¿Ha estado bien gestionada la pandemia por coronavirus en España?

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05/07/2020 - 08:00
¿Cómo ha gestionado el Gobierno la pandemia?

Lectura fácil

La pandemia por coronavirus en España no ha estado bien gestionada en cuanto a los datos que ha ofrecido el Gobierno, al colapso que sufrió el sistema de salud y a la opacidad que ha rodeado muchas de las decisiones del Ejecutivo, según han apuntado algunos expertos.

Gestión de la pandemia en España

“La gestión de la información y los datos estadísticos han sido un gran problema durante esta pandemia en España y en Europa, ha asegurado a El País Helena Legido-Quigley, experta en sistemas de salud y profesora asociada de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Nadie estaba preparado para una situación así, todos los países europeos han tenido problemas parecidos a los que ha tenido España al afrontar la crisis. Muchos de los sistemas de información se han tenido que preparar a marchas forzadas, por lo que algunos expertos han señalado que la gestión de la información y su comunicación se ha revelado como una debilidad y un desastre.

Por consiguiente, de esta crisis se puede aprender que las capacidades de las Administraciones para gestionar la información sanitaria es muy mejorable, se puede hacer de forma más transparente y ordenada, de lo cual se han quejado bastante los ciudadanos, los medios de comunicación y determinadas Comunidades Autónomas.

La pandemia llegó a España

El epidemiólogo de Harvard Marc Lipsitch declaró en varias entrevistas el 14 de febrero que era probable una pandemia global. “Nos estaban diciendo en enero que había un 50% de probabilidad, a principios de febrero un 70%, a finales un 99%”, explicó Hernán.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en China dijo que: “Es un nuevo patógeno altamente contagioso, que puede expandirse deprisa y debe considerarse capaz de causar un enorme impacto social, económico y sanitario en cualquier lugar. No es SARS y no es gripe”.

La universidad estadounidense Johns Hopkins fue anticipando los problemas país por país. Desde ese momento, los datos se han demostrado vitales para detectar repuntes, rastrear contactos y localizar agrupaciones. Lo cuantitavo es importante en ciencias, los datos y los números nos han demostrado durante esta crisis muchas cosas. Por ejemplo, tras una exhaustiva investigación, que los espacios cerrados o mal ventilados hay que evitarlos.

Los sistemas de detección y control fallaron

Desde el inicio de la crisis, en febrero, la detección del coronavirus falló, el protocolo que se aplicó fue el de hacer los test de la COVID-19 solo a personas que hubiesen venido de Wuhan, mientras que ya habían contagios locales. A finales de febrero los positivos ya desbordaban los sistemas de vigilancia epidemiológica.

Las comunidades tenían que notificar individualmente cada caso al Centro Nacional de Epidemiología, con datos como la edad del paciente, su residencia, sus síntomas y demás, pero el día 9 de marzo solo se habían notificado 140 casos de casi 1.000 conocidos (el 14%) y el día 16 apenas le constaban 700 de 10.000 en toda España (8%).

En el centro de coordinación o CCAES, que dirige Fernando Simón, se montó el sistema sobre la marcha. No se integraron sistemas de información existentes, sino que el 15 de marzo el Ministerio pidió a través del BOE que las comunidades le reportasen “en el intervalo entre las 20h y las 21h” media docena de indicadores generales y agregados.

No había una base de datos

El proceso parecía desde fuera bastante rudimentario y las comunidades daban los datos cada una a su forma y tal y como lo entendían ellos. Madrid, Cataluña, Castilla La Mancha y Galicia reportaban las personas ingresadas en ese momento, mientras que el resto daban el total de ingresos hasta esa fecha. La confusión no se detectó hasta el 2 de abril y no se solucionó hasta final de mes.

Algunos datos son clave para informar de algunas decisiones que nunca han trascendido. Por ejemplo, durante el confinamiento siguieron produciéndose contagios, pero no se sabía donde. Mientras que el sistema de Nueva Zelanda ha apuntado incluso a barrios, bodas o residencias concretas.

Dudosos criterios de desescalada

Los criterios de la desescalada también han estado en tela de juicio. El plan del 28 de abril anunciaba que los pases de fase se basarían en criterios objetivos y marcadores públicos de cada provincia. Se presentó un panel de indicadores exhaustivos, que se iban a obtener “de forma automatizada, diaria e individualizada”.

Pero ese panel nunca se ha hecho público. Algunos de esos indicadores están entre los que el ministerio pidió a los servicios de salud pública el 12 de mayo, pero solo se han publicado parcialmente y desde finales de mayo, después de que se decidiesen los cambios de fase de los días 8 y 15 de ese mes.

En conclusión, ante la crisis por la pandemia de coronavirus ha faltado transparencia, protocolos, los sistemas de información nacionales se han demostrado limitados, han faltado recursos y material en la salud pública y posiblemente faltan profesionales con perfiles cuantitativos y especialistas en datos.

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