Los océanos se podrían recuperar en una década si todos nos implicamos desde ya

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03/04/2020 - 09:51
Una tortuga marina en los océanos

Lectura fácil

Los océanos y toda la vida marina pueden ser recuperados. Aún no encontramos a tiempo para que los hábitats submarinos puedan ser recuperados. Pero tenemos un límite, 30 años.

Según un estudio publicado en la revista científica Nature, de forma sustancial se puede recuperar entre un 60 y un 80% de la vida marina y sus ecosistemas.

En dicho estudio han participado investigadores procedentes de 16 universidades. Todos ellos se han dedicado a recopilar la respuesta que los ecosistemas marinos y los océanos han dado a las labores de conservación que se han llevado a cabo desde el año 1970.

Carlos Duarte, principal autor del estudio y catedrático de la King Abdullah University of Science and Technology de Arabia Saudí explica que"El desafío de reconstruir la vida marina es factible si se toman medidas rápidas para evitar llegar a un punto de inflexión en el que el colapso sea irreversible. No podemos esperar una década más para mitigar el cambio climático”.

Los océanos hacen posible la vida en el planeta Tierra, salvémoslos

El estudio determina que hay nueve ecosistemas que tienen un papel fundamental para conseguir la recuperación de los océanos:

  • Las marismas.
  • Los manglares.
  • Las praderas submarinas.
  • Los arrecifes de coral.
  • Algas.
  • Bancos de ostras.
  • Pesquerías.
  • Megafauna (animales de gran tamaño).
  • Las profundidades marinas.

Según los investigadores, en dichos lugares se deberían de aplicar una combinación de seis medidas de conservación tales cómo: la protección de las especies, luchar por la pesca responsable, comenzar con la restauración de hábitats, preservar las áreas marinas, reducción de la polución y mitigar el cambio climático.

Y es que reiteran que la tarea no es volver al punto de inicio ni a un punto de referencia en concreto, porque los registros que se tienen están muy fragmentados y los océanos han ido cambiado notablemente.

Desde donde parten es de los datos que han reflejado que en los océanos:

  • Al menos, un tercio de las poblaciones de peces sufren sobrepesca
  • Un tercio y la mitad de los hábitats marinos vulnerables se han perdido
  • Una gran parte de las costas están contaminadas
  • Existe eutrofización, que quiere decir que el agua recibe residios orgánicos en exceso
  • Se agota el oxígeno y el estrés por la subida de las temperaturas
  • Muchas especies marinas están en peligro de extinción

Aún hay esperanza

A pesar de todos estos datos, "las pérdidas en la biodiversidad del océano son menos pronunciadas que en tierra y la mayoría de las especies afectadas son capaces de recuperarse a un ritmo rápido cuando se eliminan las presiones", refleja el artículo científico.

Arriba: Ballena jorobada
Abajo: Leones marinos
Arriba: Ballena jorobada
Abajo: Leones marinos

Tal y como refleja el estudio, eso se comprueba a través de los aumentos que las poblaciones de ballenas jorobadas que migran desde la Antártida a la costa este de Australia. Han pasado de unas pocas cientas de especies en 1968 a más de 40.000 hoy en día.

También en los elefantes marinos, que consiguieron pasar de los 20 ejemplares reproductores en 1880, un siglo en el que se cazó a estos animales hasta casi llevarlos a la extinción, a los más de 250.000 ejemplares en sus poblaciones.

Así pasa con las poblaciones de tortugas, aunque de manera global se encuentran en muy mal estado, pero tras los análisis reflejan una tendencia positiva. Destaca la especie de la tortuga verde, que en Hawái ha logrado incrementar su población rápidamente.

“Se protegen sus nidos en las playas, se han dejado de cazar y existen artes de pesca mejoradas para evitar el daño colateral de la captura de especies no deseadas de las que las tortugas pueden escapar”, indica Duarte.

Crías de tortuga marina
Crías de tortuga marina

Carlos Duarte explica que los datos obtenidos aportan no son optimistas, sino realistas, y transmite que "lo que ocurría es que faltaba por evaluar el resultado de las actuaciones que se pusieron en marcha entre los años setenta y ochenta".

Es hoy, cuando se están observando los resultados de aplicar medidas como el convenio Cites, un acuerdo internacional que se adoptó en 1975 y que se encarga de vigilar para que el comercio internacional de animales y plantas silvestres no suponga una amenaza para su supervivencia y de que se cumpla la moratoria de 1982 sobre la caza de ballenas.

"Se observa un cambio de tendencia con un impulso enorme de la recuperación de especies y hábitats, que se puede incrementar si se hacen las cosas bien”, explica Duarte.

Tanto a escala local como regional se ha conseguido aumentar las poblaciones de peces que se habían agotado gracias a las restricciones de capturas o la regulación de las artes de pesca.

También se ha conseguido recuperar los bancos de ostras y otros invertebrados en diez años al suprimir las causas del estrés. Así como se ha podido restaurar las praderas submarinas y marismas y manglares.

Son unos datos alentadores, que nos muestran que si todos luchamos por la conservación de nuestros océanos, podremos devolverle a la tierra un poco de todo lo que le hemos robado y rebajar todo el mal que le hemos estado causando.

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