Las lecciones que la pandemia ha ahondado en las nuevas enfermedades

Los contagios por Covid-19 siguen disminuyendo, las comunidades autónomas vuelven a la “normalidad” y por ahora, no ha aparecido ninguna nueva variante que dé la vuelta a esta situación. Sin embargo, los expertos advierten que este proceso de “covidización” debe tenerse en cuenta a la hora de enfrentarse a otras enfermedades como la gripe.

“Hemos aprendido mucho de la Covid, hay cosas que hay que covidizar”

Con los contagios cayendo en picado desde hace semanas y sin la aparición de nuevas variantes que empeoren la situación, parece ser que la pandemia está llegando a su fin. Por eso, el Gobierno plantea una nueva etapa con la tarea de “gripalizar” la Covid, es decir, convertirla en una enfermedad respiratoria con la que se convive todos los años, aún por encima de la opinión de muchos expertos sanitarios.

El investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO), Salvador Peiró, ha señalado que “hemos aprendido mucho de la Covid, hay cosas que hay que covidizar”. Sin embargo, discrepa del concepto “gripalización”, ya que se niega a considerar el Covid como una enfermedad leve, tal y como está siendo actualmente una gripe común.

Los expertos señalan que el Covid nos ha dejado lecciones muy importantes de las que debemos aprender, por ejemplo: el uso puntual de la mascarilla, que no es necesario ir al médico si tenemos un síntoma menor o no acudir al trabajo con un “trancazo”, sino guardar reposo y optar por el teletrabajo que nos garantizó desde un principio la pandemia.

El término “covidización” para el aprendizaje y las buenas costumbres que impuso la pandemia

Por el momento no se sabe cuándo acabará el Covid ni la pandemia, lo que sí es cierto es que la actitud de los ciudadanos debería cambiar y amoldarse a meses atrás, cuando la enfermedad se llevaba la vida de cientos de personas. También es importante acordarnos del uso de la mascarilla en lugares y transporte públicos sobre todo en los meses de la gripe, tal y como mantienen los expertos.

El hecho de ir con un trancazo al trabajo como si nada también debe acabar y comenzar a estar unos días de “reposo” en casa como si se tratase de una especie de nuevo aislamiento ante la sospecha de síntomas. A ello sumarle el uso de la mascarilla.

Esta costumbre también debería ampliarse al personal médico. De hecho, el portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), José María Molero, reconoce que, de la misma manera que hasta ahora era normal ir al trabajo congestionados, estornudando o con mocos, los médicos pasaban consulta también en estas condiciones, algo que debería modificarse.

Molero también ha querido destacar uno de los hechos más repetidos durante la pandemia y que la Organización Mundial de la Salud ya recomendó “hace 20 años” y que Ministerio y otras comunidades comenzaron a tomarse en serio, la “teleasistencia” médica. Gracias a una simple llamada se podrían tratar casos de “sentido común, analgésicos y reposo”.

La confianza de las vacunas y el teletrabajo

El paso de la pandemia en el mundo ha provocado un aumento de la confianza de la población en las vacunas, que se ha demostrado en la vacunación masiva y que los médicos de familia querrían también ver en la campaña de la gripe. “Hemos aprendido que, si no de la enfermedad, las vacunas sí protegen frente a la gravedad. Lo sabíamos hace muchos años, pero nos costaba que la gente lo entendiese y ahora se ha visto claramente” con la vacuna contra la Covid, señala Molero.

Por último, es importante señalar que con el coronavirus también llegó el “autocuidado”, el aislamiento de positivos y la cuarentena de contactos estrecho, lo que poco después dio lugar al teletrabajo. Gracias a la modalidad del trabajo en línea pudimos comprobar los beneficios de una buena calidad del aire a la hora de respirar en los lugares cerrados, en los hogares e incluso en los vehículos.

Además de lo malo que nos ha traído esta pandemia, existen muchos recursos y aprendizaje por poner en marcha con el fin de estar preparados ante una posible recaída o aparición de otra enfermedad a nivel mundial.