Tratar las infecciones de transmisión sexual en prostitutas es crucial

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28/11/2022 - 07:56
Médicos creadores de la atención rápida en enfermedades de transmisión sexual en prostitutas

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Un equipo de médicos de las consultas de medicina interna y de VIH del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, con la colaboración del Instituto de Salud Global de Barcelona, han ideado un modelo de cribado y tratamiento rápido de infecciones de transmisión sexual (ITS) entre mujeres que ejercen la prostitución y consumen algún tipo de droga. Para ello, utilizaron un test de amplificación de ácidos nucleicos y una unidad móvil como “punto de cuidado”.

Así lo explicó, en declaraciones a Servimedia, el doctor Jorge Valencia, de la Fundación de Investigación del Hospital Universitario Infanta Leonor, quien reivindicó lo “novedoso” de la intervención propuesta y aseguró que esta estrategia de diagnóstico “rápido” y tratamiento en el mismo día para el caso de ITS “es pionera en España y el mundo”.

Las infecciones de transmisión sexual en las mujeres que ejercen la prostitución

El objetivo del trabajo era “acercar” el diagnóstico de las “principales” infecciones de transmisión sexual, esto es clamidiasis, gonorrea y tricomoniasis, a las mujeres que ejercen la prostitución en la calle.

Valencia puntualizó que las clínicas especializadas en este tipo de enfermedades o los hospitales que realizan este diagnóstico “no llegan a atender a dicha población debido a múltiples factores”:

  • El estilo de vida de estas mujeres, que no les permite obtener y acudir a citas y menos a retornar por los resultados.
  • Ausencia de tarjeta sanitaria en muchos casos.
  • Estigma u ocultación de su actividad.
  • Poca concienciación de su salud sexual.

En este contexto, el estudio, llevado a cabo en las inmediaciones del polígono de Marconi (Villaverde, Madrid) a finales del año 2021, se realizó con la intervención de un equipo sociosanitario de calle, perteneciente a una unidad móvil de cribado, y el diagnóstico se obtuvo a partir de una muestra de orina espontánea en 49 mujeres que aseguraron dedicarse a la prostitución en la calle.

Posteriormente, las participantes fueron informadas de los resultados y se les ofreció administrarles en la propia unidad móvil un tratamiento dirigido al patógeno encontrado.

“Si las infecciones de transmisión sexual no son tratadas, pueden surgir complicaciones ginecológicas irreversibles”, abundó, para indicar que la persistencia de estas infecciones provoca una inflamación de la mucosa vaginal, lo cual “facilita” la adquisición de la infección por VIH.

Además, los investigadores identificaron una “prevalencia muy alta” de infecciones de transmisión sexual “no diagnosticadas y asintomáticas” entre las mujeres que ejercen la prostitución y consumen drogas.

Esto, a su entender, puede derivar en una “vulnerabilidad” de este colectivo frente a estas infecciones de transmisión sexual, debido, “básicamente", a que la dependencia a ciertas sustancias ilícitas "las fuerza a negociar o descuidar las medidas de prevención como el uso del preservativo”.

Defendiendo el derecho a tener un diagnóstico y un tratamiento

Todas las infecciones por gonorrea y clamidia se produjeron “solo” en las mujeres que ejercen la prostitución y que consumen cocaína y/o heroína. Además, la mitad de ellas tenían tricomoniasis y esta infección fue “mucho más frecuente comparado a las mujeres que no consumían drogas”, según Valencia.

Con respecto al tratamiento que recibieron, administrado por personal sanitario, el especialista precisó que, por las “características” de estas pacientes, con esta pauta de actuación “se evita la brecha entre el diagnóstico, los resultados y la administración del tratamiento”.

“Se impide así que muchas infecciones puedan permanecer sin diagnóstico y se consigue que aquellas diagnosticadas reciban el tratamiento oportuno”, aseveró el experto.

Desde su punto de vista, los resultados “demuestran que la descentralización tanto del diagnóstico como del tratamiento de las Infecciones de Transmisión Sexual en estos grupos en ámbitos no hospitalarios, puede servir como un modelo de atención alternativo para un subgrupo de mujeres en riesgo de ITS, así como para cubrir necesidades de salud sexual básicas y necesarias en ese entorno”.

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