Los niños españoles dedican más tiempo a las pantallas que a la actividad física

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31/07/2025 - 08:05
El uso de las pantallas por los niños

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En España, los niños dedican más tiempo a las pantallas que a moverse o hacer deporte. A pesar de vivir en un país con muchas horas de sol, la actividad física infantil es escasa y preocupa a expertos en salud. Un nuevo informe advierte sobre los riesgos del sedentarismo y la desigualdad en el acceso a estilos de vida saludables.

Más pantallas, menos movimiento: una realidad preocupante

España es un país con abu ndante luz solar y clima favorable para disfrutar al aire libre. Sin embargo, los niños pasan más tiempo frente a dispositivos electrónicos que realizando actividad física. Esta situación ha sido documentada en el Informe Kellogg’s sobre pobreza alimentaria y estilo de vida, correspondiente al año 2025.

Según este estudio, los menores de entre 6 y 12 años dedican una media de 3,6 horas a la semana al ejercicio físico, mientras que el uso de pantallas asciende a 5,1 horas. Esta diferencia refleja un cambio de hábitos que tiene implicaciones importantes para la salud y el bienestar de los más pequeños.

El informe se basa en encuestas realizadas a 1.000 hogares españoles con hijos en edad escolar. Los resultados indican que el 69 % de los niños usan pantallas hasta seis horas semanales, y un 31 % supera ese tiempo. En cambio, solo un 10% de los menores realiza más de seis horas de ejercicio a la semana.

Además, un 35 % de los niños apenas llega a las dos horas semanales de actividad física, muchas veces limitada a las clases de educación física del colegio. Este bajo nivel de movimiento está muy por debajo de las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, que aconseja al menos una hora diaria de ejercicio para los niños.

Consecuencias físicas, mentales y sociales

El desequilibrio entre el tiempo frente a pantallas y el ejercicio no solo tiene efectos sobre el cuerpo. También influye en el desarrollo emocional y social de los menores. Practicar deporte o jugar al aire libre contribuye a mejorar la concentración, disminuir la ansiedad y fomentar relaciones con otros niños.

Por el contrario, pasar muchas horas frente a pantallas, especialmente sin supervisión, puede aumentar el riesgo de aislamiento, problemas de sueño y malos hábitos alimentarios. Esto pone en peligro el desarrollo integral de la infancia y puede tener consecuencias a largo plazo.

Verano: oportunidad y barreras

El verano, con más tiempo libre y vacaciones escolares, representa una ocasión ideal para promover hábitos saludables. Actividades al aire libre, juegos en grupo o deportes pueden ayudar a romper la rutina sedentaria. Sin embargo, no todas las familias pueden aprovechar esta oportunidad por igual.

Según el estudio, el 32 % de los padres señala la dificultad de conciliar horarios como un obstáculo para promover el ejercicio. Otro 28 % menciona el coste económico de las actividades como una barrera importante. Esto evidencia que la desigualdad también está presente en el acceso a un estilo de vida activo.

Por otro lado, los datos muestran que los problemas de sedentarismo y alimentación poco saludable afectan más a los hogares con menos recursos. La falta de acceso a espacios seguros o a programas deportivos gratuitos agrava esta situación, aumentando el riesgo de obesidad y otros problemas de salud.

Por ello, los expertos coinciden en la importancia de desarrollar políticas públicas que faciliten el acceso a entornos activos para todos los niños. Invertir en parques, actividades asequibles y campañas de concienciación es clave para garantizar una infancia saludable y equilibrada y alejar a los niños unas horas de las pantallas.

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