Lectura fácil
Beber alcohol, incluso en pequeñas cantidades, no es tan inofensivo como muchos piensan. Estudios recientes muestran que su consumo está relacionado con un mayor riesgo de hemorragias cerebrales, enfermedades del corazón y varios tipos de cáncer. La evidencia científica es clara: la opción más segura para la salud es evitar completamente esta sustancia.
Los riesgos más comunes del alcohol en el cuerpo
Los especialistas llevan años advirtiendo que no existe un consumo de alcohol completamente seguro. La opción más saludable para el organismo es evitarlo por completo, ya que se ha demostrado que esta sustancia está relacionada con la aparición de varios tipos de cáncer.
Además, no solo aumenta la probabilidad de desarrollar tumores, sino que también incrementa el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Además, incluso pequeñas cantidades pueden resultar perjudiciales para quienes creen que beber “moderadamente” es inofensivo.
Impacto en la salud cardiovascular
Según un informe de 2019 de la World Heart Federation, citado por la Fundación Española del Corazón, más de 2,4 millones de personas murieron a causa del consumo de bebidas alcohólicas, lo que representa el 4,3 % de todas las muertes en el mundo.
Los estudios muestran que el alcohol eleva el riesgo de enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, hipertensión, fibrilación auricular y aneurismas.
Por el momento no se ha encontrado evidencia que indique que un consumo moderado proteja frente a problemas del corazón, por lo que cualquier cantidad supone un riesgo.
Consecuencias para nuestro cerebro
Un estudio reciente realizado en Estados Unidos y publicado en la revista Neurology analizó a 1.600 pacientes hospitalizados por hemorragias cerebrales. Los resultados indicaron que quienes consumen tres o más bebidas alcohólicas al día sufren derrames cerebrales hasta 11 años antes que quienes beben poco o nada.
De media, estos pacientes padecían un ictus a los 64 años, mientras que los consumidores moderados o abstinentes lo hacían mucho más tarde.
El estudio también señala que las hemorragias en personas con consumo elevado suelen ser más extensas y profundas, afectando zonas críticas del cerebro. Esto aumenta casi al doble la probabilidad de que el sangrado llegue a los ventrículos cerebrales, elevando el riesgo de discapacidad grave y complicando el pronóstico.
Posible riesgo de cáncer
Además de sus efectos sobre el corazón y el cerebro, el alcohol está estrechamente vinculado al desarrollo de tumores. La Asociación Española contra el Cáncer indica que el consumo de esta sustancia incrementa la probabilidad de cáncer de boca, esófago, garganta, hígado, colon y mama. Se estima que alrededor del 12 % de todos los tumores tienen relación directa con la ingesta de bebidas alcohólicas.
La bioquímica molecular Dra. Emilia Gómez Pardo explica que el acetaldehído, un subproducto del metabolismo del alcohol, actúa como mutágeno, alterando el ADN y provocando mutaciones. A nivel global, esta sustancia es responsable de cerca del 5 % de los cánceres, causando aproximadamente 600.000 muertes cada año.
En general, la evidencia científica es bastante clara, y es que la mejor forma de proteger la salud es abstenerse completamente del alcohol.
Añadir nuevo comentario