La luz azul de los dispositivos electrónicos es perjudicial para nuestra piel

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29/04/2020 - 08:34
La luz azul también la emiten los ordenadores.

Lectura fácil

Desde que comenzó el confinamiento, pasamos frente a la luz azul muchas horas, pues los dispositivos electrónicos son los que emiten este tipo de luz.

Teletrabajar, informarnos, entreteneros y comunicarnos con amigos y familiares lo hacemos a través de los dispositivos electrónicos que tienen pantallas que emiten HEV (High Energy Visible).

Estamos sobreexpuestos a esa luz azul, y esto puede acarrear consecuencias sobre nuestra visión y nuestra piel, ya que su impacto acelera el metabolismo oxidativo natural, originando un envejecimiento prematuro.

La luz azul que emiten los dispositivos electrónicos afecta a nuestra visión y nuestra piel

La luz azul es parte de la luz visible, es la región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir. La emiten fuentes naturales como el sol y, también, fuentes artificiales, como los dispositivos electrónicos.

Pero no es lo mismo la luz azul que la luz ultra violeta. Los rayos Ultra violeta son el espectro de luz que no se ve, y su longitud de onda es inferior que cualquiera de las de espectro visible.

Se estima que el 25% de la luz blanca visible es de color azul. Siguiendo en el espectro de rayos azulado que componen esa luz blanca, existen diferentes tonos, con una longitud de onda diferentes.

Es por eso que no todos los rayos de luz azul son perjudiciales para nuestra salud. Podemos diferenciar dos:

  • La luz azul-morada o azul-violeta: Tiene la longitud de onda más corta por lo que es la que más energía tiene. Puede provocar fatiga y estrés visual, además de la aparición precoz de la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), una de las principales causas de ceguera en el mundo. La luz azul afecta de manera negativa a las células que están en la mácula, un tejido sensible a la luz situado en el fondo del ojo. Las células que componen la mácula no tienen capacidad de regenerarse.
  • La luz azul-turquesa: Cuenta con importantes beneficios para la salud. Es la que pone en hora el reloj biológico, que regula los ciclos de sueño, la temperatura corporal y los procesos cognitivos y de memoria. Además está relacionada con el reflejo de constricción pupilar, un mecanismo de protección natural que tiene la retina para proteger a los ojos frente al exceso de luz. Asimismo, este tipo de luz es importante para percibir de manera correcta los colores y tener una buena agudeza visual. Cuando nuestro reloj no funciona adecuadamente, el organismo lo expresa con diferentes afecciones como:
    • cansancio crónico
    • desorientación
    • cambios de humor
    • alteraciones gástricas
    • malestar general, etc.

Las pantallas de los dispositivos electrónicos son las fuentes artificiales que emiten luz azul

El estar expuestos a este tipo de luz ha ido aumentando con el paso de los años, por tres causas fundamentales:

  • Las fuentes de luz artificial: La luz visible de los LED y las pantallas de Smartphones, Tablets, u ordenadores, entre otros, tiene un porcentaje muy alto de emisión de luz azul que las luces naturales.
  • El uso de luces LED y de dispositivos electrónicos se ha disparado Según un estudio de la Fundación Telefónica, un usuario de Smartphone mira su teléfono móvil unas 150 veces al día. A esto se suman las miradas a la pantalla del ordenador, a la tele, a la tablet… Todos estos dispositivos se usan en distancias cortas, por lo que el grado de exposición es mayor.
  • La llegada de los dispositivos electrónicos se ha producido en muy poco tiempo: Este hecho no ha dado tiempo suficiente para que el organismo cree mecanismos fisiológicos de compensación para protegerse.

Por ello, es muy importante limitar el tiempo que pasamos expuestos a la emisión de luz azul de diferentes fuentes de luz artificiales. Si recibimos un alto porcentaje de esos rayos podemos experimentar:

Fatiga y estrés visual

Nos afecta cuando los ojos se encuentran en condiciones de poca o mucha luz y cuando tienen que enfocar durante mucho tiempo para tratar de ver textos, vídeo o imágenes en un Smartphone.

Una patología reciente es la del Síndrome Visual Informático. Afecta a una de cada siete personas, y suele dar sus señales con ojos rojos, secos, cansados, dolores de cabeza, etc.

Los expertos nos advierten que usar el ordenador durante tres horas o más al día aumenta las probabilidades de que el SVI aparezca, por lo que el riesgo es mayor entre los que trabajan delante de una pantalla o con entornos multipantalla.

Alteración de los ritmos circadianos

Las pantallas lanzan una emisión mayor de luz azul en las horas más soleadas del día. Lo que ocurre al llegar la noche es que el cerebro se queda confundido al recibir esta luz, que es intensa como la solar.

La producción de melatonina, que es la hormona encargada de enviar la señal al cuerpo para ir a dormir, se puede ver afectada por la emisión de luz azul.

La luz azul puede interrumpir ese ciclo de sueño, haciendo que sea difícil concebir el sueño, lo que a la larga causa serios problemas de salud.

¿Cómo combatir las emisiones de luz azul?

Una de las mejores formas de proteger nuestros ojos de la fatiga ocular causada por este tipo de luz es:

  • Realizar pausas regulares: usando la regla 20-20-20, es decir, cada 20 minutos, mirar un objeto situado a, al menos, 20 pies (unos seis metros) durante 20 segundos.
  • También podemos utilizar lágrimas artificiales para hidratarnos los ojos cuando se haga notar la sequedad.
  • Protectores de pantalla: Hay accesorios para todos nuestros dispositivos capaces de aplacar el impacto de la luz azul sin distorsionar la calidad de visionado. Se adhieren fácilmente a la superficie de la pantalla y no necesitan mantenimiento.
  • Activar el modo lectura o el modo que reduce la emisión de luz azul que tienen todos los dispositivos.

Sabemos muy bien que ahora más que nunca tenemos que tirar de las nuevas tecnologías para poder sentir a los nuestros más cerca.

Aún así, intentemos dividir ese tiempo de exposición a la luz azul, para darle un descanso a nuestra visión, que por el momento, es el único sentido que nos permite ver la sonrisa de nuestros seres queridos a través de una pantalla. Ya queda menos para volver a abrazarnos, ¡ánimo!.

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