Los centros de detención de Libia son un avispero de malos tratos y abuso de los derechos humanos

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15/12/2023 - 11:24
Situación de mujeres en Libia y sus centros de detención

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Agresiones, abusos sexuales, palizas, homicidios y privación sistemática de las condiciones de vida más básicas son una constante para las personas refugiadas, solicitantes de asilo e inmigrantes en los centros de detención de Libia.

A estos malos tratos y abusos se suman la falta de un acceso adecuado a alimentos, agua, saneamiento y atención médica, según el nuevo informe publicado este lunes por Médicos Sin Fronteras (MSF).

Bajo el título 'Vas a morir aquí: abusos en los centros de detención de Abu Salim y Ain Zara', la investigación denuncia las violaciones continuas de derechos humanos en estas instalaciones de cara al Consejo de Ministros de la UE, que entre otros puntos abordará el Pacto Europeo de Migración y Asilo.

Tras siete años prestando atención médica y humanitaria a refugiados y migrantes en centros de detención de Trípoli, la situación apenas ha cambiado, alertó.

La ONG lleva años trabajando para acabar con la situación en estos centros en Libia

El trabajo recoge testimonios de personas detenidas en estos centros en Libia entre enero y hasta los meses de julio y de agosto, cuando a la ONG le negaron el acceso por completo.

En estos siete años de trabajo, los equipos de MSF han sido testigos de la desesperada situación de miles de personas, condenadas a languidecer en centros de detención o abandonadas en el exterior, atrapadas en un interminable ciclo de violencia.

Según los equipos que prestaron atención médica en ambos centros, los guardias recurrían con frecuencia a la violencia masiva e indiscriminada, a menudo como castigo por desobedecer órdenes, solicitar atención médica, pedir comida extra o en represalia por protestas o intentos de fuga.

En el centro de detención de Abu Salim, donde sólo se recluye a mujeres y niños, las mujeres hablaron de cómo las sometían a cacheos sin ropa, registros corporales íntimos, palizas, agresiones sexuales y violaciones. Estos abusos fueron perpetrados por guardias y también por hombres, a menudo armados, traídos desde fuera del centro de detención de Libia.

En el centro de Ain Zara el Libia, donde sí hay hombres, los detenidos relataron al personal de MSF las prácticas de trabajos forzados, extorsión y otras violaciones de los derechos humanos, incluida la muerte de al menos cinco personas por violencia o falta de atención médica vital.

Los equipos de MSF documentaron 71 incidentes violentos ocurridos entre enero y julio de 2023, en los que se trataron lesiones como fracturas óseas, heridas en brazos y piernas, ojos morados y problemas de visión. La violencia se combinaba habitualmente con diversas formas de intimidación y trato degradante, como arrojar agua sucia y aguas residuales a mujeres y niños, no darles de comer como forma de castigo y obligarles a pasar días sin luz.

"Cientos de personas estaban hacinadas en celdas tan superpobladas que se ven obligadas a dormir sentadas, con vertidos de aguas residuales procedentes de fosas sépticas desbordadas y retretes atascados. No había comida suficiente y el agua para beber o lavarse era muy escasa. Esto, sumado a las pésimas condiciones, ha contribuido a la propagación de enfermedades infecciosas como la diarrea acuosa aguda, la sarna y la varicela", agregó la ONG.

Se dan lesiones que dejan graves secuelas, un nefasto sistema de saneamiento, y un largo etc

Del mismo modo, la distribución de artículos de primera necesidad como ropa, colchones, kits de higiene, mantas, pañales y leche maternizada era irregular en estos lugares de Libia.

Según los informes, los guardias los confiscaban con regularidad. En el centro de detención de Abu Salim, los equipos de MSF comprobaron el impacto en la piel de los bebés de los pañales improvisados con toallas y bolsas de plástico y de su uso prolongado. Las mujeres dijeron que se veían obligadas a utilizar trozos de manta o camisetas rotas como tampones y compresas.

Por todo ello, MSF pidió que se ponga fin a las detenciones arbitrarias en Libia y que se libere a todos los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes de los centros de detención. Asimismo, exigió garantizarles protección significativa, refugio y vías legales y seguras para salir del país.

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