Al menos 2 millones de personas en España conviven con el Síndrome de Piernas Inquietas

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23/09/2020 - 14:09
Cartel del día internacional del Síndrome de Piernas Inquietas

Lectura fácil

Hoy 23 de septiembre, es el día dedicado internacionalmente a concienciar sobre el Síndrome de las Piernas Inquietas (SPI). Una patología de origen neurológico que es uno de los trastornos del movimiento más comunes.

Según estimaciones de la Sociedad Española de Neurología (SEN) en España, al menos unos 2 millones de personas sufren esta enfermedad crónica que, sin embargo, sigue siendo poco reconocida e insuficientemente diagnosticada: hasta un 90% de los afectados podría estar sin diagnosticar.

Los efectos del Síndrome de Piernas Inquietas  

La patología se conoce también como enfermedad de Willis-Ekbom, el SPI se caracteriza porque los pacientes experimentan la necesidad urgente de mover las piernas, sintiendo molestias, dolor y malestar. Los síntomas descritos, desaparecen o mejoran con el movimiento, suelen presentarse cuando el paciente se encuentra en situación de reposo, sentado o tumbado, por lo que es muy frecuente que empeoren al anochecer o durante la noche y, por lo tanto, alteren la estructura del sueño produciendo trastornos como interrupción del sueño, dificultad para dormir o somnolencia diurna.

“La gran mayoría de los pacientes que padecen esta enfermedad suelen consultar por primera vez al médico bien por padecer insomnio, debido a la dificultad para conciliar o mantener el sueño, o por somnolencia diurna. Sin embargo, es una enfermedad que no debe percibirse únicamente como un trastorno del sueño: es una enfermedad crónica, que impacta gravemente en la calidad de vida de los pacientes y cuyos síntomas pueden afectar también a las manos y al tronco y en cualquier momento del día”, explica el Dr. Pablo Mir, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

¿Cuándo aparece el SPI?

El Síndrome de Piernas Inquietas aparece frecuentemente en la edad adulta, pero también en la adolescencia y en la infancia: un 25% de los pacientes comienzan a experimentar los síntomas de la enfermedad en la infancia o en la adolescencia.  En Europa, se estima que entre un 5 y un 10% de la población adulta y entre un 2 y un 4% de los adolescentes sufren esta enfermedad. Además, hasta un 20% de los pacientes sufren una forma grave de esta enfermedad: en los casos graves los síntomas suelen empezar antes de los 20 años.

En esta patología el diagnóstico se puede retrasar hasta 10 años, mientras tanto, el paciente ha buscado o fue diagnosticado de otras patologías. Según indica la SEN, en la edad pediátrica estos retrasos son “muy frecuentes”. Esto se debe a la dificultad de los niños y de los padres a identificar los síntomas, que en ocasiones son interpretados como un exceso de energía o inquietud.

Expertos de la SEN señalan que cuando se produce el debut de la enfermedad en edades tempranas, los síntomas no siempre aparecen por la noche, sino que pueden hacerlo en cualquier momento del día cuando los niños están sentados.

¿Cuál es el origen de la enfermedad?

Desde la SEN se informa que las razones sobre la aparición del Síndrome de Piernas Inquietas aún no están definidas. Hasta en un 50-60% de los casos existe algún tipo de herencia familiar.

Asimismo, el curso de la patología es progresivo: aunque al inicio de la enfermedad los pacientes alternan fases de mejoría con otras de exacerbación de los síntomas, con el paso del tiempo, los síntomas son cada vez más intensos, se manifiestan en cualquier momento del día y pueden verse afectadas, además de las piernas, otras partes del cuerpo.

Características principales del SPI

Desde la Asociación del Síndrome de Piernas Inquietas, informan que algunos términos utilizados para describir estas sensaciones son, entre otros, sacudidas, picores, hormigueo, calor, dolor, pinchazos, etc. En algunos pacientes, las molestias son descritas como una sensación de desasosiego.

  • Los síntomas del SPI se producen, principalmente, cuando el individuo se encuentra en reposo o relajado.
  • Estas molestias se reducen mediante el movimiento voluntario de la zona afectada, al menos mientras dura el movimiento. El alivio puede ser completo o parcial y generalmente empieza al comienzo de la actividad. La mayoría de los pacientes optan por caminar.
  • Los síntomas del SPI empeoran por la tarde y noche, especialmente cuando el individuo se encuentra en reposo.

Deterioro en la calidad de vida

Los síntomas asociados al SPI pueden causar dificultad para iniciar y mantener el sueño. Desde la entidad se estima que el 80% de las personas con SPI realizan movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño. Estas sacudidas se producen habitualmente con una frecuencia de 20 a 30 segundos durante la noche, a menudo causando continuas interrupciones del sueño.

El SPI es una causa importante de insomnio. Con esta sintomatología la calidad de vida del paciente se ve afectada. La privación crónica del sueño provoca cansancio y disminución de la capacidad de concentración durante el día. Esto influye enormemente, tanto en la vida profesional como familiar de estas personas, así como en su estado de ánimo.

Objetivos de la Asociación Síndrome de Piernas Inquietas

Desde la entidad se vela por la creación de un estado de opinión pública favorable hacia el enfermo con el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) con el fin de conseguir la colaboración en todos los aspectos sociales; fomento de la investigación de los problemas que plantea la enfermedad en sus aspectos médico-asistenciales y socio-económicos; y la divulgación de todos los aspectos relativos a la enfermedad, sus posibles soluciones terapéuticas, así como sus múltiples aspectos sociales y jurídicos.

Unir y recibir la colaboración de las entidades públicas y privadas que estén dispuestas a colaborar en la difusión y el conocimiento de la enfermedad es otro de los objetivos de la Asociación. Además de solicitar la colaboración de los médicos de atención primaria y especialistas en el diagnóstico y tratamiento del SPI.

Y entre otras acciones, crear redes con centros e instituciones nacionales o extranjeras en todo lo relativo a los avances médico-tecnológicos en el tratamiento de la enfermedad del SPI.

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