Grecia, el paraíso veraniego que utiliza la cal para aislar el calor

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15/07/2025 - 17:30
Pueblo de la isla de Paros

Lectura fácil

Grecia se consolida como uno de los destinos favoritos para disfrutar el verano europeo. Con el alza de las temperaturas, que en ocasiones superan los 40 °C, el país no solo atrae a miles de turistas, sino que también revitaliza su economía con cada temporada estival, en parte gracias al uso tradicional de cal para aislar el calor en sus construcciones.

A pesar del intenso calor, los visitantes encuentran en las playas cristalinas y las pintorescas ciudades blancas de Grecia un respiro ideal. Pero más allá de su encanto visual, las tradicionales casas encaladas con cúpulas azules esconden un secreto funcional: están recubiertas con cal para aislar el calor, un recurso natural y económico que ayuda a mantener el interior de las viviendas fresco sin necesidad de aire acondicionado.

Según un informe reciente de la BBC, esta técnica ancestral puede llegar a reducir la temperatura dentro de los hogares hasta en 7 grados Celsius. Además de ser una solución eficaz, la cal para aislar el calor es un material ecológico y biodegradable, lo que refuerza el compromiso del país con prácticas sostenibles.

Según un informe reciente de la BBC, esta técnica ancestral puede llegar a reducir la temperatura dentro de los hogares hasta en 7 grados Celsius. Además de ser una solución eficaz, la cal es un material ecológico y biodegradable, lo que refuerza el compromiso del país con prácticas sostenibles.

Emplear cal para aislar el calor

Desde tiempos antiguos, la cal ha sido utilizada como un recurso eficaz para acondicionar espacios. Las civilizaciones helénicas ya habían identificado propiedades únicas en este material que no encontraban en otros. Por esta razón, comenzaron a incorporarlo en la construcción de sus viviendas tradicionales, especialmente en los revestimientos exteriores y en los techos, utilizando una pintura elaborada a base de cal. Esta pintura tiene la capacidad de reflejar una gran parte de la radiación solar, lo que ayuda a mantener más frescas las superficies expuestas al sol. Así, la cal funciona como un aislante térmico natural.

Por otro lado, su naturaleza porosa permite que las paredes “respiren”, facilitando la regulación de la temperatura interior. Cuando se aplica sobre muros gruesos de piedra o adobe, potencia el efecto de la inercia térmica: estos materiales almacenan el calor de forma gradual durante el día y lo liberan lentamente por la noche, ayudando a conservar una temperatura interna constante y confortable.

La cal: una opción accesible y económica

Uno de los principales atractivos de la cal para aislar el calor es su bajo coste. Es un material asequible que se puede encontrar fácilmente en ferreterías o tiendas de materiales para la construcción, y su aplicación no requiere de herramientas especializadas ni de mano de obra profesional. Con solo un balde de cal diluida en agua y un pincel, es posible pintar las paredes exteriores sin complicaciones.

La cal proviene de la piedra caliza, un recurso natural muy abundante, lo que la convierte en una alternativa viable para muchas personas, especialmente en zonas rurales o en regiones de clima cálido. Por ejemplo, un saco de cal apagada cuesta menos de 15 euros y rinde lo suficiente como para cubrir amplias superficies, lo que aumenta aún más su atractivo desde el punto de vista económico.

El uso de la cal a nivel global

El valor de la cal para aislar el calor ha sido reconocido en diferentes partes del mundo. En España, por ejemplo, su uso es evidente en los emblemáticos pueblos blancos de Andalucía, donde este material ha sido parte de la arquitectura tradicional durante siglos. En general, en los países del sur de Europa y del norte de África, la cal se ha utilizado desde hace mucho tiempo, especialmente en fachadas y tejados, y su aplicación continúa ganando popularidad.

Incluso en lugares como Estados Unidos se han adoptado prácticas similares. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, ha pintado de blanco cerca de un kilómetro cuadrado de techos para reducir el calor urbano. Asimismo, en California, se han actualizado los códigos de edificación para fomentar el uso de techos fríos, promoviendo materiales como la cal para aislar el calor que ayudan a mitigar las altas temperaturas.

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