Todo este tiempo de pandemia ha causado un grave deterioro en las demencias y enfermedades de personas mayores

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18/04/2021 - 11:00
Mujer mayor / Pixabay

Lectura fácil

Las personas mayores son quienes más han sufrido el azote de la Covid-19 y quienes llevan más de un año encerrados en sus casas o residencias, sin besos ni abrazos, por evitar contagiarse del virus. Sin embargo, el aislamiento ha traído serias consecuencias a su salud.

La cara 'B' de la pandemia: Sus consecuencias en el colectivo de personas mayores

Cuando muchos mayores de 65 años siguen sin estar vacunados contra la Covid, sus médicos confirman que el impacto de la pandemia se traduce en "demencias descompensadas", "más vulnerabilidad" y elevadas cotas de "dependencia".

Aunque el efecto más grave, destacan en las sociedades de geriatría y gerontología, es el agravamiento de las enfermedades crónicas fruto de la falta de control médico durante un año. 

Varios trabajos científicos corroboran la grave repercusión en la salud física, a nivel de deterioro funcional y también mental en los mayores. Así como una mayor mortalidad a causa del aislamiento social que se les ha recomendado que hagan para no contagiarse del coronavirus.

Cerca del 5 % de la población mayor tendrá demencias

Habrá un incremento de personas con demencia entre los mayores de 65 años. En concreto, la prevalencia es de un 5 %. Eso son muchísimas personas, 500.000 en España, a los que este tiempo les ha supuesto un aumento de trastornos de comportamiento, más dificultades de dormir, confusión, nerviosismo, y mayor agresividad.

Para los cuidadores principales, las consecuencias que los mayores están sufriendo han sido una tragedia auténtica.

El miedo a ir al hospital y la saturación de los centros de Atención Primaria, desbordados por la gestión de la pandemia, ha traído retrasos en el diagnóstico y los cuadros clínicos llegan más agravados, explican sus médicos.

Ahora el problema que afrontan es unas listas de espera enormes en patologías tan sencillas o dominadas como las cataratas o las prótesis de rodilla y cadera. Así como en la rehabilitación de postquirúrgica, lo que implica una grave merma en su calidad de vida y acorta el tiempo de supervivencia.

Es fundamental ver a la familia, a los amigos, mantenerse activo físicamente ni tener una soledad no deseada

A nivel psicológico, la situación ha traído a los más mayores ansiedad, insomnio y depresión. Los mayores han perdido el contacto con la familia, con el barrio, con sus grupos de aficiones, y aunque no nos guste recetamos ahora más hipnóticos y antidepresivos. Principalmente a personas que vivían solas cuando llegó el confinamiento, viudos o viudas, y a quienes arrastran más carga de enfermedades o dependencia.

El aislamiento de la pandemia del coronavirus ha tocado de forma directa al corazón del envejecimiento saludable. Tanto es así que se ha acortado la esperanza de vida en España en un año.

Los médicos creen que urge acelerar la vacunación de los mayores de 65 años y devolverles la confianza en la asistencia médica, para la que piden refuerzos dado que con ellos no funciona la teleasistencia. 

A sus pacientes les recomiendan lo primero no rechazar vacunas, que están absolutamente testadas, y retomar el contacto con sus médicos para poner al día descompensaciones crónicas y vigilar nuevos problemas.

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