elevados no puede irse de vacaciones ni un día al año, esta cifra llega al 38,08 % en familias con menos recursos. Salir de la ciudad, cambiar de ambiente y estar en contacto con la naturaleza son experiencias vitales para la infancia, pero siguen estando fuera del alcance de muchos.

Desde Educo advierten que esta situación no debería asumirse como algo normal ni como una simple consecuencia de la crisis económica de cada familia. “Hablamos de derechos básicos, no de privilegios. El acceso a una alimentación adecuada, al ocio educativo y al descanso es esencial para garantizar el crecimiento, la igualdad y el bienestar de todos los niños y niñas”, destaca Orenes.

Una campaña para visibilizar la realidad

Bajo el lema “No queremos dar pena, queremos darles de comer”, la organización lanza una nueva campaña que da protagonismo a las cocineras escolares, testigos directos de cómo para muchos hogares el comedor escolar es la única manera de garantizar que los niños reciban al menos una comida nutritiva al día.

Desde 2013, Educo ofrece su programa de Becas Comedor, que ya ha garantizado más de 5,7 millones de comidas en colegios y durante el verano. Ahora pide que estos apoyos sean estables y lleguen a todos los niños que los necesiten durante todo el año, cumpliendo con la Garantía Infantil Europea.

La ONG plantea que todos los menores en riesgo de pobreza tengan acceso gratuito al menos a dos semanas de actividades de verano con comedor incluido, como campamentos de verano. También insiste en la necesidad de datos actualizados para adaptar las ayudas donde hacen falta.

“La infancia tiene derecho a alimentarse bien, a jugar y a recibir cuidados en igualdad de condiciones. No podemos seguir mirando a otro lado año tras año”, concluye Orenes.

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