La basura electrónica: un batacazo a la salud mundial

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19/06/2021 - 09:00
Vertedero con basura electrónica

Lectura fácil

La basura electrónica hace que millones de niños, adolescentes y mujeres embarazadas en todo el mundo ven comprometida su salud por el procesamiento informal de residuos de dispositivos electrónicos o eléctricos.

Así lo expone el primer informe titulado 'Niños y basureros electrónicos' realizado por la Coalición sobre Residuos Electrónicos de las Naciones Unidas (E-Waste Coalition, en inglés).

“Con volúmenes crecientes de producción y eliminación, el mundo se enfrenta a lo que un foro internacional reciente describió como un creciente ‘tsunami de desechos electrónicos’, que pone en riesgo vidas y salud”, apuntó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS,

El informe, ante el acelerado aumento de la basura electrónica reclama medidas urgentes

El director general de la OMS añadió que "de la misma manera que el mundo se ha unido para proteger los mares y sus ecosistemas de la contaminación por plásticos y microplásticos, necesitamos unirnos para proteger nuestro recurso más valioso, la salud de nuestros niños, de la creciente amenaza de la basura electrónica".

Estos son algunos de los datos que demuestran la repercusión negativa en la salud:

  • Hasta 12,9 millones de mujeres trabajan en el sector informal de los residuos, lo que las expone potencialmente a desechos electrónicos tóxicos y las pone a ellas y a sus hijos por nacer en riesgo.
  • Más de 18 millones de niños y adolescentes, algunos de tan sólo cinco años, participan activamente en el sector industrial informal, del cual el procesamiento de desechos es un subsector.
  • Los padres o cuidadores suelen involucrar a los menores en el reciclaje de residuos electrónicos porque sus manos pequeñas son más diestras que las de los adultos.
  • Otros niños viven, van a la escuela y juegan cerca de los centros de reciclaje de basura electrónica donde los altos niveles de sustancias químicas tóxicas, principalmente plomo y mercurio, pueden dañar sus capacidades intelectuales.
  • Los niños expuestos a la basura electrónica son particularmente vulnerables a los productos químicos tóxicos que contienen debido a su tamaño más pequeño, órganos menos desarrollados y una rápida tasa de crecimiento y desarrollo.
  • Absorben más contaminantes en relación con su tamaño y son menos capaces de metabolizar o erradicar sustancias tóxicas de sus cuerpos.

Desde la OMS especifican los riesgos que rodean a embarazadas y niños al quedar expuesto a más de 1.000 sustancias nocivas:

  • Embarazadas: la exposición a basura electrónica y sus tóxicos puede afectar la salud y el desarrollo del feto por el resto de su vida. Resultados negativos en el parto como muerte feral y nacimientos prematuros, bajo peso y poco tamaño al nacer.
  • Puntuaciones de evaluación neurológica conductual neonatal significativamente reducidas
  • Mayores tasas de trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH)
  • Problemas de conducta
  • Cambios en el temperamento infantil
  • Dificultades de integración sensorial
  • Reducción cognitiva y del lenguaje

Otros impactos adversos para la salud infantil relacionados con los desechos electrónicos son:

  • Cambios en la función pulmonar
  • Efectos respiratorios y respiratorios
  • Daño al ADN
  • Función tiroidea alterada
  • Mayor riesgo de algunas enfermedades crónicas en el futuro, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares

Los residuos electrónicos crecieron un 21 % hasta 2019, según apunta la GESP

Además, sólo un 17,4 % de la basura electrónica producida en 2019 llegó a instalaciones formales de gestión o reciclaje, según los cálculos más recientes de GESP, mientras que el resto se vertió ilegalmente, sin control en países de ingresos bajos o medios, donde son reciclados por trabajadores informales, puesto que en esas naciones no existe regulación o ésta es muy escasa.

La recolección y el reciclaje adecuados de los desechos electrónicos es clave para proteger el medio ambiente y reducir las emisiones climáticas.

En 2019, GESP descubrió que un 17,4 % de la basura electrónica que se recolectó y recicló adecuadamente impidió que se liberaran al medio ambiente hasta 15 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono.

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