España se apaga, la radio resiste y las terrazas se llenan en pleno apagón nacional

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29/04/2025 - 10:31
Dos personas escuchan la radio este lunes, durante el apagón en Ferrol (Galicia).

Lectura fácil

Ya no somos nadie sin electricidad. El mundo no se ha terminado aunque durante unas horas pareció que sí. Salir a pasear ayer en pleno apagón y ver a gente con sus radios a pilas reunidos en corrillos escuchando lo que estaba pasando, tengo que confesar, que me removió y me alegró muchísimo.

Nunca había vivido una situación como esta. Nuestros compañeros de la radio ayer, fueron imprescindibles. No hay mal que por bien no venga. Está claro que la venta de los transistores aumentará recordándonos a la famosa noche del 23F, "la noche de los transistores".

Se pueden caer todos los sistemas pero la radio nunca falla. Pensamos ahora en el kit que nos recomendaba la Unión Europea. Pero sobre todo, pensamos en el cariño y las llamadas de los oyentes recibidas ayer en la onda (desde aquí aprovecho para dar las gracias a todos los que trabajáis en radio, ayer fuisteis nuestro refugio y hoy os espera otra nueva maratón).

En medio de ese apagón casi absoluto, una luz se mantuvo encendida: la radio. Con pilas, en coches, en pequeños transistores olvidados en cajones, la radio volvió a ser lo que siempre ha sido en los momentos críticos: una guía, una voz amiga, un faro en la tormenta. Mientras todo se apagaba, ella seguía hablando, informando, acompañando.

28 de abril de 2025, el día en que nos fuimos a 'negro', el día en el que España se apagó

Para mí, lo de la radio es muy romántico, quien tenía una radio ayer, tenía un tesoro. Sin embargo, lo tremendo de todo esto es que seguimos sin saber qué ha pasado, cuál es el origen de todo esto.

Ayer, 28 de abril, España vivió uno de los apagones más impactantes de los últimos tiempos. De un momento a otro, todo se detuvo: las luces se apagaron, las pantallas quedaron en negro, las señales de móvil desaparecieron y el internet enmudeció. Las ciudades se sumieron en un extraño silencio eléctrico. Ya no era solo la oscuridad física, sino una desconexión total que nos dejó, por unas horas, fuera del mundo tal como lo conocemos.

Sin electricidad, sin cobertura, sin posibilidad de comunicarnos o informarnos, la incertidumbre se instaló en cada hogar. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué? ¿Hasta cuándo? Las preguntas flotaban en el aire, pero no había respuestas. Ni redes sociales, ni televisión, ni llamadas: el país entero parecía suspendido en una pausa forzada y desconcertante.

Ayer redescubrimos lo frágil que es nuestra dependencia tecnológica, pero también recordamos el poder de lo esencial. La radio nos unió cuando todo lo demás falló. En la más densa oscuridad, fue esa vela encendida que nos recordó que, aunque todo parezca detenerse, siempre hay una forma de seguir adelante, juntos.

Un 30 de octubre de 1938, la emisión radial de La guerra de los mundos de Orson Welles causó terror entre la población demostrando el poder de los medios de comunicación para crear una realidad paralela y consolidando el poder de la radio.

Con el apagón, la radio ha demostrado que sigue siendo uno de los medios de información más buscados en momentos de crisis y que su efecto es opuesto al que provocó Orson Welles en su día: evitar realidades paralelas y mantener a las personas en contacto con la realidad del resto de personas.

Y que el Apocalipsis nos pille de cañas (o en el parque)

La ciudadanía ayer fue ejemplar, daba gusto encontrarse con la gente por la calle porque lo alucinante de ayer también fue pasear y ver a todo el mundo disfrutar del buen tiempo, en las terrazas y jugando con los niños, sin móviles de por medio.

¿Sabíamos volver a casa sin GPS? ¿Podíamos leer sin el e-book? ¿Cómo se cocina sin vitrocerámica? Ante tantas incógnitas, España optó por una solución tan inesperada como natural: llenar los bares. Sí, con todo patas arriba, la respuesta fue salir a tomar algo. Con algo de efectivo en el bolsillo, uno podía sentarse a esperar el fin del mundo con una tapa de jamón y una cerveza fría.

Y, de pronto, todo nos recordaba a los veranos de los 80: calles llenas, música desde radiocasetes, conversaciones cara a cara.

En los parques se vivió otra postal inesperada: niños jugando en los columpios, pelotas rodando, bicicletas en acción... incluso alguna comba. Las familias redescubrieron el mundo analógico, y lo disfrutaron.

Y como suele ocurrir en cualquier rincón de España ante una situación extraordinaria, la gente salió a la calle. Con lo que tuviera en casa, o lo que lograra comprar en la única tienda abierta, montaron improvisadas reuniones vecinales. Hubo guitarras, canciones, bailes, animación espontánea desde los balcones. Sin saber qué pasaba ni cuánto duraría, lo cierto es que nadie se dejó llevar por el pánico.

La escena recordaba a aquel Madrid colapsado por Filomena, cuando la nieve cubrió las calles y la gente salió a esquiar o a enfriar latas en los bancos de nieve. Hay algo en el carácter español que, ante el caos, elige la risa, la improvisación y la tapa compartida.

¿Y qué pasa con los mayores? Con el apagón las personas mayores volvieron a estar a la altura. Los abuelos mostraron muchísima tranquilidad y ejercieron de conexión con toda la familia. Recogieron a los nietos de los colegios, de las escuelas infantiles, porque sus padres no llegaban colapsados en las salidas de las grandes ciudades. Las personas mayores volvieron a 'dar el Do de pecho'.

De 2020 a 2025 hemos vivido más capítulos históricos que en varias décadas. Y si algo hemos aprendido es que la calma, aunque forzada, es ya una forma de resistencia. Esta vez, en lugar de caer en el alarmismo o el vandalismo, respondimos como sabemos, con paciencia, con comunidad... y con cerveza.

Todavía queda mucho por recuperar la normalidad, sobre todo en el sector transportes

Aunque el suministro eléctrico se ha restablecido casi al completo en España, todavía existen incidencias en el transporte público. 

En su mayoría, las grandes ciudades son las que presentan más problemas: Rodalies en Catalunya no funciona y hay 1.000 personas en la estación de Sants esperando la llegada de un AVE. 

En Madrid, el metro sigue sin funcionar al completo y  cercanías en Madrid está al 50 % de su servicio. Los aeropuertos españoles sí están operativos pero están teniendo muchos cancelaciones.

¿Tenías que hacer algún trámite?: suspendidos los plazos procesales en toda España para el lunes y este martes

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha acordado la suspensión de los plazos procesales en toda España por el apagón sufrido este lunes, con efectos tanto para ayer como para este martes. Según ha informado el CGPJ, "esta suspensión no impedirá la válida realización de actos procesales urgentes e inaplazables o para la tutela de derechos fundamentales, o aquellos que puedan celebrarse con plenitud de garantías".

Además, ha aclarado que "cada órgano jurisdiccional valorará, en función de las circunstancias concretas, la conveniencia de suspender vistas y actos procesales señalados para el día de hoy". "La inasistencia de abogados, partes o personas obligadas a comparecer se presumirá justificada", ha subrayado.

Quizá este apagón se estudie algún día. Quizá no. Pero si algo queda claro es que, incluso en la incertidumbre total, España sabe cómo resistir.

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