Renfe busca la neutralidad de carbono en 2030: un tren hacia la sostenibilidad

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05/11/2025 - 17:00
Tren AVE Renfe| Foto de Renfe

Lectura fácil

En un mundo cada vez más consciente de la urgencia de combatir el cambio climático, la descarbonización de todos los sectores económicos es una prioridad ineludible. El transporte, responsable de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, está llamado a liderar esta transición. Dentro de este contexto, Renfe, la principal compañía ferroviaria de España, ha anunciado un ambicioso compromiso que la posiciona a la vanguardia de la sostenibilidad: alcanzar la neutralidad de carbono en 2030. Esta meta no solo representa un hito para el ferrocarril español, sino que también es un paso firme hacia un modelo de movilidad más ecológico y eficiente.

Este objetivo, adelantándose dos décadas a la meta de la Unión Europea de lograr la neutralidad climática en 2050, subraya la voluntad de Renfe de ser un agente clave en la lucha contra el calentamiento global, transformando su operativa para minimizar su impacto ambiental.

¿Qué significa "neutralidad de carbono"?

Alcanzar la neutralidad de carbono (o "cero emisiones netas") significa que una empresa o actividad elimina de la atmósfera la misma cantidad de gases de efecto invernadero que emite. Esto se logra mediante una combinación de estrategias:

  1. Reducción drástica de emisiones: La prioridad es disminuir al máximo las emisiones directas e indirectas derivadas de la actividad (consumo de energía, uso de combustibles, etc.).
  2. Compensación de emisiones residuales: Aquellas emisiones que no se pueden eliminar por completo se compensan mediante proyectos que absorben carbono de la atmósfera, como la reforestación o la inversión en energías renovables.

Para Renfe, este compromiso implica una transformación integral de sus procesos, desde la fuente de energía hasta la gestión de residuos.

Las claves de la estrategia de Renfe hacia 2030

El plan de Renfe para alcanzar la neutralidad de carbono se basa en varias líneas de actuación fundamentales:

  1. Uso de Energía Eléctrica 100 % Renovable:
    • Prioridad: El ferrocarril, al ser mayoritariamente eléctrico, ya parte con una ventaja significativa. La clave es asegurar que la electricidad consumida provenga exclusivamente de fuentes renovables (eólica, solar, hidráulica). Renfe ya utiliza energía certificada 100 % verde para gran parte de su tracción eléctrica, y el objetivo es extenderlo a la totalidad de su consumo.
    • Impacto: Esto elimina de raíz las emisiones asociadas a la generación de electricidad, que son las más importantes para su operativa.
  2. Eficiencia Energética y Modernización de la Flota:
    • Inversión: Continuar invirtiendo en trenes más modernos y eficientes, que consuman menos energía por kilómetro recorrido y por pasajero transportado. La incorporación de nuevas generaciones de trenes (AVE, Cercanías, Media Distancia) con tecnologías avanzadas contribuye a este objetivo.
    • Optimización de la conducción: Implementar sistemas de conducción eficiente que reduzcan el consumo de energía, como la recuperación de energía en el frenado.
    • Gestión inteligente: Mejorar la gestión energética en estaciones y talleres, utilizando sistemas de iluminación LED, climatización eficiente y monitorización del consumo.
  3. Descarbonización de la Flota Diésel:
    • Reto: Aunque la mayoría de la red es eléctrica, existen tramos y trenes que aún operan con diésel. Este es uno de los mayores desafíos para la neutralidad.
    • Soluciones: Explorar y aplicar alternativas como el uso de biocombustibles avanzados, trenes híbridos (diésel-eléctricos) y, a largo plazo, la electrificación de más tramos o la introducción de trenes de hidrógeno, que actualmente están en fase de desarrollo y prueba en Europa.
  4. Economía Circular y Gestión de Residuos:
    • Reducción, reutilización, reciclaje: Implementar políticas de economía circular en la adquisición de materiales, la gestión de la chatarra de trenes, el mantenimiento de infraestructuras y la gestión de residuos en trenes y estaciones.
    • Menos plásticos: Reducir el uso de plásticos de un solo uso en los servicios a bordo y en las estaciones.
  5. Compensación de Emisiones:
    • Último recurso: Para aquellas emisiones que no puedan eliminarse por completo, el gigante del ferrocarril invertirá en proyectos certificados de absorción de carbono, como la reforestación o la protección de ecosistemas, asegurando que el balance neto de emisiones sea cero.

El ferrocarril: el aliado clave en la movilidad sostenible

El compromiso de Renfe con la neutralidad de carbono refuerza el papel del ferrocarril como el modo de transporte más sostenible para pasajeros y mercancías, especialmente en medias y largas distancias. Comparado con el avión o el coche privado, el tren emite significativamente menos CO2 por pasajero-kilómetro.

  • Menos congestión: Desplazar pasajeros y mercancías del asfalto al raíl reduce la congestión de carreteras y el impacto ambiental asociado.
  • Eficiencia espacial: El tren ocupa menos espacio y es más eficiente en el transporte masivo.
  • Promoción del cambio modal: Al ofrecer un servicio más ecológico, la empresa incentiva a los ciudadanos a elegir el tren como su opción preferente de viaje, contribuyendo así a una descarbonización global del sector del transporte.

El ambicioso objetivo de Renfe para 2030 es una clara muestra de cómo las grandes empresas pueden y deben liderar la transición hacia un modelo económico y social más sostenible. No es solo una meta corporativa, sino una contribución esencial a los objetivos climáticos de España y Europa, y un ejemplo inspirador para el resto de la industria. El tren, símbolo de progreso, se convierte ahora también en estandarte de la sostenibilidad.

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