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El Ministerio de Trabajo ha decidido revisar a fondo el sistema de registro horario con el objetivo de reforzar la lucha contra los incumplimientos en materia de jornada laboral. Aunque esta nueva reforma se encuentra en fase de audiencia pública, los últimos datos de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social demuestran que el control sobre las empresas ya se ha intensificado en los últimos años, con un incremento notable tanto de las actuaciones como de las sanciones impuestas.
Crece la presión sobre las empresas y la jornada laboral
Durante 2024, la Inspección de Trabajo realizó 35.500 actuaciones relacionadas con el control del tiempo de trabajo, un 7,68 % más que en 2023. Estas intervenciones estaban destinadas a comprobar que las compañías respetan los límites de la jornada laboral, las horas extraordinarias, los descansos y las vacaciones, además del cumplimiento del registro de jornada obligatorio.
De esas inspecciones se derivaron 9.500 requerimientos a diferentes empresas y se detectaron 11.945 infracciones, lo que dio lugar a multas por un total de 15,2 millones de euros, un 9,5 % más que la cuantía reclamada el año anterior. La cifra refleja la firme intención del organismo de mantener su vigilancia sobre la jornada laboral, que afecta de manera directa a la calidad del empleo y al bienestar de los trabajadores.
El refuerzo de las inspecciones sobre la jornada laboral no es reciente. Desde 2016, la Inspección de Trabajo sigue una instrucción específica para vigilar más de cerca este tipo de infracciones. Actualmente, las actuaciones en esta materia representan un 21,8 % del total de la actividad inspectora en prevención de riesgos laborales, un 26,5 % de los requerimientos emitidos y casi la mitad (47,8 %) de las infracciones detectadas en 2024.
Dentro de estas actuaciones, las horas extraordinarias han adquirido un protagonismo especial. Durante 2024, se detectaron 986 infracciones en este ámbito, lo que supuso 2,02 millones de euros en sanciones, un 25% más que el año anterior.
El registro de jornada, en el punto de mira
Desde 2019, todas las empresas están obligadas a registrar el tiempo de trabajo de sus empleados, una medida orientada a evitar abusos en la realización de horas extra. En 2024 se realizaron más de 9.000 actuaciones para comprobar el cumplimiento de esta obligación, con multas cercanas a los tres millones de euros, una ligera caída del 2,5 % respecto a 2023.
No obstante, el Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, pretende reformar el sistema de registro horario para dotarlo de mayor capacidad de control. El objetivo es claro: aflorar las horas extraordinarias no remuneradas que se realizan cada semana en miles de empresas españolas. Según la Encuesta de Población Activa del INE, se efectúan casi tres millones de horas extra no pagadas de manera semanal, un volumen que supone una pérdida económica significativa para los trabajadores y para el sistema.
Además del control de la jornada, la Inspección de Trabajo desplegó un plan de choque contra el fraude en los contratos a tiempo parcial, un ámbito donde también se detectan irregularidades vinculadas al número de horas efectivamente trabajadas.
Gracias a las actuaciones de 2024, 29.000 trabajadores vieron ampliadas sus jornadas tras comprobarse que, en realidad, estaban trabajando más horas de las que marcaban sus contratos. A esta cifra se suman 12.900 empleados adicionales que aumentaron su jornada como resultado de inspecciones ordinarias. Los inspectores constataron que este tipo de fraude se produce en prácticamente todos los sectores económicos, lo que ha llevado a reforzar las campañas de control.
Nuevas líneas de actuación hasta 2028
El plan estratégico de la Inspección de Trabajo para el periodo 2025-2028 establece como prioridades el control del tiempo de trabajo, las horas extraordinarias y el registro de jornada laboral. En sus directrices se recoge la elaboración de nuevas reglas de detección y control de incumplimientos, con el propósito de mejorar la eficacia de las actuaciones y aumentar los resultados.
El documento destaca que no basta con mantener el ritmo actual de inspecciones, sino que es necesario optimizar los métodos para detectar prácticas irregulares, especialmente aquellas relacionadas con la ocultación de horas extra o la falta de compensación adecuada.
El ámbito salarial también ha sido objeto de atención prioritaria. En 2024, las actuaciones relacionadas con la verificación del pago de los salarios representaron el 19,7% de la actividad de la Inspección en materia de relaciones laborales.
En total, se realizaron 25.500 actuaciones vinculadas al control de las condiciones salariales, que dieron lugar a multas superiores a los 10 millones de euros. A estas se sumaron otros 10,5 millones en sanciones por infracciones relacionadas con salarios, recibos y finiquitos, procedentes de inspecciones ordinarias. Estos datos evidencian que, junto al registro de jornada, la vigilancia del cumplimiento de las obligaciones salariales se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la actuación inspectora.
Un año de mayor control y reformas en marcha
Los datos de 2024 ponen de relieve el fortalecimiento de la Inspección de Trabajo como herramienta de garantía laboral. A la espera de que se apruebe la reforma del registro horario, el Gobierno busca ampliar las capacidades del organismo para asegurar que cualquier jornada laboral respeta la legislación y que los trabajadores reciban una compensación justa por su tiempo.
El refuerzo de las inspecciones, el aumento de las sanciones y la próxima reforma legislativa confirman una misma dirección: reforzar la transparencia y la legalidad en el tiempo de trabajo en España.
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