Slow sex, una solución al estrés diario

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16/02/2022 - 20:00
El slow sex soluciona el estrés

Lectura fácil

El estrés al que estamos sometidos en nuestra vida cotidiana impide que dediquemos el tiempo a cuidar de nosotros mismos. Apenas tenemos tiempo para ir al cine o pasar una tarde con amigos/as, pero puede ocurrir algo más grave: que el estrés o la falta de tiempo nos impidan practicar el sexo. El slow sex nos ayudará a resolver este problema.

Un reciente estudio realizado por la empresa de juguetes eróticos Lelo concluye que “7 de cada 10 españoles dedican menos tiempo del que les gustaría a disfrutar de su vida sexual solo o en pareja”, debido a las preocupaciones de la vida diaria. En resumen: no solo tenemos sexo con menor frecuencia, sino que cuando lo hacemos también le dedicamos menos tiempo.

Los datos del estudio indican que las parejas no invierten tiempo en sus relaciones. Y esto es un error que puede ser perjudicial para la salud. Numerosos estudios han señalado los beneficios del sexo saludable, pero también los inconvenientes de hacerlo en estado de estrés. Este último caso puede afectarnos de forma negativa, tanto física como psicológicamente.

En el plano físico puede desencadenar dolores de cabeza, cansancio generalizado y tensión muscular, además de producir insuficiencia de erección, ausencia de secreción vaginal o eyaculación precoz

Sexo y estrés

Los efectos negativos de tener relaciones sexuales con estrés podrían solucionarse con la práctica del slow sex. “Vivimos en la era de la inmediatez y de las prisas. Lo queremos todo en el momento y eso también incluye al orgasmo”, indica Valérie Tasso escritora, sexóloga y embajadora de Lelo a cuidateplus.marca.com.

En la actualidad es común que las relaciones sexuales sean rápidas y centradas en el fin de llegar al orgasmo. Sin embargo, la práctica del slow sex consistiría en soltar el acelerador y pisar el freno. Se trataría de disfrutar del sexo de otra forma: los preámbulos, tocarse, explorarse y jugar sin pensar en el tiempo.

En palabras de Valérie Tasso, existe "una creencia errónea y muy extendida que asegura que el fin último del sexo es llegar orgasmo, y si no lo conseguimos damos la relación sexual por fracasada. Esta sensación hace que, en ocasiones, algunas personas -sobre las mujeres- se sientan presionadas a la hora de alcanzar el clímax”.

Esta situación, según Tasso, “puede ser totalmente contraproducente, ya que hace que nos centremos en el orgasmo y no en el disfrute del momento”. 

La misma sexóloga ha explicado que a su consulta acuden “muchas mujeres que se quejan de no llegar siempre al orgasmo”, lo que ve como “algo preocupante”. Dice que “muchas veces se trata de una circunstancia puntual (debido al cansancio, el estrés, etc.), pero crea un problema donde no lo había”.

El estudio de Lelo también revela que, en el caso concreto de las mujeres, “casi un 80 % de las encuestadas prefiere tomarse su tiempo durante la masturbación y disfrutar del momento” y que un porcentaje similar “elige también el sexo lento con otras personas sobre el rápido”. Sin embargo, la realidad es que la mitad de las veces, y en contra de lo que aseguran preferir, sus relaciones son rápidas.

Los resultados del estudio de Lelo entre los hombres encuestados fueron similares a los de las mujeres. Esta situación respalda la teoría de que el estrés rutinario provoca que también estemos estresados/as a la hora de mantener relaciones sexuales.

Las ventajas del slow sex

El sexo lento y relajado resulta más placentero, ya que lo disfrutamos cada minuto sin obsesionarnos con el orgasmo, que llega de forma natural.

El slow sex regala a quienes lo practican mejores sensaciones y más placer. Otra de sus ventajas es que los besos, caricias y demás juegos sexuales ayudan a cada miembro de la pareja a conocer mejor el cuerpo del otro, lo cual deriva en unas relaciones más placenteras y de mejor calidad.

El slow sex no es una práctica extraña ni misteriosa. Se trata únicamente de dar al sexo la importancia que merece. Si tenemos tiempo para ir de compras una tarde de sábado o pasarnos varias horas del fin de semana chateando con amigos y conocidos, también deberíamos tenerlo para regalarnos un sexo relajado, duradero y, en consecuencia, más placentero.

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