Nuestros recuerdos son engañosos y nuestra memoria altamente frágil y manipulable

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12/11/2023 - 11:30
Nuestros recuerdos pueden modificarse

Lectura fácil

Julia Shaw, psicóloga del University College de Londres expone que los recuerdos falsos, es decir, lo que conocemos como memoria autobiográfica son muy complejos de recordar.

Es decir, nuestra memoria puede recordar sucesos como el ataque del 11-S, ya el cerebro no tiene que acceder a tantos lugares, pero el revivir una experiencia propia requiere de múltiples conexiones cerebrales responsables de sensaciones que dan lugar a una red neuronal muy grande y liosa.

Y es que según la especialista en psicología, "los recuerdos no son el registro exacto del pasado que nos gustaría pensar que son".

Recuerdos, una información que guardamos de forma borrosa y que es altamente manipulable

Esto se ha demostrado numerosas veces con estudios científicos, realidades dinámicas, mutantes e imprecisas, por lo que con estas revelaciones pueden llevarnos a creer que, si somos memoria, ¿somos mentiras pues?.

Mantengamos la calma, a nivel psicológico puede que si seamos mentiras, pero esto no debe causarnos preocupación, según Shaw.

"Creo que es una visión muy importante de cómo funciona nuestro cerebro y, en última instancia, nuestros cerebros no están ahí simplemente para registrar el pasado de manera perfecta y confiable. Están ahí para navegar por el presente y pensar en el futuro", apunta Shaw.

"Son estas cosas maravillosas y creativas que son excelentes para resolver problemas, que nos permiten ser inteligentes, recombinar creativamente piezas de información que hemos recogido en el pasado y juntarlas de una manera que nunca antes habíamos hecho para crear una nueva historia, una nueva solución, una nueva idea. Para eso está optimizado y, por lo tanto, cosas como los falsos recuerdos son un subproducto de esa increíble capacidad de inteligencia. Lo intrigante de ellos es que no tenemos acceso a la versión original, sólo a la que hicimos la última vez", explica detalladamente la experta.

Tanto es así, que la especialista realizo un experimento que pasó por una extensiva aprobación ética para demostrar como es posible manipular los recuerdos, haciendo creer a las personas que hicieron cosas que nunca sucedieron.

"Nuestros recuerdos están siendo influenciados por personas, por lo general sin intención, todo el tiempo. Así que creo conveniente enseñarle a la gente a ser consciente de ello y a entender cómo funciona ese proceso. Quería estudiar algo llamado pensamiento criminal, y siempre me interesó el cerebro 'normal', no tanto patologías sino cómo la gente común puede convertirse en delincuente", explicó la psicóloga.

En constante reconstrucción

Elizabeth F. Loftus es una de los psicólogos más ilustres del siglo XX por la Asociación Estadounidense de Psicología, y ella realizo antes que Shaw experimentos similares, para demostrar que son representaciones literales de eventos pasados, que quedan ubicados en una especie de biblioteca mental.

Cabe destacar que la ciencia de la memoria nos ha dejado informaciones relevantes sobre el funcionamiento de la mente, repercutiendo en la justicia penal, pues esta depende de declaraciones de testigos y sospechosos.

Y es que, especialistas como Loftus han revelado cómo la estandarización en este campo contribuye con la contaminación de la memoria. Es por eso que tanto ella como Shaw son muy solicitadas como expertas para examinar pruebas en casos judiciales.

De esta forma, si detectan posibles manipulaciones haciendo uso de la ciencia de los recuerdos falsos, dan una señal de alarma para que se tomen medidas.

Con el entendimiento teórico de que nuestra memoria es fácil y engañosa, se ayuda a prevenir errores judiciales. El caso es que es un tema que preocupa a muchos, como en el caso de cuestionar esta parte de la memoria de alguien en tribunales, por la posibilidad de que dificulte más que las víctimas de delitos sexuales obtenga la credibilidad.

El caso, es que Shaw por su parte dice que han de tener mucha cautela y no asumir que los recuerdos no son pruebas suficiente. Además ella misma expone que si no pudiéramos confiar en esta parte de la memoria, el sistema legal colapsaría y que lo ideal es educar al público. Ella aconseja que si somos testigos o nos sucede algo importante, debemos de registrarlo fuera de la memoria, porque necesitamos entender cómo puede cambiar esta para que la podamos preservar de la mejor forma posible.

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