El acoso callejero es un problema diario para las jóvenes de todo el mundo

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
25/11/2021 - 15:00
Mujer con una pancarta que dice: Yo exijo respeto callejero

Lectura fácil

La inseguridad en las calles es uno de los tantos obstáculos a los que se enfrentan las mujeres jóvenes y las niñas en sus ciudades. La ONG Plan Internacional así lo constata en la publicación del informe "Safer Cities for Girls", donde un 78 % ha asegurado haberlo sufrido en alguna ocasión en las calles, avenidas, plazas e inmediaciones de sus hogares. La inseguridad que provoca limita la libertad de movimiento de las adolescentes y menores, lo cual impide su normal participación en el espacio público de las metrópolis. 

Ante este problema, la ONG impulsará una Red de Ciudades Seguras que promuevan medidas contra el acoso callejero.

Por ciudades más seguras, inclusivas y libres de miedo y violencia de género

El programa de Plan Internacional se ha implementado durante dos años en Madrid, Bruselas, Barcelona, Amberes, Sevilla y Charleroi; y a él se han adherido recientemente nuevas ciudades como Alcobendas y Gante.

Debemos abogar por marcos regulatorios que luchen contra el acoso callejero desde un enfoque de prevención y sensibilización y que se concreten en planes de acción específicos, que cuenten con la financiación adecuada para garantizar que nuestras ciudades son espacios seguros y libres de violencia para las niñas y mujeres.

Impulsar una Red Estatal de Ciudades Seguras representará una oportunidad de abordar un problema desde la colaboración y el aprendizaje mutuo, y siempre de la mano de las niñas y jóvenes que recorren nuestras calles. Por eso, es importante que los ayuntamientos de todo el país se sumen a esta iniciativa y trabajar junto a las jóvenes para frenar el acoso callejero.

Las jóvenes se enfrentan a sensaciones que van desde la incomodidad hasta el miedo

La mitad de las chicas creen que el acoso callejero sucede con tanta frecuencia que ya están acostumbradas e incluso resignadas.

Un denominador común es que en todas las ciudades los acosadores son predominantemente hombres; los chicos suelen afirmar que actuaban en grupos o pandillas, en varios casos bajo la influencia del alcohol o de drogas.

Hostigamiento con comentarios sexuales, acoso verbal, incluidos silbidos y piropos, aproximaciones, acechos o seguimientos por las calles hacen que niñas y mujeres tengan que huir o esconderse, amenazas o exhibicionismo.

La mayor parte de las veces el acoso callejero se produce durante el transcurso de la vida cotidiana y con más frecuencia por la tarde y la noche. No obstante, en algunas ciudades es muy frecuente en los entornos de los centros escolares, con grupos de hombres que se reúnen o que bien pasan por allí para acosar o acechar a chicas. Tiende a ser, además, un comportamiento repetitivo que ocurre en los mismos lugares a las mismas horas. La organización advierte de que suele ser poco probable que los viandantes intervengan y que en algunos casos alientan, incluso, el acoso.

Esto es un problema social que hay que resolver porque las chicas deberían sentirse seguras en sus ciudades y no tienen por qué pasar miedo. 

Añadir nuevo comentario