El 70 % de los españoles rechaza perder el teletrabajo y exige flexibilidad laboral

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06/07/2025 - 13:30
Chica teletrabajando con su ordenador

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Según recientes encuestas laborales, siete de cada diez españoles se negarían a aceptar que su empresa les retire el teletrabajo. Esta cifra refleja un cambio estructural en la mentalidad laboral del país, donde la flexibilidad y la conciliación han pasado a ser factores clave en la satisfacción y fidelización del talento.

Aunque el trabajo remoto se implementó de forma masiva por necesidad durante la pandemia, muchos empleados han descubierto en él beneficios que superan las expectativas iniciales: menos tiempo perdido en desplazamientos, mayor concentración, mejor equilibrio entre vida personal y profesional y, en muchos casos, mayor productividad.

La mayoría de los trabajadores en España apuesta por mantener el teletrabajo

El 70 % de los trabajadores españoles no aceptarían renunciar a sus días de teletrabajo, incluso si su empresa implementara cambios y mejoras en otros aspectos, mientras que el 80 % estarían incluso dispuestos a cambiar de empleo si su compañía eliminara esta opción.

Así se desprende del último informe sobre la situación actual del trabajo en remoto y la flexibilidad en España elaborado por la firma global de soluciones de talento Robert Walters, que refleja la diferencia de opiniones entre líderes y los miembros de sus equipos sobre la valoración del funcionamiento del teletrabajo.

En general, para los empleados, el trabajo en remoto es altamente valorado por los profesionales, sobre todo por el ahorro de tiempo en desplazarse a la oficina (78 %) y las posibilidades de conciliación (74 %). Sin embargo, no todo es positivo. Según el citado estudio, el 46 % de los profesionales considera que trabajar desde casa ha afectado a su visibilidad interna y a las oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.

La flexibilidad se convierte en una demanda prioritaria

Las empresas que se plantean volver a los esquemas 100 % presenciales se enfrentan a un nuevo dilema: el riesgo de perder trabajadores cualificados. La demanda de modelos híbridos o totalmente remotos ha crecido notablemente, especialmente en sectores como la tecnología, la comunicación y la consultoría. De hecho, algunos estudios indican que la posibilidad de teletrabajar puede influir tanto o más que el salario a la hora de aceptar una oferta laboral.

El rechazo de la plantilla a la retirada del teletrabajo no es solo una cuestión de comodidad. Muchos trabajadores afirman que regresar completamente a la oficina significaría retroceder en términos de derechos laborales conquistados durante los últimos años. Además, el teletrabajo también ha demostrado ser una herramienta eficaz para fomentar la inclusión, al facilitar el acceso a ciertos puestos para personas con discapacidad o con responsabilidades familiares.

Las empresas, ante el reto de redefinir sus políticas

Para las compañías, este cambio cultural plantea un reto complejo: mantener el compromiso y la productividad sin perder el control de sus equipos. Algunas organizaciones han apostado por modelos híbridos flexibles, estableciendo días presenciales obligatorios, pero ofreciendo libertad el resto de la semana. Otras, más conservadoras, han exigido el retorno total a la oficina, con consecuencias mixtas en cuanto a motivación y rotación de personal.

Lo que parece claro es que el modelo laboral pre-COVID ha quedado atrás. Hoy, la mayoría de los trabajadores valora más que nunca la autonomía y la confianza, y esperan que sus empleadores se adapten a esta nueva realidad. La resistencia a abandonar el teletrabajo no es una simple preferencia, sino un síntoma de un cambio profundo en la forma de entender el empleo en el siglo XXI.

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