La economía circular facilita que las ciudades sean más eficientes

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16/10/2020 - 14:17
Representación de la economía circular

Lectura fácil

La economía circular debe hacerse paso ante las adversidades que presentan las actuales ciudades. El modelo lineal actual presenta grandes complejidades, por ello, apostar por este modelo, supone ver el horizonte con mayor claridad al pensar en la manera en la que usamos materiales, consumimos productos, servicios, usamos el transporte y tenemos la oportunidad de ser más eficientes y sostenibles.   

Economía circular en nuestras ciudades

Los expertos sugieren un cambio de modelo. Actualmente ejercemos una economía lineal en la que impera: fabricar-usar-tirar.

De este modo, proponen otro modelo sostenible que aporte beneficios en las ciudades del siglo XXI optando por otra manera de planificar, diseñar, financiar y mantener las ciudades, así como la forma en que se crean, usan y reconvierten.

Nuevo modelo sostenible en las ciudades

Los estudios señalan que en las ciudades que incorporan principios de la economía circular, encontramos una mayor proximidad entre los lugares donde la gente vive, trabaja y disfruta de su tiempo libre.

Se observa que al incorporar elementos de sostenibilidad, el aire es más limpio a medida que los vehículos utilizan motores con cero emisiones, y la congestión disminuye a medida que aumenta el tráfico compartido y uso del transporte público.

Con respecto a la salud de la población, este cambio de modelo propone una mayor proximidad entre los espacios de referencia (colegios, trabajo, supermercado), de este modo en las ciudades que ya se aplica, se usa la bicicleta y se camina mucho más, mejorando la salud de la población, y se observa una mayor interacción con negocios y comunidades locales.

¿Qué ocurre con el diseño de las ciudades?

En esta línea, observamos cambios en los procesos. Modificaciones que conllevan un planteamiento inteligente de las ciudades, pongamos el ejemplo de, en lugar de arrojar materiales en los vertederos o simplemente incinerarlos, un nuevo sistema distribuido de gestión de recursos, flujos de nutrientes y logística inversa hacen que el retorno, la reutilización y la clasificación de los productos sean posibles.

El diseño de las ciudades y la economía circular deben ir de la mano. Hablamos de: infraestructuras, vehículos, construcciones o equipamiento son diseñados para formar una combinación que es un compromiso entre durabilidad, versatilidad, mantenibilidad y posibilidad de incorporarse de nuevo a los ciclos (biológico o técnico).

Debemos realizar el efecto “espejo” ante la naturaleza, es decir, es tiempo de usar los productos locales y renovables, que pueden compostarse, reciclarse y reutilizase, de la misma manera que se comporta la naturaleza.

Apoyo de la tecnología

Eliminar residuos en procesos de diseño y fabricación de edificios, vehículos y productos se consigue con diversas técnicas que tenemos ya a nuestro alcance y que son piezas clave en la economía circular de nuestras ciudades.

Desde la economía colaborativa, hemos conocido iniciativas tales como makers y Fab Labs, se conoce y comparte el conocimiento e implementación de edificios, vehículos y productos de diversa índole, lo que permite su reparación y reutilización. En esta línea, los productos y las piezas se crean según la demanda y en el lugar que se demanda, lo que transforma su fabricación y su logística asociada.

Compartir bienes y servicios

En este sentido, es tiempo de conocer otros ejemplos e iniciar un cambio en nuestra forma de operar. Es decir, La población ahora puede tener acceso a lo que necesite  de una forma nueva. Es posible estar hablando de espacio, productos o de transporte que podemos disfrutar compartiendo en lugar de ser propietarios. Esto propicia la comunicación entre vecinos, la colaboración entre unos y otros, además de establecer vínculos personales.

Compartimos, adaptamos los productos y les damos otros usos, este es el modelo de la economía circular que tenemos a la vuelta de la esquina.  De esta manera, los productos ya no se usan solo una vez, pudiéndose reparar, adaptar o reconfigurar a nivel individual, comunitario y comercial.

Con estas nuevas pautas basadas en la economía circular, establecemos nuevas oportunidades de negocio y a ocupaciones laborales que no existían hasta el momento.

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