¿Cómo prevenir el golpe de calor en personas con discapacidad y mayores?

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07/08/2020 - 15:51
Golpe de calor en personas mayores que secan su sudor con un pañuelito blanco.

Lectura fácil

Los meses de julio y agosto tienen crestas en España de altas temperaturas que se traducen en olas de calor. Esto conlleva el riesgo de sufrir un golpe de calor donde las personas más vulnerables como: personas mayores de 65 años o las que conviven con alguna discapacidad deben estar alerta.

Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología nos recuerdan que las personas mayores de 65 años tienen una sensación reducida de calor y por lo tanto tienden a protegerse menos. Otra situación similar, es la leve demanda de sed, lo que puede provocar un alto riesgo de deshidratación. Sucede en mayor medida en individuos con enfermedades neurodegenerativas, sobrepeso, enfermedades crónicas o los que toman medicación.

Sobre este particular, la Federación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (FAMMA), ha publicado un manual con recomendaciones para sensibilizar a la población sobre los riesgos que pueden ocasionar las altas temperaturas en las personas más vulnerables, como las que tienen enfermedades crónicas, discapacitantes o las que están polimedicadas.


Algunos de los consejos que recoge esta guía son: hay que beber abundante agua aunque no se tenga sed, evitar las comidas copiosas, usar ropa ligera y adecuada, evitar la realización de ejercicio o tareas al aire libre en las horas centrales de más calor, usar protección solar adecuada, mantener el hogar a una temperatura fresca, no interrumpir la medicación y tener especial cuidado si se tiene alguna patología que pueda verse agravada por el calor.


Desde la Federación se advierte que las consecuencias de no protegerse del sol y el calor pueden ser especialmente graves como quemaduras, insolaciones, afecciones oculares, envejecimiento cutáneo o melanomas.

¿Cuándo se puede producir un golpe de calor?

Esta situación ocurre cuando la temperatura corporal supera los 41 grados. Se produce una hipertermia.

Se trata de una situación en la que la persona experimenta un aumento de la temperatura por encima de los límites normales, superando los mecanismos de regulación térmica de los que dispone nuestro organismo y originando el temido golpe de calor.

Síntomas de la hipertermia

Conecta con: dolor de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, piel seca y enrojecida, calambres musculares en brazos, piernas o vientre, desorientación, pérdida de conciencia o confusión y no sudoración ante las altas temperaturas.

La SEGG te previene de la hipertermia

Es muy importante que las personas mayores y con discapacidad, tengan en cuenta estos síntomas y tanto ellas como sus familiares actúen rápido ante un posible golpe de calor. Para ello, desde la SEGG, se indica que:

  • Tomar muchos líquidos. La falta de sed es engañosa, por lo que se debe consumir agua, infusiones, zumos de frutas aunque no se tenga la sensación de sed; y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Realizar comidas ligeras, evitando así las digestiones pesadas.
  • Evitar la exposición al sol cuando las temperaturas son elevadas, sobre todo en las horas de mayor intensidad (12-16 horas) y con una humedad relativa alta (mayor del 60 por ciento).
  • No realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor.
  • Mantener la casa fresca y ventilada.
  • No permanecer en vehículos estacionados o cerrados.
  • Evitar llevar ropa ajustada y elegir tejidos ligeros, como el algodón y de colores claros, preferentemente.
  • Es recomendable, además, el uso de sombreros o gorras que protejan nuestra cabeza del sol.

¿Cómo reconocemos el golpe de calor?

En personas con discapacidad y mayores, un golpe de calor en ocasiones cuesta ser observado al quedar colapsado por patologías de base. Por todo ello, los expertos, indican que la observación debe ser rápida para tomar medidas cuanto antes. El pronóstico está directamente relacionado con la rapidez de actuación. Se debe pensar en la posibilidad de un golpe de calor coincidiendo con los períodos de temperaturas más elevadas. Independientemente de que los síntomas se puedan explicar por otros procesos.

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