Madrugar sin esfuerzo: 5 trucos efectivos para activar tu mañana

Para muchos, madrugar puede convertirse en una verdadera batalla diaria. Aunque la intención de salir de la cama está presente, el cuerpo parece resistirse: se posponen alarmas, se corre para llegar al trabajo o se abandona el ejercicio matutino.

¿Por qué cuesta tanto madrugar? Según expertos en salud y actividad física, aplicar ciertas tácticas puede marcar la diferencia entre una mañana apática y una jornada bien iniciada. Aquí presentamos cinco estrategias sencillas pero eficaces para activar el cuerpo apenas suena el despertador.

Cinco sencillos trucos para madrugar sin que suponga una tortura

• Preparar la ropa la noche anterior

Minimizar las decisiones al despertar puede acelerar la rutina matutina. Jen Ator, directora de fitness de la revista Women’s Health, comparte un truco personal que le ahorra hasta 20 minutos por la mañana: dormir con la ropa de entrenamiento. “Si voy a levantarme a hacer ejercicio, quiero asegurarme de que ese tiempo se utilice realmente”, explica. Dejar lista la vestimenta, ya sea para hacer deporte, trabajar o salir, elimina un obstáculo más y ayuda a empezar el día sin demoras ni excusas.

• Entrenar en compañía… ¡y anunciarlo!

Tener un compañero de ejercicio genera compromiso, pero compartirlo públicamente añade presión positiva. Jenn Seracuse, directora de FLEX Pilates en Nueva York, propone dar un paso más: pedirle a un amigo, entrenador o incluso al profesor de la clase que nos mencione en redes sociales, por ejemplo con un tuit tipo: “¡Te estoy esperando a las 6 am!”. Este tipo de mensajes, aunque informales, pueden funcionar como un recordatorio público que refuerza el compromiso personal de madrugar.

• Despertarse con una menta

Un pequeño estímulo gustativo puede poner al cerebro en alerta para madrugar. Brett Hoebel, entrenador de la temporada 11 del programa The Biggest Loser (versión estadounidense de “Cuestión de Peso”), recomienda tener pastillas de menta en la mesa de luz. Apenas suene la alarma, tomar una activa el cerebro: el azúcar despierta la mente, mientras que el sabor fresco estimula las papilas gustativas y las terminaciones nerviosas. Además, como beneficio adicional, combate el mal aliento mañanero.

• Alejar el despertador (y que suene fuerte)

Hacer que el cuerpo se mueva apenas despierta puede romper la inercia del sueño. El médico deportólogo Jordan Metzl, del Hospital de Cirugía Especial de Nueva York, aconseja colocar el despertador lejos de la cama y subirle el volumen. Para apagarlo, será necesario levantarse. Esta técnica, aunque simple, funciona muy bien, según confirma también Ator, quien pone sus zapatillas de correr junto a la puerta y su teléfono encima de los cordones. Incluso medio dormida, al tener que moverse físicamente, inicia su rutina. Y si el sonido es insoportable, mejor: “Mis amigos dicen que tengo la alarma más desagradable del mundo… pero funciona”, afirma Hoebel.

• Usar la mente como aliada: charla interna positiva

Motivarse a uno mismo para madrugar con pensamientos dirigidos puede ser tan eficaz como una taza de café. En lugar de pulsar el botón de “snooze” para seguir durmiendo, Seracuse sugiere quedarse quieto, con los ojos cerrados, y utilizar esos minutos para concentrarse mentalmente. La nadadora paralímpica Mallory Weggemann, campeona mundial y medallista de oro, emplea este mismo método: se da una charla interna de 5 a 10 minutos. “Me digo cosas como ‘OK, puedes hacerlo’ o ‘¡saca ese trasero de la cama!’, según mi humor”, relata. La clave está en convencerse, aunque sea con un poco de autoengaño, de que se está listo para comenzar el día.

Pequeños hábitos, grandes cambios

Madrugar no tiene por qué ser una tortura. Incorporar pequeños hábitos como preparar la ropa, comprometerse públicamente con un entrenamiento, estimularse con sabores o utilizar la mente a favor del cuerpo, puede transformar por completo la rutina matinal.

El secreto está en crear las condiciones adecuadas para que el cuerpo acompañe la voluntad, y así comenzar cada día con energía y propósito.