El legado de 699 días con mascarillas

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22/04/2022 - 08:50
Mascarillas en una papelera.

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Parecía algo imposible, pero el anuncio de la eliminación de las mascarillas en espacios interiores ha llegado tras más de dos años después de que la pandemia de coronavirus trastocase nuestras vidas de lleno.

Hemos pasado 699 días con ellas, en los que los expertos nos han repetido que han sido la barrera más útil contra los contagios. De hecho, enfermedades como la gripe o las bronquiolitis infantiles han repuntado en cuanto se ha relajado el uso de las mascarillas.

No podíamos decirles adiós sin hacer una cronología de la mascarilla en España: inicios, vidas que ha salvado y su papel en la nueva normalidad.

Actualmente, con el 92 % de la población inmunizada gracias a la vacuna, el uso del elemento clave de la pandemia pasa de ser una obligación a una elección personal.

Y es que el uso de las mascarillas al inicio de la pandemia no estaba nada claro

La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria, entre muchas otras, planteó hace semanas eliminar la mascarilla de los interiores de cara al verano, con una incidencia menor y unos meses benignos por delante, por las elevadas temperaturas que favorecen actividades al exterior. Jesús Molina Cabrillana, portavoz de la sociedad, afirma que la mascarilla en espacios cerrados "es la única medida eficaz contra la transmisión del SARS-CoV-2, no el pasaporte covid o los cubrebocas al aire libre. Lo único que evita que un contagiado disemine virus es que lleve mascarilla, o al menos lo frena". 

La primera vez que oímos hablar de ellas fue en febrero de 2020, cuando Fernando Simón señaló que podía "ser interesante su uso en pacientes con sintomatología". "Pero no tiene sentido que la población esté ahora preocupada por si tiene o tiene mascarillas en casa", dijo entonces el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.

De este modo, el Gobierno tardó en imponer su uso como obligatorio. Eran los primeros días de una pandemia en la que escaseaba el material y luego se reconoció que no se podía obligar a usar un elemento del que no había disponibilidad. 

Después de eso España ha sido de los países más estrictos con el uso de mascarillas, llegando a obligar a usarla en todos los espacios, ya fueran al aire libre o cerrados, estando solos o acompañados. En los últimos meses, salvo el lapso de Navidades, solamente era obligatoria en interiores. 

¿Será el adiós definitivo?

La demanda de mascarillas se disparó, lo que obligó al Gobierno a tomar medidas para garantizar la producción. Además, se fijó un precio máximo de 96 céntimos la unidad, cuando antes se habían comprado mascarillas por precios muy superiores, debido a su escasez.

Cuatro olas después, y a las puertas del verano pasado, cambiaba el criterio, y la mascarilla dejaba de ser obligatoria en espacios abiertos, tal y como anunció Pedro Sánchez.

Fue con la llegada de la variante ómicron cuando los casos volvieron a dispararse y, de nuevo, se cambió el criterio, con la vuelta a la obligatoriedad de las mascarillas en espacios abiertos, un anuncio que dio Carolina Darias en diciembre de 2021.

Ahora, dos años y seis olas después, nos encontramos a las puertas de decir adiós a las mascarillas, aunque habrá que ver si es definitivo. En este sentido, cabe destacar, tal y como ha destacado la ministra de Sanidad en una entrevista en 'El País', que el futuro de las mascarillas en los centros de trabajo dependerá de los servicios de prevención de riesgos laborales de cada empresa.

Además, habrá excepciones en las que sí será obligatoria llevar la mascarilla en interiores. Así, habrá que seguir llevándola en el trasporte público, en residencias, en centros sociosanitarios y farmacias.

Podrían haber salvado 30.000 vidas

A estas alturas ya nadie duda de la utilidad de las mascarillas. Pero ponerle un número a su función es misión casi imposible. Àlex Arenas, físico, matemático y catedrático de la Universidad Rovira i Virgili, considera aventurado calcular las muertes que han evitado las mascarillas, ya que en su eficacia influye el buen uso de la misma, su ajuste, su calidad, el tipo de filtración que ofrece... 

"Lo que sabemos es que, bien puestas, las mascarillas pueden reducir un 90 % la capacidad de contagio, pero la casuística de ponerla y quitarla es tan grande que cada caso es un dato con mucha incertidumbre. En resumen, aun sabiendo que la cifra de vidas salvadas es enorme, no podemos poner un numero con certeza", revela. 

Daniel López-Acuña, epidemiólogo y ex directivo de la Organización Mundial de la Salud, considera que "es difícil dar una cifra exacta, ya que han ido usándose junto con otras medidas, pero sin lugar a duda son varias decenas de miles". El experto sigue recomendando prudencia, ya que "debemos entender que la pandemia se frena no solo con vacunación sino también, y muy especialmente, con medidas no farmacológicas como la mascarilla"

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