Mascarillas en el trabajo, ¿si o no?

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08/04/2022 - 09:33
Personas usando mascarillas en el trabajo

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El 20 de abril ya no habrá que usar las mascarillas en espacios interiores de forma obligatoria, ahora bien, gran parte de la sociedad se pregunta que va a pasar con los trabajadores.

Y es que se supone que a ellos se les recomienda llevarla, pero puede parecer una incongruencia que un trabajador de supermercado tenga que llevarla puesta, mientras que el resto de clientes no. Pero esto se debe a que los clientes van de paso, es decir, compran y se van, mientras que los trabajadores se quedan toda la jornada en el mismo lugar, expuestos al pasar diario de la gente.

El caso es que la Ponencia de Alertas de la Comisión de Salud Pública recomienda la mascarilla en el trabajo siempre y cuando no se mantenga un metro y medio de distancia con los compañeros o si la ventilación no es la adecuada.

Pero ya dependen del departamento de riesgos laborales de las empresas el decidir si sus trabajadores deben llevar o no este complemento pandémico.

Las mascarillas y los lugares de trabajo

Los expertos, que no ven con buenos ojos la retirada de la obligación de llevar las mascarillas, recomiendan que hay lugares como el transporte público, los centros sanitarios y las residencias de mayores donde llevarlas puestas siempre.

Pero en el caso del trabajo, no está todo muy claro, ya que según los expertos, es el lugar que cuenta con más riesgo de contagios por las siguientes razones:

  • Espacios cerrados de tamaño variable.
  • Existencia de aire compartido entre varias personas.
  • Exposición durante muchas horas diarias.
  • Lugares donde se habla mucho con los compañeros, lo que supone creación de muchos más aerosoles, por donde se propaga el virus.
  • Lugares sin ventilación o con una ventilación pésima.

A todo esto se suma, tal y como exponen los expertos en salud pública e inmunólogos, la diversidad existente de los centros de trabajo, pues no todos cuentan con las mismas condiciones ni las adecuadas, asimismo, como el número de personas que hay en cada empresa.

Es por ello que apuntan que quitar las mascarillas sería preciso en espacios de trabajo con condiciones muy especiales y con una incidencia más baja.

Con estas cuestiones, la plataforma AIREAMOS ha estudiado el riesgo de contagio existente en distintos espacios interiores, y apuntan con claridad que dejar de llevar este complemento pandémico en los trabajo tiene más peligro que quitársela en el transporte público.

Y esto se debe, tal y como apunta su investigación, al tiempo de permanencia en el lugar, y al escaso control que se hace de la calidad del aire de dichos espacios.

El estudio de la plataforma AIREAMOS demuestra que en una oficina el riesgo de contagio es muy parecido al riesgo que se da en gimnasios y discotecas.

Es por ello, que en todas las empresas, grandes y pequeñas, para poder decir adiós a las mascarillas, se deberían implantar medidas preventivas de ventilación y medición de la calidad del aire.

Si no se controla dicha calidad del aire, el riesgo al contagio se triplica, por lo que desde AIREAMOS apuntan que “somos partidarios de mantener las mascarillas en los centros de trabajo, salvo que haya un control del CO2 o una buena calidad el aire, algo que no ocurre en la mayoría de los trabajos”.

Las empresas deben de disponer de este complemento de protección

Según Pablo Aldama, abogado laboralista de Martín Molina Abogados y Economistas, se debería proporcionar este objeto de protección en los centros de trabajo, para que el trabajador decida por su propia voluntad el uso y la prevención.

El experto lo compara con la existencia de un botiquín en las empresas, cosa que es obligatoria, porque si sucede algo, se puede utilizar de forma voluntaria.

Asimismo destaca que al trabajador se le debe poner fácil esto, pues el coste de los cubrebocas depende de las mutuas o el ministerio correspondiente.

Es por ello que Aldama incide en que, al igual que se cuenta con el botiquín, se puede contar con este complemento, porque de esta forma se mantiene la prevención en la empresa y apostilla que las bajas laborales se han triplicado por la pandemia, lo que supone un coste de 10.000 millones de euros.

Aldama expone respecto al uso de las mascarillas en centro de trabajo que "es más barato prevenir que curar", por lo que recomiendan a las empresas que sean ellos los que tomen y apliquen las medidas necesarias para cuidar de sus trabajadores y evitar pérdidas económicas.

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