La brecha digital no se va de vacaciones: acceso desigual a trámites y servicios online

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14/08/2025 - 12:00
Teclado de ordenador

Lectura fácil

En plena era digital, la mayoría de los trámites administrativos y servicios públicos se gestionan a través de internet. Sin embargo, la brecha digital sigue siendo una realidad en España, especialmente en verano, cuando muchas oficinas públicas reducen su atención presencial y la gestión online se convierte en la única opción para millones de ciudadanos. Esta situación afecta de manera desigual a diferentes colectivos, dificultando el acceso a derechos y servicios básicos para quienes no cuentan con los recursos o las habilidades necesarias.

¿Qué es y a quién afecta?

La brecha digital es la desigualdad en el acceso, uso o aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Afecta especialmente a personas mayores, personas con bajos ingresos, habitantes de zonas rurales y personas con discapacidad o baja formación tecnológica. En verano, cuando la atención presencial se limita y muchos trámites solo pueden realizarse online, la brecha digital se agudiza.

Por ejemplo, solicitar una beca, renovar el DNI, pedir una cita médica o acceder a servicios sociales requiere, en muchos casos, disponer de un dispositivo con conexión a internet y conocimientos digitales suficientes. Quienes no cumplen estos requisitos se ven excluidos de servicios esenciales, lo que aumenta su vulnerabilidad y limita su participación en la vida social y administrativa.

Consecuencias de la brecha digital en verano

Durante el periodo estival, la reducción de la atención presencial en las administraciones públicas obliga a muchos ciudadanos a recurrir a la gestión online. Sin embargo, la falta de acceso a internet, la carencia de dispositivos adecuados o la ausencia de habilidades digitales impiden a miles de personas realizar trámites básicos. Esto puede traducirse en la pérdida de oportunidades, la exclusión de ayudas sociales o la dificultad para acceder a servicios de salud y educación.

Además, la brecha digital también afecta al turismo y al empleo estacional, ya que muchos trabajos y servicios requieren el uso de aplicaciones o plataformas digitales. Quienes no pueden acceder a estas herramientas se ven en desventaja frente a otros colectivos, lo que perpetúa las desigualdades sociales y económicas.

Soluciones y medidas para reducir esta brecha

Para combatir la brecha digital, es fundamental impulsar políticas de inclusión digital que garanticen el acceso universal a internet y a dispositivos tecnológicos. También es necesario reforzar la formación en competencias digitales, especialmente entre los colectivos más vulnerables, para que puedan desenvolverse con autonomía en el entorno digital.

Las administraciones públicas deben mantener alternativas presenciales o telefónicas para quienes no pueden acceder a los servicios online, especialmente en verano. Además, es importante promover la colaboración entre entidades sociales, empresas y administraciones para desarrollar programas de acompañamiento y asesoramiento digital.

En definitiva, la brecha digital no se va de vacaciones y sigue siendo un reto social que requiere soluciones urgentes y coordinadas. Solo así podremos garantizar que nadie se quede atrás en la era digital.

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