Hace ahora una década que el 15M se convirtió en un gran movimiento

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15/05/2021 - 09:00
Imagen del 15M en Sol / Katia Navas

Lectura fácil

El 15 de mayo de 2011 miles de personas se manifestaron en España bajo el lema 'No somos mercancía de políticos ni de banqueros'.

En plena crisis económica y a pocos días de las elecciones, miles de 'indignados' acamparon en plazas de todo el país durante semanas.

La Puerta del Sol en Madrid, se convirtió en el icono de un movimiento que ayudó a cambiar el mapa político de la década siguiente. Todos ellos pedían que el partido político que saliese en las urnas, se fijase más en los ciudadanos y en sus necesidades.

El Movimiento 15M, surge a partir del foro ¡Democracia Real YA!, lo desborda, y se transforma en un estado de ánimo, un sentimiento generalizado y compartido por la gran mayoría de ciudadanos

Hace ahora una década, el 15M, de manera inesperada, una convocatoria a manifestación por Internet por parte del movimiento Democracia Real Ya triunfó y se convirtió en una acampada en muchas ciudades de España. Además, gracias a las referencias en la prensa española a diarios de otros países, observamos que los españoles residentes en el extranjero también empezaron a manifestarse y a acampar delante de las respectivas embajadas y consulados de España por todo el mundo.

Se transformó así en un movimiento asociativo y político que catalizó gran parte del descontento provocado por la crisis económica de 2008 y del que Unidas Podemos ha sido una de sus expresiones institucionales.

Diez años después, por motivos muy diferentes —esta vez ha sido una pandemia, no las trampas de la economía irreal que arrasaron la economía real—, el mundo vive otra crisis con la desigualdad desbocada.

El 15M ha dejado muchas huellas en la sociedad española, que van más allá de unas cuantas expresiones como “casta” o “régimen del 78”: sus coletazos en el sistema de partidos han vuelto a quedar en evidencia en las recientes elecciones a la Comunidad de Madrid con la retirada de la política activa de Pablo Iglesias y el sorpasso de Más Madrid.

Las manifestaciones y protestas se autodenominaron como una reacción ante la indignación que provocaba la situación política y económica del país

El Movimiento del 15M supone un punto de referencia visible, una exteriorización del enfado de los ciudadanos, un espacio público donde todos pueden compartir sus preocupaciones, indignaciones y angustias. Se trata de una expresión que admite el debate democrático.

Varios historiadores españoles de diferentes generaciones y especialidades, analizan en EL PAÍS la huella del 15M en la historia reciente. Un tema que también ocupó mi trabajo de fin de grado en la universidad.

La mayoría de los historiadores coinciden en señalar que tal vez no la fecha, pero sí el espíritu del ­15M, ha entrado para quedarse en la historia reciente de España y del mundo occidental.

El 15M es sin duda una fecha muy importante en el mundo desarrollado

En junio de 2011 aparecen las primeras radiografías sobre la opinión pública ante el Movimiento 15M obtenidas a partir de entrevistas personales y cuestionarios publicados en el barómetro del CIS de Junio de 2011 (2905) y además, EL PAÍS, gracias a Metroscopia, publica el 26 de junio de 2011 una encuesta en el que se refleja que la gran mayoría de los encuestados respalda el Movimiento 15M. Esta última afirmaba que 81 % de los españoles creen que este movimiento social tenía razón en sus reclamaciones y que tres de cada cuatro españoles pensaba, además, que este movimiento social era una fuente de ‘regeneración de la democracia’ (el 94 % de los encuestados estaban de acuerdo en excluir a imputados políticos de las listas). Solo el 9 % de los encuestados declaraba que los ‘indignados’ carecían de argumentos. Según este estudio es casi unánime (90 %) la demanda de que los partidos políticos debían introducir cambios en su metodología de trabajo y prestar más atención a la ciudadanía. Aún así, el 57 % pensaba que este movimiento estaba destinado al fracaso y que nadie les recordaría en poco tiempo. Se equivocaban, está claro.

El 15M, según los historiadores, representó un punto de inflexión en el que se pusieron de manifiesto cambios que venían de antes: una transformación en la configuración del sistema de partidos políticos, que llegó para quedarse. En 10 años han pasado muchas cosas, pero todavía, no hemos cerrado el ciclo.

El sentimiento colectivo de indignación pasó a hacerse público en 2011

Los siete historiadores consultados por EL PAÍS coinciden en que el 15M es una manifestación de la gran recesión de 2008, que vino acompañada de una oleada brutal de recortes que laminaron a la clase media, condenaron a la pobreza a millones de ciudadanos y cegaron el futuro de muchos jóvenes en Europa y EE.UU.

Varios lo relacionan también con otras manifestaciones muy diferentes (incluso opuestas) de ese malestar, como el fenómeno Trump. Forman parte de la misma respuesta a la globalización, a la irrupción de nuevas tecnologías que revolucionan el mundo del trabajo. Ahí entrarían la Primavera ÁrabeOccupy Wall Street, la irrupción de Syriza en el ecosistema político griego, incluso los chalecos amarillos franceses. 

Más allá de las pancartas, impregnadas de ecos del provocador y certero gamberrismo de Mayo del 68 —”Se alquila esclavo económico”, “Rebeldes sin casa”, “Más educación, menos corrupción”—, y de las asambleas y círculos de la Puerta del Sol, que luego se trasladaron a los barrios, existía una clara voluntad de romper con el statu quo.

En definitiva, el fenómeno del 15 de mayo fue una expresión desde la izquierda, pero que transcurrió en paralelo a los partidos tradicionales. Podría significar también el fin de la Transición, tal y como se había conocido hasta entonces. Y expuso a la sociedad que España había cambiado notablemente y que habían surgido nuevos protagonistas, individuales y colectivos.

El 15M fue y es un factor muy útil en la educación política al dejar claro que la desobediencia es posible. El movimiento se trató de una llamada juvenil, sin siglas. La gente deseaba protestar y expuso un amplio conjunto de propuestas para un cambio, muchas de las cuales han sido aceptadas por la clase política. Por ello, merece la pena comprometerse con algo para intentar cambiar las cosas y defender nuestros propios pensamientos.

Desde 2018, una placa recuerda lo que ocurrió aquellos días de mayo: “Dormíamos, despertamos’. El pueblo de Madrid en reconocimiento al movimiento 15M que tuvo lugar en esta Puerta del Sol”. El resto es historia. De hecho, ya lo es.

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