La planta “nomevés” reaparece en Sevilla tras cuatro décadas sin rastro

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26/05/2025 - 17:30
Redescubren la planta "nomevés" en Sevilla

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Una planta diminuta y esquiva, dada por extinta en Andalucía desde hace más de 40 años, ha sido redescubierta en la Sierra Norte de Sevilla por una bióloga local. El hallazgo ha despertado gran interés entre la comunidad científica.

Redescubren una planta que se creía extinta en Andalucía desde hace más de 40 años

En un hallazgo inesperado que ha entusiasmado al ámbito científico, una bióloga sevillana ha localizado en la Sierra Norte de Sevilla una especie vegetal que se consideraba extinguida desde principios de los años ochenta. Se trata de Gyrocaryum oppositifolium, conocida popularmente como "Nomevés", una planta minúscula y discreta cuya historia evolutiva la convierte en una joya botánica de la península ibérica.

Este descubrimiento, ocurrido el pasado mes de abril, ha sido posible gracias al trabajo de campo de Rosario Velasco, quien detectó una población de más de un centenar de ejemplares en el entorno del Parque Natural de la Sierra Morena. La localización de la especie en este enclave es especialmente relevante, ya que no se había vuelto a observar en Andalucía desde su primera identificación en 1982.

La “Nomevés” recibe su curioso nombre por el hecho de que pasa fácilmente desapercibida. Mide entre 5 y 20 centímetros y suele florecer en un corto intervalo de tiempo a finales del invierno o comienzos de primavera. Su cuerpo está cubierto de pelos ásperos, lo que le da una textura característica. Debido a lo efímero de su floración, rara vez es detectada si no se busca con atención y conocimiento del terreno.

A pesar de su tamaño y apariencia modesta, la planta pertenece a un linaje muy antiguo. Se la considera un “fósil viviente” porque su evolución se ha mantenido independiente durante millones de años. Este rasgo la convierte en un testimonio viviente del pasado botánico de Europa, siendo única en su género dentro de la familia de las Boragináceas.

Más de cuatro décadas en silencio

La primera y última vez que se había documentado en suelo andaluz esta planta fue gracias al catedrático Benito Valdés Castrillón, quien describió la especie en 1983. Desde entonces, solo se habían registrado algunos individuos en otras regiones aisladas, como León o Madrid, sin rastro de nuevas apariciones en el sur peninsular. Por ello, la comunidad científica la daba por extinguida a nivel regional.

Según expertos, el motivo por el que esta población ha logrado florecer nuevamente podría estar relacionado con las abundantes lluvias de esta temporada, que habrían activado semillas dormidas en el suelo durante años.

En peligro crítico

A pesar de la buena noticia, la situación de la planta Gyrocaryum oppositifolium sigue siendo extremadamente delicada. Se encuentra incluida tanto en la Lista Roja de la flora vascular española como en el Catálogo Andaluz de Flora Amenazada, con la categoría de "en peligro crítico de extinción".

Las principales amenazas de esta planta son el pastoreo, la competencia con especies invasoras más robustas y la recolección incontrolada. Ante este escenario, los organismos de conservación han comenzado a trabajar en la recolección de semillas para su preservación en bancos genéticos y posibles futuros programas de reintroducción.

El redescubrimiento de la "Nomevés" recuerda que aún quedan secretos por desvelar en la naturaleza y que la conservación del patrimonio natural es una carrera contrarreloj que requiere vigilancia constante y compromiso colectivo.

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