5 pasos para fortalecer las relaciones y el bienestar de los alumnos

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21/10/2025 - 14:00
El bienestar, las relaciones y los alumnos

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Los vínculos sociales son un pilar esencial para el bienestar. Así lo demuestra un estudio realizado por la Universidad de Harvard que determina que la calidad de las relaciones influye directamente en la salud física y mental y en la felicidad. Las investigaciones muestran que los niños se desempeñan mejor en momentos importantes después de recordar experiencias positivas, ya que esto genera un sentido positivo de sí mismos.

Las relaciones: Un antídoto para la conexión

“En un mundo que nos puede sobre estimular, un antídoto puede ser la conexión: comenzando por nosotros mismos, extendiéndose a los demás y arraigándose en las comunidades a las que pertenecemos. A través de pequeños hábitos intencionados y relaciones genuinas, desarrollamos resiliencia, empatía y un fuerte sentido de pertenencia que nos ayuda a prosperar”, explica Carol Coleman, directora de Apoyo al Estudiante de The British School of Barcelona.

“Nuestro papel como educadores es ofrecer experiencias que ayuden a los alumnos a conectar entre ellos y a sentirse parte de una comunidad. Esa sensación de pertenencia les aporta seguridad, les anima a expresar sus emociones y ayuda a crear un entorno de aprendizaje seguro en el que los alumnos pueden tomar riesgos y desarrollarse plenamente.”

5 claves para fomentar el bienestar a través de la conexión

The British School of Barcelona comparte cinco recomendaciones para fomentar el bienestar a través de los vínculos sociales y relaciones de calidad entre los niños y adolescentes:

1. Reforzar la identidad personal: Conocerse y ser fiel a uno mismo es la base para construir relaciones significativas. Cuando enseñamos a los niños y jóvenes a identificar sus valores fundamentales y a establecer límites saludables en las amistades, les estamos enseñando a relacionarse desde el respeto mutuo y la empatía. Sentirse parte de una comunidad que los valora fortalece la seguridad personal y los anima a querer apoyar a otros para que también se sientan incluidos. Cada amistad es una oportunidad para descubrir nuevas cualidades en uno mismo y reconocer en los demás aquello que conecta con nuestra propia forma de ser.

2. Encontrar a su gente: La calidad importa más que la cantidad. Por ello, es muy importante que los niños y adolescentes entiendan qué hace que una amistad sea auténtica, cómo reconocer si una amistad es buena para ellos, y saber distinguir entre entre los buenos y los grandes amigos. Las relaciones basadas en el apoyo y la confianza mutua crean un espacio seguro para compartir y abrirse con sinceridad. En una etapa que es clave para el desarrollo de la autoestima, contar con amigos que les hacen sentir vistos, escuchados y valorados convierte esas relaciones en vínculos más profundos y duraderos.

3. Equilibrar el mundo digital y el mundo real: La tecnología ofrece la posibilidad de conectar con personas que comparten intereses comunes, pero las redes sociales también pueden tener un impacto emocional generando a veces tristeza o sensación de exclusión, así como la presión de tener que responder inmediatamente. Es importante ayudar a los niños y adolescentes a reflexionar sobre las diferencias y similitudes entre las amistades en línea y en persona, y que aprendan a poner límites al uso de internet. Mantener un equilibrio entre el mundo digital y el real les ayudará a sentirse presentes, seguros y con los pies en la tierra.

4. Fomentar la ciencia de la bondad: La amabilidad y la generosidad ayudan a construir comunidades más fuertes, solidarias e inclusivas, crean un impacto duradero, y enseñan a valorar y cuidar a quienes nos rodean. En la vida escolar, esto se traduce en pequeños gestos de bondad cotidianos, como decir una palabra amable, aprender a compartir, incluir a todos para que nadie se sienta excluido, u ofrecer ayuda cuando alguien la necesita. Desde el punto de vista emocional, la amabilidad tiene un impacto positivo en el propio bienestar, y por eso ser amable con uno mismo y establecer límites saludables permite cuidarse mientras seguimos mostrando bondad hacia los demás.

5. Impulsar la acción solidaria: Colaborar en proyectos comunitarios o sostenibles ofrece a los niños una experiencia única para conectar emocionalmente con las personas que reciben apoyo y actuar desde la empatía. Es fundamental ayudar a los niños a identificar las causas que les apasionan y pensar en formas prácticas de empezar a marcar la diferencia en su propia comunidad. Participar en proyectos de servicio va más allá de la ayuda práctica: Los alumnos aprenden a escuchar y valorar distintas perspectivas, adquieren habilidades útiles para la vida y el liderazgo. Es importante ayudar a los jóvenes a reflexionar sobre cómo su talentos y fortalezas pueden generar un impacto positivo en quienes les rodean.

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