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La Alianza Atlántica avanza en la definición de un protocolo común para actuar frente a las incursiones de aeronaves o drones rusos en su espacio aéreo. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expuso este miércoles ante los ministros de Defensa aliados la necesidad de actuar con prudencia y coordinación, subrayando que solo se deben derribar los aparatos rusos si representan una amenaza real.
Rutte pide cautela con aeronaves y drones rusos: “Solo si hay amenaza clara”
Durante la reunión ministerial, Rutte se refirió a los recientes incidentes ocurridos en Polonia, Estonia, Lituania y Rumanía, donde drones rusos vulneraron el espacio aéreo aliado. El secretario general alertó contra posturas extremas que proponen derribar cualquier avión o dron que cruce la frontera.
“El problema —afirmó— es que algunos, no dentro de la OTAN sino en el debate público, dicen que cualquier avión o drones rusos que entre en nuestro espacio aéreo debe ser derribado automáticamente. No estoy de acuerdo. Hay que asegurarse de que realmente representa una amenaza antes de actuar”.
Rutte enfatizó que la OTAN está preparada para responder con contundencia si fuera necesario. “La Alianza es mucho más fuerte que Rusia, somos infinitamente más capaces”, afirmó, recordando que la organización ha reforzado su presencia militar en el flanco oriental precisamente para disuadir este tipo de agresiones.
La Operación Centinela Oriental, lanzada el pasado verano, constituye la respuesta de la OTAN ante la creciente ofensiva aérea rusa. El despliegue de esta iniciativa ha sido bien recibido por los países bálticos, que consideran que ha mejorado la capacidad de vigilancia y reacción ante incursiones.
“El operativo ha demostrado ser muy valioso”, valoró el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur. Sin embargo, los aliados coinciden en que el siguiente paso es armonizar las reglas de actuación para evitar dudas o retrasos en futuras situaciones.
Hacia una doctrina común sobre incursiones
La cuestión de cómo responder ante violaciones del espacio aéreo por parte de cazas o drones rusos sigue en una fase temprana de discusión. Países como Suecia, Finlandia y los Países Bajos han insistido en la necesidad de clarificar las normas de combate y los procedimientos comunes.
En cambio, los aliados del este adoptan posturas más firmes. La ministra de Defensa lituana, Dovile Sakaliene, reclamó eliminar cualquier tipo de excepción que ralentice la reacción de los pilotos aliados. “Nadie puede perder tiempo en el cielo en negociaciones políticas”, subrayó.
Durante su intervención ante la prensa, Rutte destacó que estos incidentes recientes con drones rusos han puesto a prueba la efectividad de la estrategia de disuasión de la OTAN. “Han demostrado la solidez de nuestra postura, pero también la necesidad de seguir mejorándola”, afirmó.
El secretario general recordó que, bajo la dirección del Comandante Supremo Aliado en Europa, se ha incrementado la vigilancia en el Mar Báltico y se han reforzado las capacidades defensivas en la región. Además, señaló que la OTAN está impulsando la inversión en innovación militar y la colaboración con el sector privado para acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas defensivos.
“Seguiremos aprendiendo de Ucrania y cooperando con ella. La innovación y la adaptación están en el ADN de la Alianza”, afirmó Rutte. También anunció que se utilizarán los mecanismos de adquisición conjuntos para que los países miembros puedan obtener de forma rápida y económica nuevas capacidades militares.
España reafirma su compromiso con la OTAN
La ministra de Defensa española, Margarita Robles, aprovechó la cita para responder a las declaraciones recientes del expresidente estadounidense Donald Trump, quien sugirió la posibilidad de expulsar a miembros que no alcancen un 5 % de gasto en defensa. Robles rechazó esa posibilidad y defendió el papel de España dentro de la organización:
“España es un socio serio, fiable y comprometido. Todos los aliados, incluyendo Estados Unidos, lo saben”, aseguró, destacando la contribución de las fuerzas armadas españolas en misiones internacionales de la OTAN.
Rutte también recordó que durante la Cumbre de La Haya hubo consenso para aumentar el gasto en defensa hasta el 5 % del PIB en un plazo de diez años, y que España aceptó los objetivos planteados, aunque el Gobierno español prevé quedarse entre el 2 % y el 3,5 %.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, introdujo otro tema relevante en la reunión: la necesidad de que los aliados europeos compren más armamento a Estados Unidos para luego transferirlo a Ucrania.
“Esperamos que más países compren y donen más, para que Ucrania pueda alcanzar una paz duradera”, declaró Hegseth desde Bruselas, aludiendo a naciones reticentes como España, Francia o Italia. Otros aliados, como Canadá y Reino Unido, ya han asumido ese compromiso.
Según Rutte, ya se han movilizado 2.000 millones de euros en armamento con el objetivo de garantizar que Ucrania “disponga de todo lo necesario, financiado por los aliados”, lo que incluye la defensa contra los drones rusos.
La paz a través de la fuerza
Hegseth también se refirió a la posibilidad de avanzar hacia la paz entre Kiev y Moscú, inspirándose en los recientes acuerdos en Gaza. “Tenemos un presidente pacifista que busca la paz mediante la fuerza y el apoyo a nuestros aliados”, señaló.
En su mensaje final, el secretario de Defensa estadounidense insistió en que el aumento del gasto debe traducirse en capacidades reales: “La paz se alcanza cuando se es fuerte, no solo con palabras. La OTAN está aplicando esa filosofía, la de la paz a través de la fuerza”.
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