La historia de los hipopótamos de Escobar y su traslado de Medellín a Sinaloa en busca de un hogar cinematográfico

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22/04/2023 - 12:00
Cartel con un hipopótamo

Lectura fácil

La historia de los hipopótamos de Escobar comienza cuando el famoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar, quien tenía un zoológico privado en su mansión de Medellín e importó cuatro ejemplares de África para su colección. Después de su muerte, el zoológico fue cerrado y los hipos quedaron abandonados en la propiedad, donde vivieron y se reprodujeron sin control.

A pesar de que se convirtieron en un atractivo turístico para la zona, su presencia se consideró un riesgo para el ecosistema, ya que son una especie invasora y no existen en la región de América Latina. Por lo tanto, el gobierno colombiano comenzó a planear su captura y traslado a un lugar más adecuado.

La empresa mexicana "Hipopótamos Films" se enteró de la situación y vio la oportunidad de usar a los animales en su próxima película. Para ello, negociaron con las autoridades colombianas y lograron trasladar a diez ejemplares a México, específicamente a un rancho en Sinaloa, donde serán entrenados para su participación en la película.

Aunque algunos consideran que esto no es lo más adecuado para la salud y bienestar de los animales, otros creen que es una forma de asegurar su supervivencia y encontrarles un hogar seguro y estable.

El incierto futuro de los “preocupantes” hipopótamos de Pablo Escobar

Los hipopótamos que en 1984 llegaron ilegalmente a Colombia para el zoológico que el narcotraficante Pablo Escobar armó en su hacienda en el centro del país se han reproducido sin control y son un “preocupante” problema ambiental para las autoridades y habitantes de la zona.

En el apogeo de su imperio criminal, Escobar construyó un zoológico en su Hacienda Nápoles, de casi 3.000 hectáreas, ubicada en Puerto Triunfo, en el departamento de Antioquia.

Hasta ese lugar llevó animales exóticos de todas partes del mundo que lo convirtieron en toda una sensación por lo extravagante de la propiedad sobre cuyo portón de entrada mandó instalar una avioneta que simbolizaba el medio de transporte de sus envíos de cocaína a EE.UU.

Tras su muerte en 1993, y con el fin de su cartel de las drogas, los animales del zoológico de Escobar quedaron sin control en un entorno que no era el suyo y encontraron en las planicies del Magdalena Medio un nuevo hogar al que rápidamente se acostumbraron por las condiciones favorables del terreno, regado por las aguas del río Magdalena, el principal de Colombia.

Sin embargo, los exóticos paquidermos se convirtieron con el tiempo en un peligro para la fauna, la flora y los campesinos de la región, uno de los cuales sufrió graves heridas al ser atacado en 2020 cuando fumigaba un potrero.

Tres hembras y un macho fueron los primeros integrantes de esa comunidad de hipopótamos que ya cuenta con 133 ejemplares, según el último estudio del Ministerio de Ambiente junto con el Instituto Humboldt y la Universidad Nacional, que apunta a que los paquidermos “se han reproducido de manera casi exponencial”, en palabras del ministro.

Ahora mismo viven en las riberas del río Magdalena y se vienen reproduciendo a tasas muy altas; si no hacemos nada en los próximos ocho años tendríamos 400.

Los hipopótamos son animales que pueden pesar entre una y tres toneladas, comen 200 kilogramos de comida diaria y están afectando zonas de humedales, de ecosistemas de áreas protegidas.

Entre los animales que son desplazados por estos animales, que son muy territoriales, están los chigüiros y manatíes.

Por otro lado, son animales salvajes que suponen un riesgo alto para las comunidades de la zona de Puerto Triunfo, donde se desarrollan actividades de turismo, de naturaleza y de deportes al aire libre.

Este es un ejemplo de la relación que guarda la ilegalidad, especialmente el tráfico y comercio ilícito de vida silvestre, y la pérdida de biodiversidad, ya que las especies que son introducidas en ecosistemas de los que no son autóctonos acaban afectando su entorno.

La mudanza es un punto de partida, pero no soluciona de fondo el problema

En los últimos años se han registrado tres accidentes con humanos en la región del Magdalena Medio. En uno de ellos, la persona recibió un mordisco y quedó también con problemas psiquiátricos; en otro la víctima fue un hombre que quiso robarse una cría para venderla y fue atacado por la hembra; y en el más conocido, se trató de un accidente vial. Además, en septiembre de 2017, un hipopótamo se paseó por las calles de Doradal y los pobladores lo grababan mientras lo llamaban mascota sin reparar en que es el tercer animal terrestre en tamaño que causa 500 muertes al año en África.

El traslado a México sería, en todo caso, un espectacular operativo que será documentado por una productora argentina realizadora del programa Cargas Imposibles y, con cuyos recursos se pagarían los guacales donde deben ser encerrados los hipopótamos.

La alcaldía de Puerto Triunfo, el municipio que más ha sufrido el incremento de estos animales, construiría más corrales para atraer a los hipopótamos y Cornare, el órgano ambiental de Antioquia, haría la captura de los animales. Luego serían ubicados en guacales especiales, puestos en cuarentena y trasladados en camiones hasta el aeropuerto de Rionegro, que sirve a Medellín o hasta la base de Palanquero, en un municipio de la región del Magdalena Medio. De ahí a Ostok.

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