La ganadería industrial y las “macrogranjas”, ¿son realmente necesarias?

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21/01/2022 - 08:25
“Macrogranja” de cerdos/El Periódico

Lectura fácil

Los alimentos de origen animal y las formas de ganadería vuelven a estar entre los temas de actualidad, sobre todo tras las declaraciones del ministro de Consumo de España en otros medios. La sociedad civil comienza a mostrar preocupación hacia la contaminación procedente de las conocidas “macrogranjas”.

¿Qué son realmente las “macrogranjas” y qué tipo de ganadería consumen?

Los consumidores cada vez se vuelven mucho más sostenibles tanto con su alimentación como en las distintas formas de mantener a los animales, en este caso la ganadería. El ministro de Consumo de España, Garzón, realizó unas declaraciones en un medio británico que sirvió para incentivar la idea acerca de las macrogranjas y la ganadería industrial.

Por ello, es importante saber diferenciar los distintos significados de estas palabras para no caer en errores comunes:

  • Ganadería industrial: se forma a raíz de grandes granjas por una cuestión de economías de escala. Es un término muy relacionado con las “macrogranjas”, pero es importante saber su verdadero significado.
  • “Macrogranja”: implica gran cantidad de animales, ya sean cerdos, vacas o pollos. Esta cantidad puede ir desde las decenas hasta los millones de animales. En el caso de una elevada concentración de excretas en poco espacio, podría llegar a ser un problema.
  • Ganadería intensiva: implica un modo de producción donde los animales se mantiene confinados en un recinto y no pueden salir a pastar.

La ganadería intensiva, industrial y las “macrogranjas”

A primera vista se puede observar que los tres elementos están relacionados en mayor o menor cantidad, pero la ganadería intensiva es sin duda uno de los temas más hablados actualmente. Este tipo de ganadería implica un modo de producción donde los animales se mantienen encerrados y no pueden salir a pastar. En el caso de las “macrogranjas”, hablamos de este tipo de ganadería.

Es importante saber que existen otros tipos de ganadería intensiva que no implican ningún método de industrialización, por ejemplo, el sistema en vacuno de leche en España en zonas como Galicia, Cantabria y Navarra. También está el caso de los pollos de corral o los cerdos. Ninguno de ellos presenta desafíos en sostenibilidad de las “macrogranjas”.

En España podemos encontrar muchos modelos entrelazados, ya que existen métodos variados y complejos que no están caracterizados al 100 %. Por ejemplo, una vaca puede pasar toda su vida pastando en el campo, pero sus terneros pueden pasar por una fase de engorde en términos intensivos.

En España, dos tercios de los productos ganaderos proceden de la ganadería industrial

A pesar de que el método de esta ganadería no es del todo 100 % sostenible, hay que reconocer que, hasta dos tercios de los productos ganaderos consumidos en nuestro país proceden de la ganadería industrial, sobre todo el porcino y aviar. En el caso de ser eliminada, podrían existir consecuencias en cuanto a la disponibilidad de los alimentos y su precio.

En cuanto a los costes ambientales de este tipo de ganadería, sí es importante detenerse. Tanto la extensiva como la intensiva, reciben insuficientes beneficios económicos por todo lo bueno que genera. Este tipo de ganadería necesita de unos costes de mano de obra mayores.

Modificar el modelo ganadero ayudaría a generar puestos de trabajo y, además, el campo se mantendría con animales, necesarios para evitar problemas de incendios y la pérdida de biodiversidad. Dejar a los animales campar a sus anchas en su hábitat sería de vital importancia, tanto para los animales como para el medio ambiente.

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