
Lectura fácil
Aunque el sol salga cada mañana, la cantidad de luz solar que llega a la superficie terrestre puede variar considerablemente a lo largo de décadas.
Esa es la conclusión principal de un artículo de perspectivas dirigido por un equipo internacional de investigación y publicado en la revista ‘Advances in Atmospheric Science’.
El estudio sugiere que las etapas de oscurecimiento y ‘aclaramiento’ se corresponden con el aumento de la contaminación atmosférica y las soluciones de energía limpia, respectivamente.
“La cantidad de luz solar -que es energía radiactiva solar- que recibimos en la superficie terrestre no es necesariamente estable a lo largo de los años, sino que puede experimentar variaciones decenales sustanciales, como lo documentan las mediciones históricas de radiación solar a largo plazo que examinamos”, según Martin Wild, profesor del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH Zúrich).
La radiación solar no es constante
La cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra no es fija. A lo largo de décadas, esta radiación ha experimentado fluctuaciones que han impactado en el clima global y regional. Estas variaciones pueden deberse a múltiples factores naturales y humanos, y entenderlas es clave para analizar cómo evoluciona el clima y cómo afecta a la vida en el planeta.
Aunque se suele pensar que el Sol emite una cantidad de energía constante, en realidad la radiación solar varía ligeramente en ciclos que pueden durar años o décadas. Estos cambios están relacionados con la actividad solar, como las manchas solares, y con la forma en que la atmósfera terrestre interactúa con esa radiación.
¿Por qué varía la luz solar que llega a la Tierra?
Existen dos grandes grupos de causas para estas variaciones: naturales y provocadas por el ser humano. Entre las naturales se encuentran los ciclos solares, como el ciclo de 11 años que regula la actividad del Sol, así como fenómenos astronómicos como los cambios en la órbita terrestre o la inclinación del eje del planeta.
Por otro lado, factores humanos como la contaminación atmosférica también influyen. El fenómeno conocido como “global dimming” o “oscurecimiento global” se refiere a la reducción de la cantidad de luz solar que llega a la superficie terrestre debido a partículas contaminantes en la atmósfera, como los aerosoles. Esto ha tenido consecuencias directas sobre el clima, reduciendo la evaporación y alterando los patrones de lluvia.
Implicaciones para el clima y el futuro energético
Estos cambios en la radiación solar pueden tener efectos importantes sobre el clima. Una disminución de la luz solar puede provocar enfriamientos regionales, mientras que un aumento podría intensificar el calentamiento global si coincide con altos niveles de gases de efecto invernadero.
Desde el punto de vista energético, también tiene implicaciones para el uso de energías renovables. Las variaciones en la radiación solar afectan directamente a la producción de energía fotovoltaica, lo que debe tenerse en cuenta en la planificación de infraestructuras y en la transición energética.
Estudiar y comprender estos ciclos es esencial para predecir con mayor precisión el clima futuro y para diseñar estrategias que se adapten a los posibles escenarios de cambio como este de la luz solar.
Añadir nuevo comentario