Más de mil millones de personas viven en asentamientos informales

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27/08/2020 - 18:00
Asentamiento informal de Kibera en Nairobi, Kenia. NINARAS WIKIMEDIA COMMONS

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Entre todos debemos lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. El mundo cada vez está más urbanizado. Desde 2007, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades, y se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60 % para 2030.

Pero la rápida urbanización está dando como resultado un número creciente de habitantes en barrios pobres, asentamientos informales, infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados como por ejemplo, la recogida de residuos y los sistemas de agua y saneamiento, carreteras y transporte. La suma de todo esto está empeorando la contaminación del aire y el crecimiento urbano incontrolado.

El hacinamiento de los asentamientos informales dificulta cumplir con las medidas contra el contagio de COVID-19

La pandemia ha obligado a miles de millones de personas a quedarse en casa y lavarse las manos, ¿qué pasa si esa casa no tiene agua corriente o electricidad? ¿Qué pasa si toda una familia debe compartir un espacio de menos de 20 metros?

Este es el día a día de mil millones de personas que viven en asentamientos informales; de más de 2.100 millones de personas que carecen de agua potable; y de más del doble que no disponen de saneamiento seguro. En total, el 40% de la humanidad no dispone ni siquiera de instalaciones básicas de lavado de manos.

Además, 883 millones de personas viven en barrios marginales y la mayoría se encuentran en Asia oriental y sudoriental.

Las personas que viven en asentamientos informales tienen la necesidad de agruparse alrededor de los servicios públicos, como lavabos y grifos comunitarios. Así es complicado mantener distancias físicas seguras, y por lo tanto, en medio de una pandemia global como la del coronavirus, estas condiciones se convierten en foco de propagación viral.

Rehabilitar las infraestructuras urbanas relacionadas con la vivienda es prioridad absoluta

No se puede contener la propagación de la pandemia si las autoridades municipales competentes no priorizar las inversiones públicas en las infraestructuras urbanas. Esta también es la única manera de lograr desarrollar la resiliencia de las comunidades.

El marco normativo y de programas COVID-19 de ONU-Hábitat proporciona orientaciones para tomar medidas a nivel mundial, regional y nacional.

De aquí a 2030, asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales. Es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Otra acción prioritaria es proteger, ampliar y replantear el espacio público

Asegurar espacios abiertos en aceras, parques e instalaciones públicas se ha convertido asimismo en una prioridad crucial, particularmente en las zonas de alta densidad y con infraestructuras de vivienda con carencias, como es el caso de los asentamientos informales.

De aquí a 2030, entre todos debemos proporcionar, a todas las personas, acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad

Flexibilizar los derechos sobre la tierra y la propiedad

Debemos redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo.

Sin una tenencia segura de la tierra y la propiedad, los residentes de asentamientos informales no tienen suficientes incentivos para mejorar sus condiciones de vivienda.

Las ciudades del mundo ocupan solo el 3% de la tierra, pero representan entre el 60% y el 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono

Es muy importante generar confianza mutua entre la comunidad y las instituciones. Los servicios básicos y la protección social, no dejan de ser las principales formas en que las personas interactúan directamente con el Estado.

Para que todos estos cambios puedan articularse correctamente y disminuya la cantidad de personas que viven en asentamientos informales, la planificación urbana y el acceso a la financiación local deben estar interconectados.

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