El agua, un recurso geopolítico y arma de guerra en un mundo donde el 45 % de las personas carecen de ella

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06/04/2024 - 09:00
La falta de agua da lugar a la pobreza y a la guerra

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Este año Naciones Unidas adopta el lema ‘Agua para la paz’. En un mundo donde 3 600 millones de personas, el 45 % de la población mundial, carece de acceso y saneamiento, este elemento se convierte, cada vez más, en un recurso geopolítico y, en ocasiones, en un arma de guerra.

Es esencial abordar la crisis global del agua considerando factores como los conflictos, la migración y el cambio climático. Pablo Alcalde señala que en Gaza, el riesgo de un desastre de salud pública no se debe a la escasez, sino a cómo se controla el acceso para crear una crisis artificial. Por otra parte, en lugares como Siria y el Líbano, la aparición repentina del cólera se debe a una combinación de factores, principalmente el conflicto y el cambio climático. Las poblaciones que viven en condiciones insalubres, como campos de refugiados y zonas rurales, son las más vulnerables a esta enfermedad transmitida por el agua.

En 2023 se registró un nuevo caso de cólera cada 45 segundos, y se espera que este año la cifra de casos aumente en todo el mundo. Según Pablo Alcalde, “el mayor riesgo de estas epidemias radica en la falta de saneamiento e higiene, más que en la ingestión de las aguas contaminada. Por ejemplo, las uñas de un niño pueden contener miles de veces más bacterias fecales que un río contaminado. El virus del cólera es más común en las manos de una persona enferma que en el agua de un río contaminado, donde se diluye la concentración de virus”.

Cómo aborda Acción contra el Hambre la crisis del agua

“Entendemos la seguridad hídrica desde cuatro ejes de trabajo: la salud; la capacidad de resiliencia al cambio climático, la estabilidad o la paz y el desarrollo socioeconómico”, apunta Pablo Alcalde, y añade: “El 80 % de nuestros programas se centran en la salud, sobre todo en África y América Latina. Por ejemplo, el programa de babywash ha reducido significativamente la incidencia de la diarrea, la segunda causa principal de mortalidad infantil. Este programa aborda la higiene, el saneamiento ambiental y la calidad a nivel doméstico, cubriendo así tres vías de infección. Hemos logrado reducir en un 20 o 25 % la exposición a la diarrea en menores de 5 años”.

En términos de adaptación al cambio climático y resiliencia, Pablo Alcalde apunta: “En lugares como Filipinas y Sahel implementamos medidas de conservación para evitar su pérdida por escorrentía, permitiendo que se infiltre en el suelo y recargue los acuíferos subterráneos. Estas acciones no solo están orientadas a la adaptación al cambio climático, sino también a la conservación del agua superficial y la generación de biomasa, como pastos que absorben carbono atmosférico”.

Desde la perspectiva de la paz y la estabilidad, es crucial comprender y facilitar una buena gobernanza del recurso hídrico a nivel comunitario. Un ejemplo es el trabajo de Acción contra el Hambre en Hebrón, Cisjordania, donde colabora en el plan director con la Autoridad Palestina del Agua para garantizar el acceso en Cisjordania. En el Líbano trabaja con operadores públicos para mejorar la calidad del servicio. Fortalecer estas instituciones promueve la estabilidad y la calidad del servicio.

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