¿Estoy teletrabajando bien? Aspectos negativos del empleo en remoto

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
12/08/2021 - 14:44
Imagen recurso para teletrabajo en Pixabay

Lectura fácil

14:44 de la tarde. Han pasado varias horas desde que comenzase un nuevo día de teletrabajo para multitud de personas -en marzo de este año el trabajo en remoto llegó al récord de 2,86 millones de personas en España, según Adecco- que se acogen a sus particulares formas de trabajar desde el hogar, desde teleoperadores que combinan el sonido de las llamadas entrantes con la música que ponen los vecinos, hasta oficinistas que sonríen vía Zoom ante colegas de trabajo que muestran la decoración de sus salones.

Aquel 14 de marzo de 2020 en el que el Gobierno decretase el Estado de alarma abrió para muchos la puerta a una nueva forma de combinar el trabajo con la vida en el hogar. Seis meses después, en septiembre de 2020, el 84 % de los españoles quería teletrabajar al menos dos días a la semana, según un informe de la Cámara de Comercio.

El tiempo dirá si esta forma de trabajo en remoto se implanta de forma definitiva. De momento, siempre es bueno tener en cuenta aspectos que algunos expertos no consideran idóneos para seguir respondiendo correos desde el sofá.

Ya en marzo este diario ofreció unos incipientes consejos, en un momento además en el que los colegios echaron el cierre y muchos pequeños se colaron detrás de la cámara en las reuniones. Uno de ellos era no perder de vista que estamos dentro del horario laboral, por lo que obligaciones como la lavadora o el lavavajillas deberían ser materia nocturna, más aún después de que se implantase el nuevo sistema horario de las tarifas de la luz, cada vez más altas.

Al hilo de esto, la compañía energética Ibedrola ofrece en su portal varias desventajas del teletrabajo, después de indicar algunas ventajas discutibles como la reducción del estrés o el aumento de la conciliación familiar.

La eficiencia a la hora de trabajar a distancia

Respecto a lo malo para el empleado, la empresa apunta, en primer lugar y de forma muy acertada, el sedentarismo que genera y los problemas derivados de ello, como dolor de espalda, al igual que trabajar más horas de las habituales. Otro aspecto negativo es que incrementa el aislamiento entre el trabajador y la empresa y, además, dificulta el control del rendimiento.

Esta cuestión para la productividad fue estudiada por The Economist en una encuesta publicada a mediados de junio. En ella, 10.000 empleados de diferentes empresas tecnológicas asiáticas entre abril de 2019 y agosto de 2020 -lo cual ofrece una comparación entre antes y después del confinamiento- llevaron con sus respuestas a concluir que habían bajado un 20 % su productividad.

El informe, titulado Work from home & productivity: evidence from personnel & analytics data on IT professionals, llegó a la conclusión de que, aunque en general trabajaban más horas -hasta un 30 % más, unas 12 horas semanales de añadido- los empleados veían reducida su eficiencia a distancia frente a un lugar físico.

Vigilar al trabajador

Esta clave ha sido tomada por El País en un reportaje en el que alertan de las prácticas negativas que se pueden cometer al trabajar en casa, donde pueden aumentar los momentos de ausencia difícilmente medibles por los jefes o por los habituales sistemas de estatus. No obstante, aunque hay casos alarmantes, como uno que citan de la Audiencia Nacional en mayo, cuando se vio obligada a aclarar que ir al servicio no es descontable del tiempo laboral, los expertos que el medio consulta no cuestionan, por ejemplo, tomar café, sino más bien que el tiempo invertido en descansar ha de ser proporcional a la eficiencia del trabajador en su cometido.

Solo casos "continuados y persistentes" podrían llegar a ser motivos de despidos, como indica un socio de Zeres Abogados, Fabían Valero, consultado por El País, por lo que es importante establecer un diálogo entre empresa y trabajador para que ambos estén alineados en sus objetivos, sin tener que poner sistemas de vigilancia que impactarían en la intimidad del trabajador y que, incluso, podrían llegar a incurrir en delito por parte de la empresa, aunque sí están permitidas si no resultan demasiado intrusivas y son útiles para medir el "control de proporcionalidad" que definen los expertos a la relación entre pausa y trabajo. De momento, parece que nadie nos va a poner una cámara en la nevera.

Añadir nuevo comentario