Vinculan los microplásticos en zonas costeras con mayor riesgo de diabetes, infartos y derrames cerebrales

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26/07/2025 - 11:30
Microplásticos

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Un nuevo estudio publicado el pasado miércoles en la revista Journal of the American Heart Association advierte que habitar en zonas costeras con elevada presencia de microplásticos en el agua podría estar vinculado a un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, afecciones cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

La investigación, realizada por un equipo de 15 científicos en Estados Unidos, analizó datos de 152 condados situados a lo largo de las costas del Pacífico, Atlántico y el Golfo de México, recopilados entre los años 2015 y 2020. La población estudiada tenía una edad promedio de 43 años, con proporciones similares entre hombres y mujeres, y con una mayoría (75 %) de personas blancas.

Microplásticos, una amenaza invisible que va más allá del medio ambiente

“Se trata de uno de los primeros estudios de esta magnitud que sugiere una posible conexión entre la exposición a microplásticos marinos y el desarrollo de enfermedades crónicas. La contaminación plástica no solo representa una amenaza ecológica, sino también un desafío serio para la salud pública”, explicó Sarju Ganatra, vicepresidente de investigación médica en el Hospital y Centro Médico Lahey de Burlington.

Los microplásticos son diminutas partículas, de menos de cinco milímetros, derivadas de la descomposición de objetos plásticos como envases, ropa sintética y productos de higiene personal. Estas partículas se infiltran en el agua potable, los alimentos marinos y hasta en el aire que respiramos. Aún más pequeños son los nanoplásticos, cuyo tamaño inferior a una milésima de milímetro los hace imperceptibles a simple vista, lo que podría aumentar su capacidad de ingresar al organismo.

La contaminación en zonas costeras se asocia con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas

Las diminutas partículas plásticas, tanto micro como nanoplásticos, se originan a partir de la degradación de objetos plásticos más grandes, como botellas de agua desechables, prendas hechas con fibras sintéticas y productos de uso diario como cosméticos. Estas partículas han sido detectadas en diversos entornos, incluyendo el agua potable, productos del mar y el aire que respiramos.

Un proceso natural conocido como intrusión salina —en el que el agua del mar penetra en los acuíferos costeros— ha sido identificado como una vía de entrada importante de contaminantes, entre ellos los microplásticos, en las aguas subterráneas de regiones cercanas al océano.

En un estudio reciente, un grupo de investigadores analizó si existe una relación entre la presencia de micro y nanoplásticos en aguas oceánicas próximas a comunidades costeras y la prevalencia de enfermedades como diabetes tipo 2, cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares en los habitantes de esos lugares.

Para ello, evaluaron la contaminación marina por plásticos en un radio de hasta 200 millas náuticas desde los condados incluidos en el análisis, clasificando los niveles de contaminación en cuatro categorías:

  • Bajo (0 a 0,005 piezas por metro cúbico, equivalente a una mota de plástico en unas 200 bañeras de agua salada),
  • Medio (0,005 a 1 pieza por metro cúbico),
  • Alto (1 a 10 piezas por metro cúbico)
  • Muy alto (más de 10 piezas por metro cúbico).

Hallazgos principales

El estudio reveló que las personas que viven en condados costeros donde la contaminación marina por microplásticos es muy alta presentaban un 18 % más de prevalencia de diabetes tipo 2, una condición que a su vez duplica el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

Asimismo, los investigadores observaron un incremento del 7 % en el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias y un 9 % más de probabilidad de accidente cerebrovascular, en comparación con quienes residen en zonas con niveles bajos de contaminación plástica en el entorno marino.

Estas asociaciones se mantuvieron incluso después de considerar múltiples factores como edad, sexo, nivel educativo, acceso a atención médica, situación económica, calidad del vecindario y otros aspectos ambientales como la contaminación del aire, el ruido y la disponibilidad de espacios verdes.

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