Las mujeres mayores de 45 años con empleo precario sostienen el sistema de Dependencia

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
16/09/2025 - 16:00
Las mujeres mayores de 45 y el sistema de dependencia

Lectura fácil

La mayoría de las trabajadoras del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia son mujeres mayores de 45 años que enfrentan salarios bajos, contratos temporales y condiciones físicas y emocionales exigentes. Su trabajo sostiene un sistema fundamental para la atención de personas dependientes, pero sigue careciendo del reconocimiento y la protección que merecen.

Las mujeres mayores de 45 años sostienen el sistema de Dependencia

El reciente estudio presentado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 evidencia la situación laboral de las trabajadoras del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD).

Entre los hallazgos más destacados se observa que la mayoría son mujeres mayores de 45 años, enfrentando condiciones laborales marcadas por la precariedad, bajos salarios y contratos temporales.

Los datos del estudio muestran que los sueldos en el sector son significativamente inferiores a la media nacional, con una diferencia de aproximadamente 10.000 euros anuales. Esta situación afecta directamente a la estabilidad económica de las mujeres, quienes, pese a su experiencia y responsabilidad, reciben una remuneración que no refleja la importancia de su labor.

La temporalidad también es un problema importante. Uno de cada cuatro contratos en residencias es temporal, y en los servicios de ayuda a domicilio solo el 60 % de los contratos son indefinidos. La inestabilidad laboral afecta especialmente a las mujeres mayores de 45 años, obligándolas a equilibrar las exigencias físicas del trabajo con la incertidumbre sobre su futuro profesional.

Salud física y mental en riesgo

El estudio revela que estas trabajadoras sufren consecuencias directas en su salud. Las dolencias musculares crónicas, accidentes laborales frecuentes y altos niveles de estrés y ansiedad son comunes entre las mujeres mayores de 45 años del sector. La exposición continuada a esfuerzos físicos y posturas forzadas genera un desgaste considerable, que también repercute en la calidad del cuidado que ofrecen a las personas dependientes.

El envejecimiento de la población y el aumento de la dependencia hacen que la sostenibilidad del sistema dependa aún más de estas trabajadoras. Así, se estima que para 2030 será necesario incorporar al menos 260.000 nuevas trabajadoras, muchas de ellas para cubrir la creciente demanda de atención. La falta de condiciones adecuadas podría dificultar la retención del personal y comprometer la continuidad del servicio.

Reformas y medidas propuestas

La reforma legislativa recientemente presentada busca mejorar este panorama. Entre las medidas destacan la incorporación de indicadores sobre la calidad del empleo, marcadores desagregados por edad, sexo y origen, y la creación de servicios de apoyo que reduzcan los riesgos físicos del trabajo. Estas iniciativas buscan garantizar que las mujeres mayores de 45 años puedan desempeñar su labor en un entorno más seguro y digno.

El reconocimiento social y económico sigue siendo insuficiente. Las mujeres mayores de 45 años que trabajan en cuidados no solo sostienen el sistema formal de Dependencia, sino que también cubren la atención no remunerada en los hogares, asegurando que las personas dependientes reciban asistencia diaria. Sin ellas, el Sistema de Atención a la Dependencia no podría mantenerse.

En general, las mujeres representan el núcleo del sistema de Dependencia. Mejorar sus condiciones laborales es una cuestión de justicia social y una necesidad estratégica para garantizar que el cuidado de la población dependiente sea sostenible y de calidad.

Añadir nuevo comentario