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Estamos en una transición hacia vehículos de cero emisiones. Y las organizaciones pueden jugar un rol clave: impulsar el uso de estos coches eléctricos proporcionando a sus empleados y clientes una infraestructura adecuada que contemple aparcamientos y estaciones de recarga.
Una práctica que, por suerte, ya no es ajena para muchas empresas. Con la llegada de normativas como el Real Decreto-ley 29/2021, de 21 de diciembre, las organizaciones tienen la oportunidad de liderar el cambio hacia un futuro más sostenible al obligar a la instalación de puntos de recarga en edificios no residenciales con más de 20 plazas de aparcamiento.
Sin embargo, más allá de cumplir con la ley, las empresas afectadas deben aprovechar la legislación para convertirse en pioneras en la revolución de la movilidad eléctrica, mostrando a sus empleados y clientes que la organización está a la vanguardia del compromiso ambiental.
Este marco normativo refuerza así la necesidad de que las empresas apuesten por la movilidad sostenible y la implementación de un Plan de Movilidad Sostenible. Y los aparcamientos de coches eléctricos son un símbolo inequívoco de este compromiso corporativo con la sostenibilidad. Ofrecer las herramientas necesarias para una movilidad sostenible es, además de una estrategia inteligente, un mensaje potente sobre sus valores corporativos.
En el contexto de la transición hacia una movilidad más sostenible, los aparcamientos para coches eléctricos o vehículos eléctricos (VE) se han convertido en una pieza clave tanto en espacios públicos como en el ámbito empresarial. Su funcionamiento va mucho más allá de un simple estacionamiento: integran tecnología, sostenibilidad y eficiencia para responder a una creciente demanda de infraestructuras de recarga.
Infraestructura eléctrica integrada
La principal diferencia entre un aparcamiento convencional y uno adaptado para coches eléctricos es la existencia de puntos de recarga eléctrica. Estos pueden ser de carga lenta, semi-rápida o rápida, según el nivel de potencia y el tiempo necesario para completar la carga. Los aparcamientos para empresas suelen contar con una red inteligente que gestiona simultáneamente varios puntos de carga, controlando el uso de energía y evitando sobrecargas eléctricas.
Además, muchos espacios están integrando energías renovables, como paneles solares, que permiten abastecer parte del consumo eléctrico y reducir la huella de carbono de la empresa.
Gestión y control inteligente
El funcionamiento eficiente de estos aparcamientos requiere de sistemas digitales de gestión. Las soluciones más avanzadas permiten a los usuarios reservar puntos de carga para coches eléctricos, monitorizar el estado de la batería o incluso programar el inicio de la carga en horas de menor coste energético.
Desde el punto de vista empresarial, estos sistemas ofrecen estadísticas en tiempo real sobre el uso de los cargadores, el ahorro energético o la reducción de emisiones. Esto facilita la toma de decisiones para la expansión de flotas eléctricas o el cumplimiento de objetivos medioambientales (ESG).
Coches eléctricos: ventajas para la movilidad empresarial
Además, contar con esta infraestructura favorece la retención de talento: los empleados valoran positivamente poder cargar sus vehículos eléctricos en el trabajo. Por último, estas soluciones posicionan a las empresas de forma estratégica para cumplir con futuras normativas de reducción de emisiones.
Las compañías que optan por adaptar sus aparcamientos a coches eléctricos obtienen numerosos beneficios. En primer lugar, mejoran su imagen corporativa al alinearse con políticas de sostenibilidad. También reducen costes operativos en el uso de vehículos eléctricos frente a los de combustión.
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