Las víctimas de violencia de género necesitan trabajar

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12/05/2020 - 14:35
Para las víctimas de violencia de género es clave la incorporación laboral.

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La violencia de género sigue siendo un elemento de preocupación constante en la sociedad que necesita de la colaboración de muchos sectores para ser erradicada. Reincorporarse al mundo laboral es clave para las víctimas de violencia machista.

Volver a la vida laboral constituye una verdadera proeza

Existe una realidad que pasa muchas veces desapercibida: el día a día de las mujeres que han sufrido amenazas o agresiones continuas y que, tras romper la relación con sus parejas, han de enfrentarse a una nueva realidad, la de labrarse un nuevo futuro.

Las mujeres víctimas de violencia de género se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad. Muchas de ellas carecen de ingresos, tienen hijos o familia a su cargo y han de hacer frente a un mercado laboral cada vez más exigente.

Las autoridades y colectivos sociales alertan también sobre el aumento de la violencia de género entre adolescentes y ponen énfasis en otra realidad: las agresiones machistas no siempre se producen en el ámbito de la pareja, también son visibles en el conjunto de la sociedad y principalmente en el entorno laboral.

Programas para ayudar a las víctimas en la búsqueda de empleo

Para una mujer maltratada, que en muchas ocasiones ha tenido que huir de su domicilio para defender y salvaguardar su integridad física, la vuelta a la vida laboral constituye una verdadera proeza.

La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género contempla las necesidades especiales de las mujeres maltratadas y ha previsto ayudas y aportaciones económicas para sobrellevar la situación de las que buscan una salida.

Políticas de igualdad

Las políticas de igualdad de género han contribuido, desde la creación del Instituto de la Mujer en 1983, a la mejora de la situación de mujeres y hombres, en su diversidad.

Sin embargo, los avances conseguidos en el ámbito de la participación sociolaboral de las mujeres, como elemento esencial de su progreso, y tal y como se ha constatado, de toda la sociedad, no son ni definitivos ni suficientes, ni se han traducido en la igualdad efectiva de mujeres y hombres que promulga nuestra legislación.

El reto de encontrar trabajo

Después hay que trabajar por la reinserción, y en ella cobrado protagonismo las instituciones, las empresas y las entidades sociales. Desde estos diferentes sectores se están impulsando programas para ayudar a las víctimas en la búsqueda de empleo.

Cada uno en su parcela está realizando una labor encomiable, que está abriendo nuevos caminos y ayudando a generar esperanzas. La inserción laboral de las mujeres maltratadas es la mejor fórmula para garantizarles una independencia económica.

Alejarse del entorno del matratador

El poder trabajar es una vía importante dentro del proceso de recuperación de las víctimas, ya que permite alejarlas del entorno del maltrato y facilita el establecimiento de nuevos vínculos sociales.

El trabajo es una herramienta fundamental en la recuperación de la autoestima. Sentirse útil y valorada y llevar dinero a casa es, para todas las víctimas de violencia machista, la mejor forma de pasar página.

Empresas por una sociedad libre de violencia de género

El gobierno español, a través del Instituto de la Mujer y en colaboración con la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, está promoviendo desde hace unos años la iniciativa 'Empresas por una sociedad libre de violencia de género'.

El proyecto contempla la firma de convenios con diferentes empresas para sensibilizar al entorno sobre la situación de las mujeres maltratadas y fomentar su integración laboral.

90 empresas defienden a las víctimas de violencia machista

De momento se han unido al programa cerca de 90 empresas. La mitad de ellas ha adquirido un compromiso firme y ha puesto en marcha mecanismos para facilitar la contratación de víctimas de violencia.

El programa gubernamental cuenta con dos colaboradores que están asumiendo una función intermediadora. Se trata de Cruz Roja y la Fundación Integra. Las entidades están analizando cada caso de forma personalizada y están creando itinerarios formativos para facilitar el acceso a los puestos de trabajo en las mejores condiciones.

Iniciativas privadas: 'De mujer a mujer'

Al margen de las iniciativas gubernamentales y las que llevan a cabo comunidades autónomas y ayuntamientos, en el sector privado destacan iniciativas como la de Banco Santander.

La entidad presidida por Ana Botín, en colaboración con la Fundación Integra, ha impulsado el programa 'De mujer a mujer'. La iniciativa ha llegado este año a su segunda edición y ha concluido su labor con notable éxito: más de la mitad de las participantes disfruta en la actualidad de un puesto de trabajo.

Banco Santander orienta y acompaña a víctimas

A lo largo de seis meses, 15 profesionales de Banco Santander se encargan personalmente de orientar y acompañar a 15 mujeres víctimas de violencia de género en su intento de reinserción laboral.

El trabajo de estas "mentoras" ha sido fundamental. Además de analizar los potenciales de cada candidata, han creado para ellas programas formativos personalizados y las han dotado de herramientas para posicionarse con éxito en el mercado laboral.

El resultado invita a la esperanza, de las 15 participantes, 8 encontraron trabajo antes de finalizar el programa y el resto continúa buscando una ocupación de manera activa.

Tipos de violencia de género

La violencia física contra las mujeres es la que acostumbra a saltar a los medios de comunicación, pero hay otras formas de agresión igualmente dañinas. Los expertos en violencia de género han catalogado 7 tipos de conductas:

  • Violencia física: incluye heridas, golpes, traumatismos o lesiones de diversa índole. Puede acabar en muerte o provocar algún tipo de incapacidad.
  • Violencia psicológica: incluye amenazas, desprecio, humillaciones y coacciones.
  • Violencia sexual: forman parte de este grupo las violaciones o agresiones sexuales, el acoso y la prostitución forzada.
  • Violencia económica: consiste en privar de recursos a la mujer y/o a los hijos.
  • Violencia patrimonial: se ejerce cuando se destruye alguna posesión de la mujer con la intención de herirla psicológicamente.
  • Violencia social: consiste en controlar a la pareja y provocar su aislamiento.
  • Violencia vicaria: hace referencia a las amenazas o agresiones contra los hijos con el propósito de causar daño a la mujer.

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