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La obesidad en España cuesta 130.000 millones al año

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07/11/2025 - 07:49
Participantes en el informe sobre obesidad y su impacto económico y social

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El impacto económico y social del exceso de peso en España ha alcanzado cifras alarmantes. Según el informe El Valor Social de un mejor control de la obesidad en España, presentado en Madrid, el coste total asociado a esta enfermedad supera los 130.000 millones de euros. Sin embargo, si la población española redujera su peso entre un 5 y un 10 %, el país podría ahorrar unos 25.000 millones de euros, lo que evidencia el enorme margen de mejora existente.

El estudio fue elaborado por la Fundación Weber para la compañía farmacéutica Lilly, con la colaboración de expertos en economía de la salud, profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes. Su objetivo fue cuantificar el peso económico y social del exceso de peso, así como analizar las ventajas potenciales de controlar esta epidemia creciente.

Un análisis del coste real de la obesidad

Para desarrollar el informe, la Fundación Weber calculó el gasto derivado de 18 complicaciones clínicas asociadas al exceso de peso, seleccionadas por su alta prevalencia y por contar con evidencia científica sólida. Entre ellas se incluyen enfermedades cardiovasculares, metabólicas y otras patologías con distintos grados de gravedad.

Durante la presentación del informe, Álvaro Hidalgo, presidente de la Fundación Weber, destacó que “solo la obesidad ya representa un gasto de 130.000 millones de euros en España”. Añadió que una reducción de peso del 5 al 10 % permitiría alcanzar un ahorro social de unos 20.000 millones en 2025, cifra que se elevaría a 68.000 millones de euros si las pérdidas de peso alcanzaran el 20 al 25 %.

Las proyecciones a futuro son igual de reveladoras. Si se mantiene la prevalencia actual de obesidad y se extrapola a la población estimada para el año 2030, los ahorros potenciales oscilarían entre 25.000 millones de euros (para reducciones moderadas) y 84.000 millones (en los escenarios de mayor pérdida de peso).

Mejor calidad de vida y ahorro intangible

El informe no solo pone el foco en el aspecto económico, sino también en las mejoras sociales y personales que implicaría una reducción del exceso de peso. Se estima que los beneficios derivados del incremento de la calidad de vida y de otros factores intangibles superarían los 7.353 millones de euros en 2025, incluso considerando solo las reducciones más leves de peso.

Estas cifras se relacionan con una mayor participación social y laboral de las personas con exceso de peso, que actualmente reportan limitaciones para realizar actividades cotidianas. En este sentido, Teresa Millán, directora de Asuntos Corporativos de Lilly España, subrayó que el estudio “evidencia el coste de la inacción frente a la obesidad y puede servir de guía a las autoridades sanitarias para adoptar decisiones que beneficien tanto la salud de los ciudadanos como la sostenibilidad del sistema sanitario”.

El exceso de peso está vinculado a más de 200 complicaciones médicas, que afectan tanto la salud física como mental de quienes la padecen. No obstante, el estudio se centró en las 18 más comunes, agrupadas por sistemas y niveles de gravedad.

En el caso de las enfermedades cardiovasculares, la reducción de peso podría generar ahorros entre 8.707 millones y 32.000 millones de euros según el nivel de pérdida. En cuanto a las patologías metabólicas, las estimaciones sitúan los ahorros entre 5.064 millones y 10.114 millones de euros en 2025.

Hidalgo recordó que la carga económica “va mucho más allá del gasto sanitario directo”. Según el experto, el verdadero impacto incluye la pérdida de capital humano y la disminución de la productividad laboral, aspectos que superan con creces el coste médico de la atención a esta enfermedad.

La necesidad de un abordaje integral

Entre las principales conclusiones, el estudio insiste en la urgencia de adoptar un enfoque integral frente al exceso de peso, que la aborde no solo como un problema clínico, sino como un desafío económico, social y sanitario. Invertir en estrategias efectivas de prevención y control se presenta como una inversión de alto retorno, tanto para la salud pública como para el bienestar colectivo.

El doctor Diego Bellido, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, advirtió que la tendencia ascendente del exceso de peso en España “demuestra la necesidad de diseñar e implementar estrategias preventivas y terapéuticas integrales basadas en la evidencia”. Bellido abogó por situar el control del exceso de peso como una prioridad nacional, al mismo nivel que otras enfermedades crónicas de gran impacto.

El presidente de la Asociación Nacional de Personas con Obesidad (ANPO), Federico Luis Moya, hizo hincapié en otro aspecto clave: el estigma que aún rodea a esta enfermedad. Según recordó, afecta de manera profunda la calidad de vida de los pacientes, no solo por sus consecuencias físicas, sino también por las repercusiones psicológicas.

De hecho, tres de cada cuatro personas con exceso de peso sufren problemas de movilidad, y el 96 % experimenta dificultades psicológicas derivadas de la enfermedad. Moya insistió en la importancia de tratarla con empatía y enfoque multidisciplinar, reconociendo su naturaleza crónica y multifactorial.

Una llamada a la acción

El informe de la Fundación Weber y Lilly deja un mensaje claro: controlarla no solo mejora la salud de las personas, sino que también fortalece la economía y la cohesión social. Con un gasto que ya ronda los 130.000 millones de euros, España enfrenta un reto que exige la implicación conjunta de instituciones, profesionales sanitarios y ciudadanía.

La pérdida de peso, incluso moderada, puede traducirse en miles de millones de euros en ahorro, una mejor calidad de vida y un sistema sanitario más sostenible. El desafío está en convertir estos datos en políticas efectivas y en un compromiso real con la salud del futuro.

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