¡Basta ya! Digamos NO a la violencia contra la mujer

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra anualmente el 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo preocupante: una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.

Hace cinco años, el movimiento #MeToo, fundado por Tarana Burke en 2006, provocó una movilización mundial que manifestó la urgente necesidad de prevenir y responder a la violencia contra las mujeres. Otros movimientos en todo el mundo como #NiUnaMenos, #BalanceTonPorc, #TimesUp entre muchos otros, también catalizaron el cambio.

Desde entonces, ha habido una sensibilización y un impulso sin precedentes para poner este tipo de violencia sobre las mesas de las agendas gubernamentales, con leyes y políticas, servicios esenciales y estrategias de prevención.

Pero al mismo tiempo se ha producido un incremento de los movimientos anti derechos, incluidos los grupos antifeministas, lo que ha provocado una reducción del espacio reivindicativo, una reacción contra las organizaciones de derechos de las mujeres y un aumento de los ataques contra estas activistas.

La importancia fundamental de erradicar la violencia contra la mujer

La violencia contra la mujer es un problema arraigado en la sociedad y que persiste a nivel global, manifestándose de múltiples formas: desde la violencia física y sexual hasta la discriminación y el abuso emocional.

Su erradicación es un imperativo moral y social, además de ser un derecho fundamental para el pleno desarrollo y bienestar de las mujeres.

Esta realidad adversa no solo impacta a las mujeres directamente, sino que tiene repercusiones más amplias en sus familias, comunidades y la sociedad en su conjunto.

Construcción de una sociedad igualitaria y justa

La eliminación de la violencia contra la mujer es un paso crítico hacia la construcción de una sociedad igualitaria y justa. Esta forma de violencia está arraigada en desigualdades estructurales de género, perpetuando patrones que denigran la posición y la dignidad de la mujer en la sociedad.

Al abordar y eliminar esta violencia, se fomenta un entorno más equitativo, permitiendo a las mujeres gozar plenamente de sus derechos, libertades y oportunidades. La igualdad de género no solo es un derecho humano básico, sino que también es esencial para lograr un progreso social y económico sostenible en todos los niveles.

La violencia de género también obstaculiza el acceso de las mujeres a la educación, la participación en la vida política y económica, y a su bienestar en general. Afecta su salud física y mental, limita su movilidad y libertad, y socava su capacidad para contribuir al desarrollo de la sociedad. La erradicación de la violencia contra la mujer es, por lo tanto, un pilar fundamental para la construcción de una sociedad donde todos los individuos, independientemente de su género, puedan vivir de manera segura y en igualdad de condiciones.

Prevención, concienciación y acción colectiva

La prevención de la violencia de género requiere una acción concertada en múltiples niveles. Es esencial el fomento de una cultura de respeto, igualdad y no discriminación desde edades tempranas. La educación en igualdad de género en las escuelas y en la sociedad en general es crucial para combatir los estereotipos y normas sociales perjudiciales que alimentan la violencia.

La concienciación y sensibilización del público sobre las consecuencias devastadoras de la violencia contra la mujer son fundamentales. Campañas educativas, así como el apoyo y la promoción de los derechos de las mujeres, son esenciales para eliminar la tolerancia a este tipo de violencia. Además, se necesita un enfoque legislativo fuerte que garantice la protección de las mujeres y castigue a los agresores.

Así las cosas, la erradicación de la violencia contra la mujer es un pilar esencial para la construcción de una sociedad justa, igualitaria y próspera. Requiere un esfuerzo colectivo, que involucre a gobiernos, organizaciones, comunidades y a cada individuo, con el fin de promover la igualdad de género y el respeto a los derechos fundamentales de todas las mujeres.

Apoyar e invertir en organizaciones y movimientos feministas fuertes y autónomos es fundamental para acabar con este tipo de violencia, de ahí que el tema de este año sea ¡ÚNETE! Activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. 

Llena con nosotros el mundo de color naranja para mostrar tu deseo de poner fin a la violencia de género.